Pequeñita, cómoda y muy respetuosa, así es Ljubliana para el ciclista
Si hay una ciudad en Europa que parece pensada para descubrir sobre dos ruedas, esa es Ljubliana.
Es cómoda, todo relativamente cerca, carriles bici muy bien conectados, sin las trampas que nos encontramos por aquí y, muy importante, un respeto no voy a decir reverencial, pero sí exagerado al ciclista por parte de coches e incluso peatones.
Desde el primer momento notarás que la bicicleta forma parte de la vida diaria de sus habitantes: la usan para ir a trabajar, hacer recados o simplemente moverse por el centro.
Todo fluye con naturalidad, porque la ciudad está diseñada para que el ciclista se sienta cómodo, seguro y respetado.
Liubliana es bastante plana, lo que la convierte en un destino perfecto incluso si no eres un ciclista experimentado.
Pedalear aquí no supone un gran esfuerzo y, además, las rutas están muy bien señalizadas, con tracks que la propia oficina de turismo tiene para los usuarios, rutas dentro y alrededor de la ciudad.
Como digo, el tráfico de coches convive de manera respetuosa con quienes se mueven en bici, algo que se nota nada más empezar a rodar: no hay prisas ni pitidos, todo parece pensado para disfrutar del trayecto.
Dentro de la ciudad, las bicicletas son el medio ideal para descubrir sus plazas, puentes y rincones junto al río Ljubljanica, ah y parques, enormes parques.
Moverte en bici te da libertad para detenerte donde quieras, tomarte un café en una terraza o improvisar una parada en alguno de sus mercados.
Es una forma diferente y mucho más auténtica de conectar con el ambiente de la capital eslovena.
Y si te apetece salir un poco más allá, los alrededores ofrecen un montón de posibilidades.
Entre semana verás a los locales dar un paseo corto por la tarde, mientras que los fines de semana muchos aprovechan para lanzarse a rutas más largas y disfrutar de la naturaleza que rodea la ciudad.
Siempre puedes acercarte al Velo Bar y ver qué tienen planeado.
Esa mezcla de vida urbana y escapadas verdes convierte a Liubliana en un destino redondo para quienes disfrutan del cicloturismo.
En plena efervescencia con Tadej Pogacar, la ciudad, además, acoge eventos ciclistas de primer nivel, que demuestran la importancia de la bicicleta en su identidad:
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Tour of Slovenia: la mayor carrera ciclista del país y un referente internacional desde 1993. Cada edición reúne a los mejores corredores y atraviesa la capital en un ambiente único.
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Maratón Franja BTC City: la gran fiesta del ciclismo esloveno, con rutas para todos los niveles, desde profesionales hasta familias.
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Barjanka: parte del Maratón Franja, es una ruta que muestra la belleza natural de los humedales de Liubliana y recupera el espíritu de las competiciones en caminos de grava.
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Ljubljana MTB Weekend: un festival de septiembre que celebra la bicicleta de montaña, conectando a ciclistas y espacios en la propia capital.
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BMX Race Ljubljana: una competición internacional que reúne a riders de toda la región en un evento vibrante y lleno de energía.
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XC Rašica: prueba de la SloXcup, ideal para los amantes del cross-country y la montaña.
En resumen, Liubliana es acogedora, fácil de recorrer y vibrante.
Subirse a una bici aquí no es solo una manera práctica de moverse, sino la mejor forma de vivir la ciudad como un auténtico local, una revolución, dice ese cartel que es silenciosa, cambia las cosas para bien y te da una perspectiva inédita.












