El viaje al espacio profundo será clave para el regreso del ser humano a la superficie lunar

Después de superar algunos escollos económicos y tecnológicos, cuatro astronautas se preparan para un viaje de diez días alrededor de la Luna, a bordo de Artemis II, la primera misión tripulada de la NASA en su camino a establecer una presencia humana a largo plazo en nuestro satélite natural.

La agencia espacial estadounidense confirmó el regreso de tripulantes a la Luna luego de 50 años de la gran hazaña del Apolo 17. El equipo está liderado por el comandante Reid Wiseman, el piloto Victor Glover, la especialista de misión de la NASA, Christina Koch y el especialista de misión de la Canadian Space Agency, Jeremy Hansen, quienes aseguran estar listos para ver una parte del satélite que nunca antes ha sido observado.

Artemis IILa luna llena detrás del cohete Artemis I SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial) y la nave espacial Orión en el Complejo de Lanzamiento 39B del Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida el 14 de junio de 2022 / NASA

La fecha oficial de lanzamiento es abril de 2026, aunque la NASA afirma que trabaja para adelantarlo en febrero. La misión despegará con el Sistema de Lanzamiento Espacial, un megacohete diseñado específicamente para el ‘Programa Artemis’, que incluye tres etapas en su reconquista a la Luna. Esta vez con mayor permanencia.

Artemis I, se lanzó en noviembre de 2022 y su objetivo principal fue probar el cohete SLS y la nave Orión en un vuelo espacial sin tripulación, demostrando su capacidad de viajar a la Luna, entrar en órbita y regresar de forma segura a la Tierra. Ahora, le toca el turno a Artemis II, que marcará la vuelta de astronautas al espacio profundo por primera vez en medio siglo. Permitirá a la tripulación probar los sistemas de soporte vital, la navegación, las comunicaciones y los efectos de la radiación espacial en el cuerpo humano. La presencia de astronautas en la Luna está reservada para Artemis III, en agenda para mediados de 2027.

Con Artemis II se expande la mirada humana

En una cuenta regresiva de unos cinco meses aproximadamente, la NASA anunció estar lista para emprender la segunda fase el ’Programa Artemis’. El comandante de la misión a la Luna señaló en un encuentro con periodistas que él y su tripulación «verán cosas que ningún ser humano ha visto jamás». Reid Wiseman comentó que está previsto que su nave espacial volará sobre grandes áreas de la Luna que las misiones Apolo anteriores nunca habían mapeado.

La especialista de la misión, Christina Koch, explicó que los astronautas podrán estudiar la superficie lunar durante tres horas. «Lo creas o no”, dijo, “los ojos humanos son uno de los mejores instrumentos científicos que tenemos». Confió que “los geólogos de la agencia están entusiasmados de que nuestros ojos observen la Luna, y nos hemos estado entrenando para convertir esas observaciones en respuestas a algunas de las preguntas más importantes de nuestro tiempo, como «¿Estamos solos?». Podemos responderla viajando a Marte en el futuro, y esta misión puede ser el primer paso para que la humanidad encuentre esa respuesta”.

Jeff Radigan, director de vuelo principal de Artemis II, indicó que “volaremos más lejos en el espacio que nadie antes”. La nave alcanzará una altitud de al menos 9.200 kilómetros más allá de la Luna, un récord en distancia para vuelos tripulados. Mientras, Lakiesha Hawkins, administradora asociada adjunta interina de la NASA adicionó que la misión marcará un nuevo capítulo en la exploración espacial. “Juntos, tenemos un asiento en primera fila para presenciar la historia”, expresó confiada en la explorasión lunar.

NASALa tripulación de Artemis II completando el entrenamiento de preparación posterior a la inserción y desorbitación /NASA

Mayor presencia y permanencia en la Luna

La misión Artemis II es el segundo lanzamiento de la agencia espacial estadounidense, cuyo objetivo es aterrizar astronautas y eventualmente establecer una presencia a largo plazo en la superficie lunar. El comandante Wiseman confió el nombre que la tripulación le había dado a su nave espacial y por qué lo eligieron.

“Paz y esperanza para toda la humanidad, eso es lo que realmente deseamos. Estamos uniendo al mundo, y al concentrarlo todo, se creará magia. Así que vamos a volar alrededor de la Luna en la nave espacial ‘Integrity’, así la hemos llamado”, relató.

Los miembros de la tripulación serán, en cierto modo, una especie de conejillos de indias humanos, citó la BBC, tras reseñar que se realizarán experimentos para monitorear cómo el espacio afecta sus cuerpos. Los científicos cultivarán muestras de tejido con la sangre de los astronautas, llamadas organoides, tanto antes como después de su viaje.

Según Nicky Fox, jefa de ciencia de la NASA, se compararán los dos conjuntos de organoides para ver cómo el espacio ha afectado a los cuerpos de los astronautas. «Quizás se pregunten por qué hacemos todo esto cuando contamos con los astronautas de verdad», señaló.

«Queremos estudiar a fondo el efecto de la microgravedad y la radiación en estas muestras. ¡Ciertamente no voy a diseccionar a un astronauta! Pero sí puedo diseccionar estas pequeñas muestras de organoides y observar la diferencia», explicó. Tras el paso de la nave espacial por la Luna, los astronautas emprenderán su viaje de cuatro días de regreso a casa, atraídos por la gravedad terrestre.

