Europa prepara la creación de un “muro antidrones” como respuesta urgente a las crecientes incursiones de vehículos aéreos no tripulados en el flanco oriental, atribuidas principalmente a provocaciones rusas que han puesto a prueba la seguridad de la UE y la OTAN en los últimos meses. El acuerdo, alcanzado por los ministros de Defensa de Bulgaria, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía, junto a Hungría y Eslovaquia y con la participación de Ucrania y la OTAN, convierte a este sistema en una prioridad inmediata, y lo integra en una arquitectura defensiva europea más amplia en la que podrán sumarse progresivamente otros Estados miembros.
«Acordamos pasar del concepto a la acción concreta. Coincidimos en el punto más importante: la vigilancia del flanco oriental, con el muro de drones como núcleo, servirá a toda Europa», señaló el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius en una rueda de prensa tras mantener una videoconferencia con los ministros de Defensa de los mencionados países.
Kubilius señaló que la nueva estrategia europea de defensa estará basada en cuatro pilares: el «muro antidrones», con capacidades avanzadas de detección, seguimiento e interceptación; las defensas terrestres, entre ellas los sistemas antimovilidad; la seguridad marítima para los mares Báltico y Negro; y la vigilancia desde el espacio.
El muro antidriones, paso a paso
El plan contempla la integración de las capacidades nacionales ya existentes en los países del flanco oriental y la generación de una red coordinada de tecnologías de vigilancia, defensa electrónica, radares y sistemas de intercepción. Los elementos técnicos de este muro incluyen radares tácticos móviles y fijos capaces de detectar drones de gran tamaño a altitudes de hasta 8.000 pies y masas superiores a 300 kg, basados en tecnología AESA y sistemas como el radar Nemus, especialmente diseñados para identificar amenazas de baja cota como drones y municiones merodeadoras. Estos dispositivos se apoyarán en sensores acústicos distribuidos estratégicamente, monitores de frecuencias electrónicas e inteligencia artificial capaces de distinguir aeronaves no tripuladas de otros aparatos y elementos ambientales.
La red de defensa aérea incorporará sistemas de alerta temprana mediante plataformas aéreas y satélites capaces de transmitir datos a los centros de mando y control en tiempo real, con enlaces seguros y tecnologías definidas por software para la gestión integral del espacio aéreo aliado. Para la neutralización de amenazas, el proyecto prevé la utilización combinada de guerra electrónica, inhibidores omnidireccionales y sectoriales, fusiles antidrones y armamento cinético, además de artillería antiaérea de reacción rápida y misiles de defensa aérea terrestre con capacidad para interceptar drones a decenas de kilómetros. “Hoy he presidido una videoconferencia de alto nivel para acelerar la implementación de la Vigilancia del Flanco Oriental, nuestra iniciativa insignia destinada a proteger a toda la Unión Europea frente a las crecientes amenazas”, insistió Kubilius desde Finlandia, uno de los países más expuestos a la presión rusa.
El carácter interoperable y multinacional de la arquitectura antidrones permitirá reforzar las infraestructuras críticas y responder a la presión tanto en tierra como en el espacio aéreo y marítimo, con un sistema escalable que puede crecer en función de los avances tecnológicos y el nivel de amenaza. Bruselas ha anunciado el despliegue de fondos específicos para el desarrollo de esta tecnología. El Programa Europeo de la Industria de Defensa (EDIP) aportará 1.500 millones de euros entre 2025 y 2027, mientras que SAFE permitirá préstamos conjuntos de hasta 150.000 millones de euros para la adquisición de sistemas. El compromiso financiero está ligado a la presentación de aviones nacionales de inversión antes del 30 de noviembre, lo que acelera la puesta en marcha y amplía el acceso de los países participantes a la innovación y equipamiento de última generación.
El comisario europeo se comprometió a asegurar que esta iniciativa cuenta con el «impulso político» necesario en Bruselas y entre los socios comunitarios de cara al Consejo Europeo informal que se celebrará en octubre en Copenhague. También incidió en la urgencia de contar con un sistema de detección eficaz que cubra el vacío frente a los drones de pequeño tamaño y baja altitud: “Europa dispone de buena capacidad para detectar aviones de combate y misiles, pero no para localizar pequeños drones volando a baja altura. Necesitamos radares, sensores acústicos y todo tipo de equipos tecnológicos de vigilancia”, recalcó tras la videoconferencia con sus homólogos.
El mencionado Consejo Europeo de octubre discutirá los mecanismos técnicos, industriales y financieros para que la arquitectura antidrones sea realidad cuanto antes. Kubilius se comprometió a definir una hoja de ruta técnica concreta con ayuda de expertos nacionales y el asesoramiento de Ucrania, país que ha acumulado experiencia relevante en la defensa contra drones rusos durante el conflicto.
El ministro ucraniano de Defensa, Denís Shmigal, compartió en la reunión con sus colegas de la UE la experiencia práctica en el campo de batalla y ofreció información valiosa sobre las tácticas y sistemas que han resultado efectivos en la neutralización de drones en operaciones reales.
Referencia a España y Portugal
Preguntado durante su comparecencia por el grado de involucración de países del sur de Europa como España, Italia o Portugal, Kubilius quiso poner en valor que «algunos Estados miembros, no solo los de la franja oriental, están solicitando los préstamos» de la UE para el rearme.
Por su parte, el ministro finlandés de Defensa, Antti Hakkanen, sí dejó claro que «el norte de Europa fue bastante solidario con el sur durante la pandemia y ahora es nuestro turno. Los países del flanco este y norte de Europa deben tener también la solidaridad de la Europa occidental y del sur».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado la intención de invertir de forma adicional en alianza con Ucrania, haciendo de la integración ucraniana una referencia estratégica y técnica para el desarrollo de los estándares y protocolos de la nueva frontera antidrones. «Las repetidas violaciones de nuestro espacio aéreo son inaceptables. El mensaje es claro: Rusia está poniendo a prueba a la UE y la OTAN y nuestra respuesta debe ser firme, unida e inmediata», reiteró Kubilius, sumando la advertencia del ministro de Defensa de Polonia, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, quien considera «seria» la amenaza rusa y exige «una reacción muy radical» desde las instituciones europeas.
Los plazos del muro
El despliegue efectivo del muro antidrones podría finalizarse en el plazo de un año, según los expertos y responsables políticos, convirtiéndose en el núcleo de una arquitectura defensiva de nueva generación para Europa. La colaboración industrial, la actualización tecnológica y la transferencia de experiencia operativa entre países serán esenciales para garantizar el éxito de esta ambiciosa respuesta paneuropea ante una realidad marcada por ataques híbridos crecientes y una sofisticación cada vez mayor de las amenazas asimétricas. Los próximos meses serán decisivos para afianzar el rumbo político e industrial de la defensa común europea y para fijar, en la cumbre de Bruselas y en los encuentros sectoriales, el calendario y los estándares colectivos de un nuevo escudo tecnológico pensado para proteger el continente de incursiones no autorizadas y preservar la libertad de acción en el espacio aéreo y de información.