En el trayecto del trabajo a casa, un trabajo financiero que cada vez le abrumaba más, Javier Castillo (hoy 38 años), escribió su primera novela en el 2014. Fue ‘El día que se perdió la cordura’, un thriller que jugaba al impacto y a poner en vilo al lector en todo momento y que autopublicado en Amazon y en tan solo dos semanas se convirtió en el libro más vendido en la plataforma en España. Mil ejemplares llegó a vender al día cuando el público que solo lee los diarios, ve la televisión u oye la radio ni le conocía. A su correo electrónico llegaron entonces propuestas de editores interesados y la puja se la llevó Suma de Letras, del grupo Penguin Random House, donde ha publicado siete novelas que dispararon las ventas –dos millones y medio de ejemplares- de este chico malagueño que se ha negado a trasladarse a Madrid con su familia y sigue viviendo en su tierra, cerca de sus amigos de siempre, visitando a su abuela todos los domingos. A ello hay que agregar que Netflix y sus adaptaciones de ‘La chica de nieve’, ‘El juego del alma’ y la próxima en producción, ‘El cuco de cristal’ -en las que ha actuado como asesor- han sido fundamentales para lanzar internacionalmente a uno de los actuales pesos pesados del marketing editorial español.

El escritor Javier Castillo, retratado en Tenerife.

El escritor Javier Castillo, retratado en Tenerife. / Ángeles Torres

Su octavo ‘thriller’, ‘El susurro del fuego’ / ‘El murmuri del foc’ (Suma), que llega a las librerías este miércoles, se une a este otoño caliente en superventas -ahí están Ken Follett y Dan Brown- y está más apegada a experiencias más cercanas a Castillo, quien hasta el momento solo había ambientado sus novelas en Estados Unidos. Fue una visita con su familia a Tenerife y su enamoramiento de la isla volcánica – “un territorio vivo, que ruge por dentro y en el que se siente el poder del fuego bajo los pies”– la que le hizo cambiar y hacer de esa dramática geografía uno de los puntales de la novela. “Cada uno de mis argumentos me pedía una geografía concreta. Nadie veía que en Málaga pudiera pasar una escena tan terrible como la que abre mi primera novela: un hombre desnudo paseándose por la calle con la cabeza cortada de una mujer. Otra sobre la industria del cine como ‘Todo lo que sucedió con Miranda Huff’ solo podía pasar en Los Ángeles y tampoco tenía sentido situar aquí ‘El cuco de cristal’, porque en España está prohibido contactar con la familia de los donantes de órganos y en Estados Unidos, no”.

El escritor Javier Castillo, retratado en Tenerife.

El escritor Javier Castillo, retratado en Tenerife. / Ángeles Torres

Un juego de pistas

Admite que el hecho de que la serie de Netflix ‘La chica de nieve’ haya trasladado su localización a Málaga le ha hecho contemplar sus ficciones desde otra óptica. “De todas formas, no podría haber situado ‘El susurro del fuego’ en ningún otro lugar”, asegura en Tenerife, en un viaje promocional que hace seguir a los periodistas los pasos de su protagonista, el apocado Mario, por la isla. Lo que propone Castillo al lector es un juego de pistas que llevará a Mario, recién superado un tratamiento de quimioterapia, desde Puerto de la Cruz hasta La Laguna y La Orotava pasando por las laderas del Teide y sus paisajes sobrenaturales -donde se encontrará el cuerpo de su hermana melliza- y el Observatorio Astronómico del lugar, el lugar donde ella trabajaba como astrofísica porque “Canarias tiene el mejor cielo del planeta para ser contemplado”.

También siente Castillo haber dado una nueva vuelta de tuerca en su trabajo: “En mis primeros libros buscaba crear tramas que fueran originales y rompedoras tan solo dirigidas al disfrute, pero creo que con los años me he vuelto más reflexivo. Ahora tengo tres hijos y eso me ha hecho replantear muchas cosas porque pienso hacia dónde van ellos y hacia dónde voy yo. Esa introspección, creo, se está reflejando en esta novela que es mucho más emotiva y empática que mis libros anteriores”, asegura al tiempo que define su libro como “un canto a la vida rodeado de muerte” que espera “conecte bien con sus lectores”. De momento tiene un magnífico paisaje y unas figuras que bien podrían acabar siendo una nueva serie.

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