La feria de libros en Compostela, Selic 2025, empieza el viernes 3 de octubre en la Quintana pero este domingo hubo un original prólogo en el corazón de la capital gallega. Unas 60 personas (52 mujeres; 8 hombres) respondieron a la llamada de una convocatoria denominada Compostela le no Obradoiro, con sol, vento ou dioivo. Entre doce y una del mediodía, brotó vermú de literatura, con Lola Puerta, librera recién jubilada tras años al frente de Aenea, como conductora.

Leyendo en el Obradoiro entre un mar de selfies

Leyendo en el Obradoiro entre un mar de selfies / Antonio Hernández

En un Obradoiro tomado por cientos de visitantes, turistas y peregrinos, más de medio centenar de amantes de los libros se reunían junto a un atril ante los arcos centrales del Pazo de Raxoi. Allí, dando ejemplo de esta propuesta de la Selic (feria que organiza el Concello), se reunieron desde los concelleiros Xesús Domínguez y Manuel César Vila o la edil socialista expulsada Mila Castro, a la directora de la Selic, Lorena Conde; la dramaturga Marta Pazos; la escritora/periodista Marga Tojo o el periodista Manel Pardo (leyó a Tom Sharpe) entre una lista de partícipes, con abundancia de vecinas y vecinos de Santiago, una docena con silla y/o tumbona para así subrayar el desafío al estrés actual que supone frenar el tiempo y abrir una novela, poemario, cómic, ensayo o libro de cuentos. Junto al micrófono por el que pasaron diferentes voces, se puso una mesa con un jarrón florido y libros, muchos libros, entre gentío ajeno al acto, dando pie al contraste.

Leyendo en el Obradoiro entre un mar de selfies

Leyendo en el Obradoiro entre un mar de selfies / Antonio Hernández

Si, por un lado, esta idea reivindica el Obradoiro como espacio para la cultura (¿volverán los conciertos?) más allá del selfie, por otro, resulta llamativo que asistentes al encuentro literario y visitantes, turistas, etc…, se dieran la espalda mutuamente cual metáfora del bum turístico que sufre Compostela. En este preámbulo a la apertura de la feria Selic 2025, el protagonismo fue para libros como Despistes y franquezas, de Mario Benedetti; Contos, de Ánxel Fole; Baixo mínimos, de Diego Ameixeiras; Infocracia, de Byung-Chul; La belleza, de Anne Carson; La tierra de la abundancia, de Matilde Serao, e incluso alguna lectura virtual, móvil en mano, como la oratoria con un texto de autoría asiática del siglo XI o la presencia de algún que otro menor con libros ilustrados, pintando el presente y soñando el futuro por esa colorista puerta de entrada a la literatura que son los cuentos…

«Gracias por participar en esta experiencia de lectura silenciosa en Compostela, por Compostela, la próxima cita será el viernes 3 de octubre, en la Quintana, donde, por primera vez, no estará la librería Aenea en la feria Selic, pero puedo decir que están varias personas trabajando para abrir las puertas de nuevo», dijo Lola Puerta con esperanza al contar que, a la par que ella sella ahí su trayectoria librera, su relevo está ya en marcha, sea en ese mismo lugar o en otro, contó mientras escuchábamos su voz algo mermada por la música procedente de la gaiteira situada en el arco que, desde la Praza da Inmaculada, desemboca en el Obradoiro.