La comunidad internacional ha reaccionado este martes a la propuesta de paz para Gaza, impulsada por Estados Unidos y que cuenta con el beneplácito del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Aunque todavía falta el sí de Hamás, los principales líderes mundiales han celebrado este plan de 21 puntos que pondría fin a la masacre en el enclave palestino y permitiría la liberación de rehenes.

La milicia, de momento, guarda silencio. Tiene tres días para pronunciarse y aprobar o no un plan que supondría su total rendición. Por ahora, solo ha lamentado no haber recibido los detalles de la propuesta ni haber formado parte de la negociación. Sus miembros han señalado que analizarán el plan y que están dispuestos a liberar a los rehenes, siempre y cuando eso implique el fin de la guerra y de la ocupación.

Mientras se espera la respuesta de la organización gazatí, Europa celebra el proyecto. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo acoge con satisfacción y celebra el compromiso de Trump para «poner fin a la guerra» en Gaza. «Animamos a todas las partes a aprovechar esta oportunidad. La UE está dispuesta a contribuir», ha escrito en X,. «Las hostilidades deben cesar con la prestación de ayuda humanitaria inmediata a la población de Gaza y con la liberación inmediata de todos los rehenes», añade.

Los máximos dirigentes de Francia, Italia, Países Bajos y Portugal han expresado su apoyo al principio de paz estadounidense. Todos ellos dicen «agradecer» los esfuerzos de Trump. El gesto contrasta con el movimiento diplomático de la última semana, cuando el estadounidense consideró que el reconocimiento de un Estado palestino era un «premio demasiado alto para los terroristas de Hamás» después de diez países validaran oficialmente su soberanía.

A esa lista también se sumó el Reino Unido, cuyo primer ministro, Keir Starmer, ha hecho este martes un llamado al «esfuerzo colectivo» que acabe con el conflicto. La reacción inglesa resulta especialmente significativa, porque la propuesta de Trump plantea la creación de un gobierno de transición, con Estados Unidos a la cabeza y acompañado por representantes internacionales como el exprimer ministro británico Tony Blair. Su relevancia aumenta si se recuerda que Palestina estuvo bajo mandato británico entre 1920 y 1948, y el papel decisivo que Londres jugó en el proceso de creación del Estado de Israel.

Sánchez insiste en que «hay que poner punto final a tanto sufrimiento»

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también ha celebrado la propuesta y ha apuntado a que «hay que poner punto final a tanto sufrimiento». En su mensaje ha vuelto a insistir en la solución de los dos Estados, una iniciativa que España impulsa en el ámbito internacional desde hace más de un año. Ha pedido un Israel y una Palestina que convivan «uno junto a otro en paz y en seguridad».» Es la única posible», ha sentenciado el jefe del Ejecutivo.

La de Sánchez es una referencia a ese punto que vislumbra al final del camino la posibilidad de un Estado palestino. Tras el encuentro, Netanyahu no se ha referido a apunte, pero en intervenciones anteriores ha dejado claro que seguirá oponiéndose a la soberanía palestina, lo que contrasta con los objetivos de esta nueva propuesta estadounidense. En redes sociales también se ha pronunciado el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que ve «realista» un plan «sin Hamás», «sin anexiones» y con un «gobierno tecnocrático» en Palestina «un futuro de paz es posible».

La mayoría de las reacciones siguen siendo positivas. Entre ellas, la del presidente del Consejo Europeo, António Costa, que ha pedido a las partes «aprovechar el momento para darle una oportunidad real a la paz«. Ha señalado que se siente «alentado por la respuesta positiva del primer ministro israelí», a la vez que ha reclamado el «fin de la guerra en Gaza».

Además, los líderes de Australia y Japón han asegurado que ven en el plan de Trump una «esperanza» hacia la paz. Todos ven con buenos ojos que el futuro de Palestina empiece a construirse bajo un Gobierno a las órdenes de la Casa Blanca. Debajo habría un Ejecutivo de palestinos «tecnócratas y apolíticos», según ha indicado Washington.

El mundo árabe acoge con satisfacción el plan

El mundo árabe ha acogido con satisfacción la propuesta y ha instado a Hamás aceptarla. Los ministros de Exteriores de siete países han publicado un comunicado conjunto para agradecer los «esfuerzos sinceros» de Trump para «terminar la guerra, reconstruir Gaza» y «prevenir el desplazamiento de personas palestinas».

Además de Indonesia, Jordania, Pakistán, Arabia Saudita y Turquía, han firmado el comunicado Catar y Egipto, los dos países mediadores entre Israel y Hamás, junto con Estados Unidos.

La Autoridad Palestina, que gobierna las partes de la Cisjordania no ocupadas por Israel, ha reiterado su compromiso de trabajar junto a Washington en este proceso de paz. Han confirmado su disposición a «involucrarse positivamente con todas las partes para alcanzar la paz, la seguridad y la estabilidad para los pueblos de la región». También ha recordado su compromiso con un acuerdo que asegure el envío de ayuda humanitaria a Gaza, la liberación de rehenes de ambos bandos, la prohibición de anexiones de territorios palestinos, el cese del desplazamiento forzado y la retirada completa de Israel de su territorio.

Sin embargo, Netanyahu ha reiterado que no quiere que la Autoridad Palestina gobierne en Gaza sin antes pasar por una transformación «clara y genuina». El mandatario estadounidense, ha dicho que la pelota está ahora sobre el tejado de Hamás y ha advertido que, si la milicia rechaza el plan, dará su «total apoyo» a Tel Aviv para que prosigan con su ofensiva. «Israel contaría con todo mi respaldo para terminar la tarea de destruir la amenaza de Hamás. Pero espero que lleguemos a un acuerdo de paz», ha dicho Trump a los periodistas en la Casa Blanca.

La propuesta abre un nuevo escenario político que despierta expectativas, pero que también genera dudas sobre su implementación real. La experiencia previa, con Israel rompiendo unilateralmente todas las treguas alcanzadas, hace que cualquier iniciativa de paz sea recibida con cautela.

Mientras, las bombas siguen cayendo sobre Gaza. En las últimas horas, en la capital del enclave han muerto otras 33 personas, que se suman al total de asesinados por las tropas israelíes, que superan ya los 66.000.