A su llegada, el módulo de servicio, que alberga el sistema de propulsión principal de la nave, se separará del módulo de tripulación. Los astronautas reingresarán a la atmósfera terrestre y saltarán en paracaídas a la superficie frente a la costa de California.

coheteArtemis I, noviembre 2022

Quiénes son los astronautas

“Reid, Victor, Christina y Jeremy, cada uno de estos aventureros tiene su propia historia. Pero juntos, representan nuestro credo: E pluribus unum (de muchos, uno)“, aseguró Bill Nelson, administrador de la NASA.

“Juntos, marcaremos el comienzo de una nueva era de exploración para una nueva generación de navegantes y soñadores estelares: la Generación Artemis”, adicionó al celebrar los preparativos de Artemis II.

astronautas

Para conocer un poco a los cuatro astronautas, la NASA ofreció el siguiente dossier:

Reid Wiseman, Comandante de la NASA: es un aviador de la Armada de EE UU que fue piloto de pruebas y oficial de proyecto en la Estación Aérea Naval del Río Patuxent en Maryland cuando fue seleccionado por la NASA en 2009. Artemis II será su segunda misión. Cuenta con 165 días de experiencia espacial en la Expedición 41, que voló a la Estación Espacial Internacional  entre mayo y noviembre de 2014.

Victor Glover, piloto de la NASA: será el primer astronauta negro en orbitar la Luna. Fue seleccionado por la NASA en 2013 y Artemis II será su segunda misión espacial. En su primera, pilotó el vuelo Crew-1  de la cápsula Crew-1 de SpaceX, que se lanzó el 15 de noviembre de 2020. Crew-1 fue la primera misión comercial tripulada operativa a la Estación Espacial.

Christina Koch, especialista de misiones de la NASA: Koch es científica e ingeniera. En su misión anterior, Koch voló 328 días en la Estación Espacial Internacional, un récord para una mujer, participando en la primera caminata espacial exclusivamente femenina.

Jeremy Hansen, astronauta de la CSA: piloto de combate de la Real Fuerza Aérea Canadiense cuyo trabajo previo ha incluido esfuerzos con el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte y en el Ártico. Fue seleccionado en 2009 y aún no ha volado.

artemisBuzz Aldrin en la Luna en una fotografía tomada por Neil Armstrong , a quien se puede ver en el reflejo de la visera / NASA

50 años para volver

Entre 1969 y 1972, las misiones Apolo enviaron a una docena de astronautas a la superficie lunar, y eso fue antes de la explosión de la tecnología moderna. Entonces, ¿por qué el hombre ha tardado tanto en volver? ¿a las agencias espaciales no les resulta interesante? ¿por qué Artemis es tan cauteloso y se toma tantos años y tres etapas pare regresar?

No hay una respuesta fácil, según Space. El dinero, la política y las prioridades parecen ser los factores de dilación en la exploración lunar.

Las misiones Apolo fueron un éxito rotundo, pero también enormemente caras. En su apogeo, la NASA consumía alrededor del 5% del presupuesto federal, y más de la mitad se dedicaba al programa Apolo. Considerando la inflación, el programa Apolo en su totalidad costaría más de 260.000 millones de dólares actuales. Si se incluyen el proyecto Géminis y el programa lunar robótico, precursores necesarios del Apolo, esa cifra supera los 280.000 millones de dólares.

En comparación, hoy la NASA controla menos del 0,5% del presupuesto federal total, con una gama mucho más amplia de prioridades y directrices. Durante la última década, la NASA ha invertido aproximadamente 90.000 millones de dólares en el programa Artemis. Naturalmente, al destinar menos fondos a un nuevo alunizaje, es probable que el progreso sea más lento, incluso con los avances tecnológicos.

Estrechamente ligadas a las realidades financieras están las realidades políticas, sostiene Space. En la década de 1960, Estados Unidos se encontraba en plena carrera espacial. Una competencia con la entonces Unión Soviética por lograr el mayor número posible de hitos en el espacio, especialmente el aterrizaje humano en la Luna. El público estaba de acuerdo y entusiasmado con esta idea, al igual que los legisladores que dirigían el expansivo presupuesto de la NASA.

artemisImagen desde la misión Artemis I / NASA

Minimizar los riesgos

Este tipo de gasto era profundamente insostenible. En cuanto Estados Unidos «ganó», el público perdió rápidamente el interés y la financiación de la NASA se desplomó. Simplemente no existe la voluntad política ni pública para gastar esa cantidad de dinero en una segunda oportunidad de llegar a la Luna. Esta combinación de menor voluntad política y menos recursos financieros obligó a la NASA a tomar algunas decisiones críticas a finales de la década de 1990 que todavía afectan a Artemis hoy.

A medida que el programa del transbordador espacial llegaba a su fin, los administradores de la NASA no sabían qué hacer con las capacidades industriales y las alianzas que dieron origen al transbordador. Decidieron mantener esa infraestructura reutilizando muchas piezas del transbordador, especialmente los motores, e integrándolas en el diseño de Artemis.

Por último, el concepto moderno de Artemisa tiene un conjunto de prioridades muy diferente al de las misiones Apolo. Por ejemplo, nuestra tolerancia al riesgo es mucho menor que en la década de 1960. Las misiones Apolo fueron sumamente peligrosas, con una probabilidad significativa de fracaso. De hecho, varias misiones sufrieron desastres: el incendio del Apolo 1 que mató a tres astronautas, un fallo de motor durante el Apolo 6 y el fallo de diseño casi fatal que casi provocó la muerte de los astronautas del Apolo 13. La NASA, los legisladores y el público no están dispuestos a asumir ese nivel de riesgo de nuevo, especialmente después de los desastres del Challenger y el Columbia.

+ en Cambio16.com:


Print Friendly, PDF & Email