Lunes, 29 de septiembre 2025, 13:23
El presentador Ion Aramendi ha compartido una historia personal de su juventud que, según sus propias palabras, es «un dilema moral o un dilema sobre la amistad que me ha perseguido desde hace un montón de años». El suceso, basado completamente en hechos reales, ocurrió cuando tenía 17 años en San Sebastián y pone sobre la mesa una compleja pregunta sobre la lealtad y el egoísmo.
Todo comenzó una tarde de fiesta con sus amigos en la conocida discoteca KU, que estaba situada en el monte Igeldo, según relata el presentador donostiarra en el programa ‘La cena de los idiotés’. El amigo encargado de llevar en coche a toda la cuadrilla, de 18 años, «se pasa de frenada» con el alcohol hasta tal punto que sus compañeros lo encontraron al final de la noche «tirado semiinconsciente» en una puerta trasera del local.
Ante el miedo de que los padres del joven se enteraran de su estado y las posibles consecuencias, a Ion Aramendi se le ocurrió lo que él mismo califica como «una brillante idea»: coger el coche de su amigo y bajarlo por la carretera del monte Igeldo a pesar de tener 17 años y no haber conducido nunca. El resto del grupo decidió bajar la peligrosa carretera hasta el centro de San Sebastián en autobús, dejándolo solo con su amigo inconsciente en el asiento del copiloto. El descenso, según recuerda el periodista, fue un caos. Durante el trayecto, su amigo «puntualmente se despertaba y cogía el volante», lo que provocó que se estrellaran dos veces contra la montaña, acabando con «las dos ruedas pinchadas y todo el extremo derecho del coche reventado».
Una vez abajo, y en lugar de aparcar, Aramendi decidió continuar hacia el centro de la ciudad para seguir de fiesta, momento en el que fue interceptado por una patrulla de la Ertzaintza. Fue en ese instante cuando tomó la decisión que marcaría su dilema. «En ese momento me sale el instinto de supervivencia», relata el presentador, admitiendo que «ya no pensé en los padres de mi amigo sino en los míos propios». Su reacción fue inmediata: «cojo a mi amigo lo pongo en el asiento del conductor y salgo del coche».
Como resultado de la actuación policial su amigo fue llevado al hospital y, tras un juicio, «estuvo 5 meses sin carné y fueron 100.000 pesetas de multa». Aramendi mantuvo la mentira durante semanas, defendiendo que él no había conducido tras aquella visita a una de las discotecas guipuzcoanas más populares de los años 90.
La pregunta que ha debatido desde entonces es clara: «¿fui un buen amigo o fui un mal amigo?». Sobre ella debaten el conductor de este espacio de la cadena SER, el también donostiarra Aimar Bretos, junto a otros invitados como Manuel Jabois, Nuria Labari y Ángeles Caballero. Por un lado, Aramendi defiende sus motivaciones iniciales: «mis intenciones eran buenas… yo creo que como base soy un buen amigo no te voy a dejar tirado nunca». Sin embargo, no duda en calificar su acción final como «una decisión tremendamente egoísta». A pesar del incidente, Aramendi concluye que ambos, a día de hoy, siguen siendo «muy buenos amigos».
Comenta
Reporta un error