Un Sporting de Gijón desmelenado y goleador hasta el minuto 45, con un 3-0 que anunciaba paseo militar, se frenó en seco … cuando nadie lo esperaba para terminar concediendo su cuarta derrota consecutiva en el 90+7. La sentencia, con un penalti de VAR, castigó a un equipo que murió de éxito. Ver para crear. El Sporting se fue desarmando, perdiendo la cabeza tras un exuberante arranque, para conceder una remontada imprevisible, inesperada, de tintes históricos y que deja herida entre equipo y afición. El sportinguismo empezó a desfilar hacia la salida con el empate. El Molinón, vinagre, acabó vacío y abroncando a un equipo calamitoso en defensa (diez goles recibidos en cuatro partidos) e incapaz de gestionar una ventaja tan clara. De pesadilla.

Sporting

Yáñez; Kevin Vázquez (Loum, m. 90+4), Pablo Vázquez, Perrin, Diego Sánchez; Nacho Martín, Smith Queipo, m. 76) ; Dubasin, Gelabert (Mbemba, m. 84), Gaspar Campos (Amadou, m. 84) y Juan Otero (Pablo García, m. 76).

3

4

Albacete

Lizoan; Fran Gámez (Lorenzo, m. 68), Javi Moreno (Gomez, m. 68), Vallejo, Carlos Neva; Riki (Villar, m. 78), Melendez (Lazo, m. 45), A. Puertas, Morci; Jefté (Escrache, m. 68) y Agus Medina.

  • Goles:
    1-0: m. 11, Dubasin. 2-0: m. 29, Gelabert. 3-0: m. 36, Gaspar Campos. 3-1: m. 45+6, A. Puertas. 3-2: m. 70, Agus Medina. 3-3: m. 87, Morcillo.

  • Árbitro:
    Andrés Fuentes. Amonestó en el Sporting a Justin Smith, Morcillo; y en el Albacete a Antonio Puertas.

  • Incidencias:
    partido disputado en El Molinón ante 22.398 aficionados.

Antes del drama, Garitano embistió al Albacete con un once sin estridencias. Otero recuperó su papel, amenazando como punta de lanza. El inicio tuvo poca graduación, a contrapelo con el embalamiento al que daría paso en una primera mitad de cuatro goles. Los dos equipos se midieron las costuras, con el balón cosido a los pies del Sporting. Ya entraban en calor Nacho Martín y Gelabert, pilotando el juego interior, alimentando las estampidas de Gaspar, Otero y Dubasin. Diego se ofrecía, maratoniano por el carril zurdo.

A los diez minutos, el viento empezó a soplar a favor de los de casa por méritos propios. Una estupenda apertura de Nacho Martín, un centro tenso de Otero y un ‘gallo’ de Raúl Lizoain, despistado por un compañero. El meta no blocó y Dubasin, listo como el hambre, ajustició a su exequipo, al que respetó en el festejo. El gol se dio de la mano con un preocupante parón de diez minutos. Dos aficionados tuvieron que ser atendidos de urgencia, llenando de murmullos El Molinón.

Tras la vuelta, con buenas noticias sobre los afectados, el Sporting se soltó la melena con una acompasada sinfonía futbolística que anunciaba una historia diferente. Gelabert, el máximo goleador, anotó el segundo tanto del día –el cuarto de su cuenta personal– después de una maniobra cocinada al alalimón por Gaspar y Dubasin. El canterano, notable, pese al giro copernicano de los acontecimientos, aumentó la brecha tras embolsar un pase de Diego. Y Gelabert tuvo el cuarto: un mano a mano ante Lizoain, tras un pase de Justin. Pero el meta no se venció y rebotó el balón con las piernas. El Sporting era meritorio a una victoria incluso más amplia. Y, entonces, se caló.

La placidez de la tarde se compinchó con el orgullo herido del ‘Alba’. Así, el equipo fue cediendo terreno y balón de camino al descanso, allanando la tarde hacia una remontada que entonces se daba por imposible. El Albacete empezó a cargar por su banda izquierda, descolgándose Meléndez y aventurándose Morci, el mejor. Ya avisó en un saque de esquina, con sudores fríos para el equipo de Garitano, pese a lo amplio de su ventaja. Cantó bingo en la siguiente, en una concesión del Sporting familiar. Puertas se coló entre Pablo Vázquez y Perrin para clavar el balón con la cabeza en la portería, igual que Fer Niño hace quince días, encogiendo la ventaja antes de meter la cabeza en la caseta.

Palo de Gaspar y gol del ‘Alba’

El Sporting aparentó mejor cara en el regreso. Nacho Martín volvía a ser elemental, presente en la construcción y en el robo. Aunque el balón pendulaba demasiado. El partido estaba abierto. Gaspar estampó un balón en el poste antes de que se destapase la Caja de Pandora. Porque, poco después, Agus Medina metió de lleno al Albacete en el partido tras un centro al área mal defendido.


Garitano movió ficha, pero el equipo salió mal parado en el intercambio de cromos. Fue perdiendo gas y firmeza, con el encuentro abriéndose en canal de forma peligrosa y con falta de contundencia en el patio trasero. El técnico metió en danza a Pablo García, sumándolo a Diego y aumentando la coraza del lateral zurdo, y a Queipo. El once dio una vuelta de tuerca. Gaspar y Queipo, más libre para bajar, se atornillaron como delanteros de urgencia, con Amadou y Caicedo calentando. En defensa, el Sporting cerraba con cinco. En ataque, Pablo tenía más vuelo.

Amadou y Mbemba volvieron a girar el dibujo hacia uno más tradicional. El senegalés, relevo de Gaspar, se situó como pértiga. Aún así, el equipo de casa siguió en escala de grises. Morcillo, mal defendido por Pablo, quien le dejó margen de maniobra para armar el tiro, firmó el empate con un gol parabólico. Y ya en el minuto 90+7, Queipo derribó a Lorenzo y el VAR se chivó a Andrés Fuentes. Morci sentenció al Sporting y disparó la bronca.