Ganar la carrera contra un tumor cerebral, superar un cáncer y dar un giro radical a su vida. Ese es el múltiple y esperanzador anuncio que ha realizado el ciclista del Illes Balears-Arabay Gonzalo Ariño, de 25 años, y que meses atrás anunciaba que se apartaba de la alta competición para someterse a un tratamiento que ha superado favorablemente. Por segunda vez, tras hacerlo cuatro años antes y poder seguir pedaleando.

El corredor de la estructura que capitanea el empresario cafetero mallorquín Toni Vallcaneras pasó por quirófano en julio para tratarse de ese tumor cerebral, y a finales de agosto todo parecía apuntar a una vuelta a la competición, que se tuvo que aplazar a consecuencia del resultado de unos análisis de sangre que no acababan de dar los parámetros esperados.

Ahora, Gonzalo Ariño comparte feliz la noticia de su mayor y mejor victoria y sus planes de futuro, que pasan por prepararse para ser director deportivo. «He ganado la etapa más importante de mi vida. Ya estoy en casa y, por primera vez, no tengo prisa de nada: sólo quiero disfrutar de cada momento», escribía en una carta abierta el corredor hasta ahora del Illes Balears-Arabay.

«Estaré unos meses sin poder salir a la carretera, pero eso ya no me importa, valoro más las pequeñas cosas», prosigue, recordando que todo lo que ha aprendido a lo largo de estos meses «con médicos y enfermeras (una de ellas, su pareja) me sirve en mi día a día. Mentalmente me siento más fuerte que nunca frente a cualquier problema», relata Gonzalo Ariño, que esta temporada ha participado en carreras de nivel internacional como la Volta a la Comunitat Valenciana, O Gran Camiño o el Gran Premio Miguel Indurain, antes de parar por motivos de salud.

Retirada

De la misma manera, quiso compartir la noticia de su retirada: «Cuelgo la bicicleta como ciclista profesional. Mi vida ha cambiado radicalmente», dice, a la vez que explica que comenzará el curso para obtener el título de director deportivo (Nivel 3) «para dar clases y dirigir en las escuelas de Benicàssim», apunta el castellonense. Ante esta nueva etapa en su vida personal y deportiva, agradece a su nutricionista, su director y a su entrenador, Óscar Pelegrí, el apoyo incondicional para seguir «creciendo dentro y fuera de la bici», añadiendo que en este momento «se cierra una puerta, pero se abre otra», concluye su breve, pero emotivas misiva.