A lo largo de las décadas, ciertos personajes de ficción han conseguido conquistar a diferentes generaciones con más o menos éxito. Lo hemos visto con Los Ángeles de Charlie, Mickey Mouse y también con Sabrina. Esta última nació en 1962 entre las viñetas de un cómic de Archie para después convertirse en la bruja adolescente más famosa de los noventa y, posteriormente, en parte del catálogo de Netflix con un reboot. Sin embargo, fue la adaptación protagonizada por Melissa Joan Hart en 1996 la que se convirtió en un fenómeno de masas y creó uno de los universos más potentes de la época. En un momento en el que la nostalgia mueve montañas, el retorno de Sabrina parece ser una de las paradas más solicitadas, pero ¿estaría su actriz dispuesta a volver al papel?
El fenómeno de Sabrina, cosas de brujas
Sabrina, cosas de brujas se estrenó en 1996 como un segundo intento tras en lanzamiento de una película que sirvió como piloto y aprovechando el éxito que películas como Casper habían conseguido Ambas estaban protagonizadas por Melissa Joan Hart, pero fue esta adaptación televisiva al estio sitcom la que consiguió calar entre el público.
Pronto, tanto el personaje como la actriz se convirtieron en un icono del momento al estilo estrella de Disney. Incluso se llegó a ver a la actriz en un videoclip de Britney Spears muy popular en ese momento (Drive me Crazy), con la que compartió amistad y de la que habla en términos de arrepentimientos, ya que fue la primera en llevar a la cantante a un club. Se puede decir que el éxito de Melissa fue fácil: su madre, Paula Hart, era la productora de la serie, por lo que la elección de la actriz estaba clara desde un primer momento y no requirió de casting. Ahora cuesta imaginar a otra candidata que no sea ella.
Sabrina, cosas de brujas narraba los problemas de una bruja adolescente que intentaba abrirse paso en la magia, mientras llevaba una vida normal de instituto. Vivía con sus tias, Hilda y Zelda, y su gato Salem (el mismo que el de Hocus Pocus), que no solo era su compañero de fechorías, sino también un hechicero condenado a permanecer en forma felina. El humor con el que se trataban las situaciones, unido a la facilidad para conquistar al público joven gracias a los infortunios de Sabrina y los múltiples cameos de celebridades de la época, fueron clave en su éxito a nivel mundial. La serie se alargó durante siete años en los que Melissa, que ya tenía la veintena cuando comenzó con el papel, creció delante de las cámaras.
En el años 2003, la serie llegó a su fin. Varios actores, como Nate Richert (Harvey) o Beth Broderick (Zelda) habían abandonado sus roles con el paso del tiempo y la necesidad de retorcer la trama había hecho que la fórmula perdiera éxito. Por el camino, se lanzaron dos películas: Sabrina en Roma (que después imitaría Lizzie Mcguire con Lizzie Superstar) y Sabrina en Australia, que fueron repetidas en la televisión de la época hasta la saciedad.
Pero esta versión de Sabrina no solo llegó a la gran pantalla, sino que también impulsó una serie animada en el año 1999. Ambas alternativas se abrieron paso en el mundo de los videojuegos, entre los que destacan Sabrina: Potion Commotion o Sabrina Spooked. Estas adaptaciones para Game Boy Color, PC o PlayStation 2 podían ir desde la simulación hasta el plataformeo por niveles. En el caso de Spooked, incluso se podía controlar a Salem.
Si los videojuegos ya son poco conocidos, os va a sorprender saber que la popularidad de Sabrina fue tal que incluso tenía su propia revista y sí, estaba disponible en España. Sabrina’s Secret era un simulacro de diario en el que se añadía consejos de belleza, peluquería, actualidad o detalles de la serie. Además, cada número solía venir acompañado con un regalo.
Tras la finalización de Sabrina, se podría decir que Melissa Joan Hart desapareció prácticamente de la faz de la tierra, pese a haberse convertido en una de las grandes estrellas del momento. En ese sentido, vivió el «fenómeno Disney» que experimentan aquellas actrices que cogen un gran renombre de jovenes, como Demi Lovato o Miley Cyrus, y pronto las polémicas comenzaron a girar en torno a ella. Es conocido que, en lo más alto de su estrellato, estuvo a punto de ser despedida por posar de forma provocativa en una revista que la presentaba como «Sabrina» y no como «Melissa».
Una vez que terminó su desempeño en la serie, Melissa optó por una vida familiar temprana y por ponerse detrás de las cámaras en compañía de su madre. Formaron su propia productora y dieron lugar a series como El joven Sheldon. En el año 2010, comenzó su propio programa de televisión, Melisa & Joey. Fue en 2023 cuando pudimos asistir a un reencuentro de los actores de la serie con motivo del 27 aniversario de la misma, que la propia actriz compartió.
Publicación oficial de Melissa Joan Hart en sus redes sociales
Un regreso no parece contemplarse en el horizonte. Netflix decidió recuperar la franquicia con una nueva adaptación «Las escalofriantes aventuras de Sabrina» en el año 2018. Si bien consiguió cierta popularidad, su fama no pudo equipararse en ningún momento a la de la serie de los noventa, por mucho que esta siguiera una premisa más fiel a los cómics. La serie de brujas que sí que decidió regresar fue Embrujadas, que se presentó como la contraparte de Sabrina al presentar una premisa mucho más adulta y oscura, pero que llegó dos años más tarde, en 1998.