Lunes, 29 de septiembre 2025, 20:44

| Actualizado 21:47h.

El Cáceres ha exprimido el entramado competitivo que la Copa de España intercala en medio de la pretemporada y que sirve como laboratorio de pruebas y centro de diagnóstico avanzado. Porque no es lo mismo un ‘bolo’ veraniego sin brega ni mordiente, con alicientes muy difuminados, con la sombra de las lesiones como elemento disuasorio, que jugarse el tipo y salir de la cancha con cuatro puntos de sutura en la frente como le ocurrió el sábado a Albert Lafuente en el último duelo de la fase de grupos en el pabellón Juan de la Cierva de Getafe.

Es un desafío a nivel de calendario, pero también permite a los entrenadores contar con una radiografía fiel de la anatomía de su vestuario. Siempre con los atenuantes de un físico aún lejos de su máximo esplendor y con muchas lagunas tácticas y de ensamblaje en el juego, pero con la percha competitiva de un título en juego. «Es chulo poder pasar de ronda y tener la posibilidad de jugar aquí un partido contra un equipo de superior categoría, o de la misma, depende del sorteo. Es un objetivo para nosotros y queremos conseguirlo».

Eran las palabras de Jacinto Carbajal, entrenador verdinegro, en la previa del duelo decisivo que marcaba el destino de su equipo en la competición de nuevo cuño que celebra este curso su segunda edición. Y el Cáceres lo peleó hasta el final para llevarse el triunfo y certificar así su pase a dieciseisavos, que podría depararle un enfrentamiento contra un rival de la división de plata, ya que los 17 clubes de Primera FEB entran a escena junto a los 15 clasificados de Segunda FEB. Un enfrentamiento que se dirimirá a partido único en la cancha del contendiente de menor categoría y que está previsto para el 21-22 de octubre.

A centrarse en la liga

La primera fase de la Copa de España ha quedado condensada en apenas dos semanas, periplo que los cacereños han saldado con dos victorias ante el Spanish Basketball Academy y el Getafe y una derrota contra el Toledo, quedando ubicado en la posición duodécima de la tabla general. El protagonista destacado en esas tres citas ha sido sin duda Wildens Leveque. El pívot estadounidense ha caído de pie desde su llegada al conjunto extremeño y ha sido el más destacado, sumando tres dobles-dobles. El último, 21 puntos y diez rebotes, siendo decisivo para amarrar el pasaporte para la siguiente fase.

Ahora el conjunto extremeño deberá centrarse en el debut liguero, que le llevará a tierras navarras para medirse el sábado, a las 20.00 horas, en el polideportivo Sarriguren, al Castillo de Gorraiz Valle de Egüés, un recién ascendido.

Sobre el tiempo de preparación de una plantilla renovada en profundidad, el técnico cacereño, teniendo en cuenta sobre todo ese factor, se muestra satisfecho con el balance. «Es una buena pretemporada, todo lo que el club podía poner en nuestras manos ha ocurrido, amistosos, partidos de Copa, buena disposición para trabajar, los jugadores al 80-90% desde el primer día estábamos todos». También resaltó, que «el trabajo que han desarrollado los jugadores es bueno, con mucha alegría, con energía, dando la sensación de que cada día van creciendo».

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