Fornals tomó el mando y el Betis bailó a su son, con la banda sonora de la Cartuja a todo trapo, la gente disfrutando y el equipo saltando hacia la sexta plaza con tres puntos merecidos, tranquilos, bien trabajados con dianas de Abde y Cucho. … Triunfo fundamental para hacer de la Cartuja un hogar donde se gestan alegrías y para una semana en la que tocará viajar a Bulgaria y acabar esta fase del campeonato en Cornellá, frente a uno de los equipos revelación del curso. Pero lo sucedido ante Osasuna fue importante, no sólo porque supuso una victoria de la consolidación de una idea, sino porque Pellegrini pudo celebrar su hito histórico con lo que más sabe hacer: ganar. Y así este grupo se lanza a por Europa con Fornals como líder indiscutible sobre el campo y con una rotación que le hace crecer sin bajar el acelerador ante rivales que no saben por dónde le va a venir el golpe con este Betis de tantísimo talento y capacidad.
Sin Isco y con Lo Celso irregular, ahí levantó la mano Fornals. Pocos jugadores habían tenido una incidencia tan alta en cambiar un partido como hizo el día del Forest con su entrada en la segunda mitad. Está de dulce, de selección española. Cosa seria. Aparece por todos lados porque tiene físico para dar y regalar pero es que con la pelota en los pies está para buscarle una y otra vez, porque todo lo hace bien. Y se merece estar en esa punta del diamante que es la zona cara, la de Isco y Lo Celso. Ahora suya por méritos propios, ahora el Betis girando a su alrededor.
Los jugadores del Betis habían ensayado en el calentamiento hasta los abrazos y palmaditas después de la parte de tiros y centros, como sabiendo que había goles por celebrar. Y, sobre todo, el salto en la tabla hacia esa sexta posición que sí ya va respondiendo más a las expectativas, nivel, presupuesto y categoría de este equipo que tiene tantos recursos que sabe que va a estar arriba todo el curso. Y cuando se entone Lo Celso. Cuando estén Bartra y Llorente. Cuando explote Deossa. Cuando vuelva Isco…
El partido pedía paciencia, sabiduría y buena letra. Tenía de todo el Betis sobre el campo. Calidad, ganas, físico y arrestos. Osasuna se ordenaba bien y ello invitaba a resolver con cabeza la ecuación. Y así lo hizo el bloque de Pellegrini. Personalidad y madurez. No había necesidad de precipitarse, la fruta iba a caer de madura. La movilidad de Fornals era lo que iba a desequilibrar en esas zonas interiores que tanto daño hacen a los bloques más organizados. Indetectable, el castellonense aparecía allí donde sus compañeros podían buscarle con los ojos cerrados. Él iba a estar. Y en una de esas se entretuvo en porfiar dentro del área con Catena y Herrando, que le regalaron una posesión peligrosa en la línea de fondo, su pase atrás lo deja pasar Cucho y acabó siendo rematado a gol a puerta vacía desde el punto de penalti por Abde, que sellaba el 1-0 en el minuto 19.
A partir de ahí el partido se iba a poner cuesta abajo para el Betis. El primer paso estaba dado y Osasuna acusaría el golpe. Se sucedían las oportunidades béticas, teloneras del segundo gol antes del descanso. Fue un tramo en el que los de Pellegrini ganaban el balón en casi todos los duelos y conseguían moverlo rápido, en pocos toques, despistando la presión navarra. Cucho disparó desde la frontal y Herrera tuvo que estirarse, Fornals no impactó bien un tiro cruzado, Abde buscó el primer palo y luego casi encuentra a Cucho en una contra… Se mascaba el tanto y llegó tras una arrancada de Fornals que tuvo continuidad en Cucho, que sólo necesita una baldosa para darse la vuelta y armar la pierna. Qué fuerza tiene en el golpeo el colombiano.
El 2-0 elevaba el volumen en la Cartuja, todo fiesta a partir de entonces. El Betis ya quería el descanso para saborear su ventaja y Osasuna únicamente asustó con un cabezazo de Budimir que salió fuera. Su recurso era el juego directo, como se evidenciaba hasta en el calentamiento. Natan sobresalía por su condición física atrás y Pau López generaba ciertas dudas con los pies, evidenciadas con murmullos en la grada. La multiplicación de Amrabat era una buena noticia en el equipo, con Ricardo y Bellerín solventes en sus zonas y con Antony quizás algo más acelerado de lo que convenía.
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Real Betis
Pau López; Bellerín, Natan, Valentín, Ricardo; Amrabat, Marc Roca (Altimira, m. 65); Antony, Fornals (Riquelme, m. 75), Abde (Aitor, m. 55); y Cucho Hernández. -
CA Osasuna
Sergio Herrera; Rosier (Kike Barja, m. 82), Boyomo, Catena, Herrando (Víctor Muñoz, m. 46), Bretones; Torró (Becker, m. 46), Moncayola (Osambela, m. 82), Moi Gómez (Iker Muñoz, m. 65); Raúl y Budimir. -
Árbitro
Víctor García Verdura (Comité Catalán). Amonestó a Moi Gómez. -
Goles
1-0, m. 19: Abde. 2-0, m. 38: Cucho Hernández.
Lisci cambia el sistema en el descanso y deja a cuatro defensas para tratar de reaccionar. Pau López hace una buena parada tras disparo de Víctor Muñoz y recibe una ovación que acalla los pitos que ya se empezaron a escuchar previamente por la inseguridad que mostraba con los pies. Amrabat se anticipa, abre a Abde, se la devuelve y su disparo lo detiene en dos tiempos Herrera. El partido se abre un poco en esta fase en la que el Betis tiene que volver a conocer cómo anda su rival tras la modificación táctica. Pellegrini responde dando entrada a Aitor para que sustituir a Abde. Antony y Fornals se gustan en combinaciones y el disparo del brasileño lo despeja el meta visitante como puede.
Al contragolpe empieza a disfrutar el Betis con arrancadas de Antony y llegadas de Fornals, con Cucho omnipresente. Pellegrini consulta más variaciones con Fernando. Combina el equipo bético de forma magistral cuando roba y sabe pausar el ritmo cuando debe. Otra vez, como ante la Real. Altimira sale por Marc Roca, ovacionado éste. El Betis no sufre, su gente canta en el barrio de la alegría y el tercero se ve más cerca que algún susto rival. Aitor corre tras darle aire Fornals y su disparo lo tapona Rosier. Lleva la grada varios minutos cantando y con las linternas de los móviles encendidas. Ambientazo. El duelo ya sólo iba a tener de interesante lo que cantara la grada. Los cambios se sucedían y en el césped no pasaba nada más que las carreras constantes de Antony, Aitor y compañía buscando una sentencia que en realidad ya estaba escrita porque sin Fornals en el campo ya no iba a suceder nada más. Lo dejó todo hecho el castellonense. Sexta plaza y a seguir creciendo.