Por segundo año consecutivo el Veszprem está en la final del Mundial de Clubes, que en esta ediciòn se juega en El Cairo. Si el año pasado ganó en la final al Magdeburg (34-33), en este llega al último días tras derrotar hoy a los alemanes con más claridad: 23-20 (9-11).
El marcador refleja la poca eficacia de los ataques, que en ningún caso llegaron al 60 por ciento: 58 para los húngaros y 50 para los alemanes. Pero es que los ataques no fueron fluidos, y la prueba es que cada equipo dispuso de 40.
El islandés Kristjansson, el central estrella del Magdeburg, acabó con cuatro tantos, tres en la primera parte. Magnusson sólo aportó uno, y Claar, la otra figura de la primera línea, se fue a los cuatro.
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Se puede decir que la victoria del Veszprem fue cosa de sus egipcios: Ali Zein, ex del Barça, acabó con cinco tantos, los mismos que Mesilhy; y con cuatro Elderaa, el hermano del jugador azulgrana. Catorce entre los tres para remontar el partido.
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