Primero abdicó para cederle a su hijo el trono… y ahora le ha diseñado uno.

La reina Margarita de Dinamarca ha bordado dos nuevos asientos para las sillas que usan los reyes Federico y Mary cuando, ya sea juntos o por separado, visitan el palacio de Frederiksborg para inaugurar exposiciones en el museo de esta residencia o presidir otros actos oficiales.

En este palacio tuvo lugar la entrega de los mismos, un pequeño acto en el que la antigua monarca estuvo explicándoles a su hijo y su nuera el trabajo realizado.

Según recoge la casa real danesa en su web, el bordado se basa en los monogramas coronados de los reyes: un monograma azul espejo, FF X , para el Rey y una M roja para la Reina. Los monogramas están rodeados de diversas flores sobre un fondo azul oscuro con puntos turquesa.

“Varios tulipanes y rosas están bordados alrededor del monograma del Rey. Alrededor del monograma de la Reina, se pueden ver las siguientes flores: lirio blanco, tulipán rojo, clemátide azul, rosa roja, belli pequeña, iris azul, tulipán rojo y flor de terciopelo rojo”, precisa la información de la casa real, donde también se añade que Margarita firmó el bordado con su inicial.

El obsequio constituye una nueva prueba de lo mañosa que es la antigua monarca. Artista desde que era joven, la reina Margarita ha ilustrado varios libros y ha expuesto cuadros y esculturas a lo largo de toda su vida. En especial destacan sus trabajos como escenógrafa de producciones teatrales como los ballets del Teatro Tivoli en Copenhague, o de películas como Ehrengardt: el arte de la seducción, una producción de cine histórico de Netflix de la que la reina Margarita diseñó el vestuario y por la que el año pasado recogió uno de los premios de los Oscar daneses.