Europa sobrevivió este domingo a una espectacular reacción de Estados Unidos para repetir título en la Ryder Cup de golf por marcador de 15-13, un triunfo sellado con un dramático putt del irlandés Shane Lowry.

El equipo local arrancó el día con una desventaja de siete puntos pero encendió a sus aficionados en el campo de Bethpage Black, en Farmingdale (estado de Nueva York), amagando con lograr la mayor remontada de la historia del evento.

En las dos primeras jornadas, el combinado europeo se había mostrado intratable en los formatos de golf por pareja, inmune también a un clima altamente hostil, con abucheos e insultos de una gran parte del público.

El título parecía prácticamente decantado para los visitantes, que amanecieron el domingo con una ventaja de 11,5 contra 4,5, la más amplia en las 45 ediciones del evento.

Antes de saltar al campo sumaron otro medio punto por la retirada del noruego Viktor Hovland, lesionado en el cuello, que dejaba en tablas el duelo que debía disputar con el local Harris English.

Los europeos solo necesitaban dos victorias en los restantes 11 duelos individuales para retener el título logrado en 2023 en Roma.

Pero, en un giro inesperado, sus figuras más inspiradas empezaron a caer una tras otra.

El norirlandés Rory McIlroy, que había ganado sus cuatro partidos en dobles, cayó por 1 arriba ante Scottie Scheffler, el número uno mundial, que salvó el honor personal después de perder todos sus cruces anteriores del torneo.

El español Jon Rahm, extremadamente sólido este fin de semana, sucumbió ante Xander Schauffele por 4&3.

Los ingleses Tommy Fleetwood y Justin Rose también hincaron la rodilla mientras Europa veía ya por el retrovisor la llegada de la legión estadounidense.

El sueco Ludvig Aberg frenó la sangría al vencer a Patrick Cantlay 2&1 y el inglés Matt Fitzpatrick, pese a desperdiciar una ventaja de cinco arriba después de siete hoyos, empató con Bryson DeChambeau, dejando a los visitantes al borde del triunfo.

Las esperanzas de los miles de aficionados estadounidenses se esfumaron cuando Lowry convirtió un putt de 1,8 metros que sellaba su empate con el estadounidense Russell Henley.

Ese medio punto era el que necesitaba Europa para colocar la ventaja ya definitiva de 14-11.

«Estas fueron las dos horas más difíciles de toda mi vida. Simplemente no puedo creer que ese putt haya entrado», declaró Lowry, emocionado hasta las lágrimas.

«Mientras caminaba hacia el (hoyo) 18 me dije: ‘Tengo una oportunidad de hacer la cosa más genial de mi vida’. La Ryder Cup significa todo para mí», afirmó.

Aunque Estados Unidos hubiera ganado los tres partidos restantes, Europa mantendría el título por su condición de vigente campeón.

Con la competencia ya definida, los locales Collin Morikawa y Sam Burns empataron con Tyrrell Hatton y Robert MacIntyre y su compatriota Ben Griffin venció por 1 arriba a Rasmus Högjgaard.

«Probablemente fueron las 12 horas más estresantes de mi vida», reconoció el capitán de Europa, Luke Donald. «No pensé que serían tan duros el domingo. Lucharon tan duro, pero lo logramos».

«No podría estar más orgulloso de estos muchachos y de lo que han pasado. Pasarán a la historia», afirmó.

Estados Unidos sigue en lo alto del palmarés de este emblemático torneo bienal, con 27 victorias, 16 derrotas y dos empates, pero Europa se ha impuesto en 11 de las últimas 15 ediciones.

El Viejo Continente domina además el palmarés desde que en 1979 comenzó a reclutar jugadores más allá de Reino Unido e Irlanda, con 13 triunfos, nueve derrotas y un empate.