Cada año por estas fechas la Ópera Garnier de París se llena de flores y se viste de gala para celebrar la inauguración de su temporada de baile. Una noche dedicada a la danza en la que se presenta sobre el escenario un pequeño adelanto de lo que se podrá ver en los próximos meses y en el que las nuevas generaciones del Ballet Junior muestran sus avances.
Una cita imperdible para los amantes de la danza y para Charlotte Casiraghi quien no suele perderse este evento. La hija de Carolina de Mónaco eligió para esta noche un vestido de tul negro bordado con pedrería que era la elección perfecta para una noche en el ballet. Un diseño delicado y ligero, como los que lucen a menudo las bailarinas sobre el escenario, de la colección alta costura otoño/invierno 2024-2025 de Chanel. Casiraghi lo ha combinado con unos zapatos de saltón de punta redondeada en satén negro y con una pulsera fina de brillantes.

Marc Piasecki/Getty Images
Como suele ser habitual en ella, ha prescindido de accesorios demasiado llamativos cediendo todo el protagonismo a su vestido. Ha optado por un maquillaje de efecto natural, con el foco puesto en los labios gracias al color fresa. El peinado no podía ser otro que un moño tipo bailarina.
Chanel lleva desde 2018 patrocinando esta gala aunando así alta moda con uno de los emblemas de la cultura francesa. Y casi desde entonces Charlotte Casiraghi es otra de las figuras imprescindibles de esta cita junto a otras figuras de la moda, el arte o el cine. En la gala de este año han asistido personalidades como el diseñador Harris Reed, director creativo de Nina Ricci, las modelos Ashley Graham y Cindy Bruna o la diseñadora de joyas Gaia Repossi, entre otros.
Charlotte Casiraghi va consolidando así su agenda pública más personal en la que se combina la moda, la literatura, el cine y la danza.