Doncic se sincera sobre la gran ventaja de haber perdido 14 kilos

Hombre de pocas palabras y tímido en contraste con el tormento que es en pista -esa fascinante disparidad fuera y dentro de la cancha tan inherente a los genios-, Luka Doncic comparecía sonriente en el Media Day de los Lakers, cara y corte de pelo frescos, hablando nada más sentarse de buenas a primeras sin que al ex del Real Madrid tuvieran que arrancarle las palabras como suele ser la norma.   

“¿Cómo estáis chicos? Os echo de menos”, empezaba diciendo un Doncic de un muy buen humor que sorprendió a los presentes con alguno que otro haciendo su incredulidad manifiesta, preguntándole al base si de verdad estaba entusiasmado de ver a los periodistas, esos a veces tan puñeteros.   

“Estoy muy entusiasmado, no puedo esperar para hacer entrevistas”, confirmaba el ’77’. 

Doncic, muy sonriente en el Media Day

LA Lakers

Luka Doncic, enterrado ya su rencor por la traición de los Dallas Mavericks, lucía feliz, frescura por fuera y por dentro permitiéndose esa irreverencia de vacilar a los periodistas, el único de todos los jugadores de los Lakers que pasaron por el micrófono que se permitió la licencia de comparecer vestido de una camiseta del equipo más de andar por casa y no el uniforme oficial. Y no cometió LeBron James a sus 40 años ese desliz porque, a fin de cuentas, y con tal puesta en escena, Doncic confirmó lo que han ido proclamando los Lakers durante el verano en detrimento de The King: él es el nuevo rey del mambo en Los Ángeles. 

Y esa camiseta bien apretada que le estaba con ese tipín de lo más fit que ha esculpido durante el verano, cero papada ya y bien marcada esa línea mandibular que advertía -y también envidiaba- en una retransmisión la ESPN Kendrick Perkins, entregado ya del todo a los placeres del paladar sentado en la poltrona de comentarista. Directo al grano como lo fue la pregunta, Doncic habló de cómo se siente con 14 kilos menos, una especie de sensación eufórica que ya exteriorizó en el Eurobasket.

“Diría que mucho menos cansado. Un poco más rápido como dije. Obviamente en Europa los partidos son de 40 minutos y en la NBA de 48, pero jugamos muchos partidos en no pocos días, pienso que la fatiga es lo más importante para mí ahora mismo”, destacó el base de 26 años, que dejó buena muestra en el Europeo con Eslovenia lo que puede llegar a hacer con su nuevo cuerpo con casi 35 puntos de media, cifra demencial considerando la mayor duración y más margen para la defensa del basket FIBA.