Samuraï, con tan solo 24 años, ya acumula muchos éxitos en su carrera musical. Ha colaborado con grandes artistas como Dani Fernández, La La Love You, Belén Aguilera… y acumula millones de reproducciones en sus canciones. 

Ahora, con motivo del lanzamiento de su nuevo single, Dejándolo pasar, la artista se ha abierto con 20minutos en una entrevista y ha hablado de cómo nació su nombre, de la industria musical, de su canción y de sus aspiraciones.

Aroa Lorente explica que ‘Samuraï’ no es solo su nombre artístico, es el apodo que se le asignó de pequeña por un peinado. «Es un nombre que viene anterior a la música. Me lo pusieron mis amigos de pequeña y lo llevo conmigo como parte de mí. Yo me identifico mucho con el nombre de Samu también», confiesa en su conversación con 20minutos. 

En cuanto a su crecimiento dentro de la industria musical, la intérprete de temas como Palabra prohibida y Tirando balas asegura no sentir «presión ninguna». «Las etiquetas, la verdad es que no van tanto conmigo, son algo ajeno a mí», confirma la madrileña. Además, admite que está abierta a probar otros registros: «Yo hago música, me encanta la música, el género que sea. Tengo mis gustos, tengo mis caprichitos… Pero dentro de eso, la música es música».

Para la artista, lo más complicado de su profesión es tener que abrirse fuera de sus canciones. «A mí lo que más me cuesta, entre comillas, es esto, la parte de entrevista, de tener que abrirme de otra manera que no sea a la que yo estoy acostumbrada, que es delante de una libreta», explica a nuestro periódico. «No soy la persona más sociable del mundo».

Por otra parte, Samuraï, orgullosa, habla de cómo nació su último trabajo, Dejándolo pasar, que vio la luz el pasado 18 de septiembre. «Surge a raíz de ir, literalmente, dejando las cosas pasar. No sé si a ti te pasa que lo escondes todo debajo de la cama y dices: ‘Ya lo gestionaré cuando tenga tiempo’. Pues un poco así, pero con todo», cuenta la artista. «A mí eso me pasa mucho».

Para el videoclip, opta por ser directa y sencilla. «Quería una estética potente y un mensaje directo: yo bailando sobre una tumba en la que pone ruido«, comenta durante la entrevista. «Que la gente entienda lo que quiera».