Lo que necesitas saber:
The xx regresará en 2026 a los escenarios. Te contamos en 5 puntos la importancia de la banda en la música contemporánea.
Con los anuncios de las ediciones 2026 de los festivales Coachella y Primavera Sound, The xx romperán un silencio de 8 años, tras su última presentación, hasta hoy, en Nueva York en 2018. Este es un notición después de muchos rumores, aunque pudimos disfrutar de los proyectos individuales de Romy, Oli y Jamie (a quién intentamos sacarle la sopa de la reunión en esta entrevista).
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Aquí van cinco razones (y canciones que lo prueban) de por qué The xx dejó huella —y sigue vigente— en la música contemporánea.
La genialidad de The xx resumida en 5 claves
El minimalismo y los silencios en la música de The xx
Por allá del 2009, las listas de popularidad las encabezaba el recession pop con figuras como Lady Gaga, Black Eyed Peas y Katy Perry, y en lo menos mainstream, brillaba el indie sleaze, con un sonido bailable que unió al indie rock con la electrónica. Era un fin de década con estrellas y bastante estridencia, y entonces, llegaron unos outsiders a cambiarlo todo.
De pronto, escuchamos una banda que sin ruido y con una propuesta original y contrastante con el panorama musical, nos hipnotizó desde el inicio. The xx nos ofreció guitarras limpias, ecos sutiles, bajos que respiran, silencios que importan. Su economía de sonidos nos obligó a apreciar las notas, pero también los espacios, y lograron con pocos elementos, transmitir muchísimo.
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Nos sorprendieron con lapsos en los que dejaban que las cuerdas se diluyeran naturalmente, y eso también se plasmó en las voces, que dando recuentos sentimentales crudos, daban espacios reflexivos y profundos.
“Crystalised” lo muestra, con un riff repetido, voces que entran susurradas, construyendo tensión con lo mínimo. Otro gran ejemplo es “Angels”, que abre con una guitarra casi limpia, y la percusión apenas aparece, mientras Romy canta al frente y le escuchamos cada respiro.
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La producción elegante y sobria de Jamie xx
Jamie xx es simplemente un genio musical (te contamos más por acá). En The xx, nunca se impuso con efectos estridentes o beats potentes, como sí lo hace en su proyecto solista (les dejamos la reseña de In Waves por acá). Desde el primer disco de la banda, nos transporto a atmósferas enormes, con reverbs y conociendo el peso de cada elemento, alrededor de las voces de Romy y Oli.
En 2026 se cumplen 10 años del I See You, el disco en el que Jamie mostró más innovación en la producción de The xx. “On Hold” es ideal para ver ese balance. En la producción hay sampleo (de Hall & Oates) —una decisión creativa— pero no se convierte en trampa: las voces de Romy y Oliver siguen siendo el centro, con un beat complejo que no toma protagonismo.
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Contrastando con música “sobreproducida”, el estilo de Jamie, sobrio y como una sombra misteriosa al centro de The xx, se concentra en que nada sobre, y la ligereza de las rolas de The xx los hacen un proyecto que puedas escuchar sin cansar al oído.
La dinámica intrigante en las voces de Romy y Oliver
Romy y Oliver nos cautivaron desde el inicio, con voces entonadas pero susurradas, y que dejaban silencios a propósito en las rolas. No están ahí para cantar “igual”, sino para dialogar y mostrar los dos lados de cuentos amorosos desgarradores. Oliver tiende a usar un tono más grave y reservado, mientras que Romy suele cantar más alto, y la tensión musical del diálogo nos conmueve canción tras canción.
Las contestaciones entre Romy y Oli nos hablan directamente a quienes hemos estado en situaciones amorosas complicadas, y fue un gran acierto narrar en primera persona letras poéticas y directas.
“Islands” es un clásico que muestra esto. Ambos cantan casi en espejo, pero cada uno aporta una parte del relato de amor, y cuando coinciden en el coro, parece el cierre ideal de una apuesta amorosa.
Tenemos cortes más dramáticos, como “Sunset”, en la que imaginamos una plática que nunca pasó entre dos personas, que cantan preocupaciones por lo que pudo ser, regresando a ser extraños tras una ruptura. Una brutalidad.
El equilibrio ideal entre elementos orgánicos y sonidos digitales
The xx es difícil de definir. No es electrónica, ni un power trio de bajo, guitarra y percusiones. Es un proyecto que desafió cualquier idea que hubiera de una banda “común”. El híbrido entre guitarras limpias, bajos reales, pero también toques de sintetizador, de ambientaciones digitales, de beats o samples, les dió una personalidad propia.
En “I Dare You”, enseñan el equilibrio ideal, con un beat permanente de fondo, guitarras que flotan con reverbs, y un sintetizador que complementa la base. Por eso, The xx son un proyecto difícil de comparar con algo preexistente.
The xx es un proyecto crucial para entender la apertura a la vulnerabilidad
Lo más poderoso que hace The xx es que no pretende disfrazar su emoción con metáforas complicadas o historias inventadas. Exponen inseguridades, distancia, anhelos y silencios dolorosos e inexplicables. Y esa vulnerabilidad no sólo está en las letras: también en los huecos de sus canciones, las pausas, y las respiraciones. Llamaron la atención del mundo al tener letras brutales desde su primer disco.
Dentro de lo sentimental, nos han demostrado una gama amplia de matices: propuestas de un último intento (“Heart Skipped a Beat”, “Tides”); confesiones de amor sin límites (“Shelter”, “Islands”) o despedidas dolorosas (“Infinity”, “Fiction”). Sus proyectos como solistas nos han confirmado que son tres personas hipersensibles con un don para transmitir emociones.
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