Tres nombres sobresalieron en San Isidro para los aficionados. Tres toreros conocidos por el público venteño, que dejaron su sello en los tendidos, y que volverán a pisar el ruedo madrileño el próximo domingo: Uceda Leal, Fortes y Víctor Hernández se verán las caras … ante una corrida de Fuente Ymbro y El Puerto de San Lorenzo. Un cartel del gusto de la Monumental, que puso el primer lleno en un coloquio que ofrecieron los tres protagonistas este martes en la Sala Bienvenida, que acoge una bonita exposición dedicada a Paco Camino.
Uceda Leal cortó una oreja tras una breve y torera faena a un toro de La Quinta, y después ha toreado en Cuenca y Valladolid en una temporada «de un balance artístico corto, pero intenso y bueno». En la Champions cortó una oreja a un toro de Baltasar Ibán, mientras que en la ciudad del Pisuerga salió a hombros con una importante corrida de Victorino. En ambas corridas compartió cartel con Fortes, que rozó por naturales la puerta grande con la corrida de Araúz de Robles en la Monumental en el ciclo isidril.
«En ese momento no pensaba tanto en triunfar ni en qué iba a gustar al público de Madrid», recuerda el malagueño sobre esa tarde, que «ha marcado un antes y un después en mi carrera, por eso todos estoy ilusionado en venir el día 5, porque es un privilegio el volver a Madrid». Y recalcó que «muchas veces los toreros no nos damos cuenta de que hacer el paseíllo en Madrid es algo muy grande que está al alcance de muy pocos. Vemos la responsabilidad y la presión, pero es una fortuna. Vivir una tarde así ya es un regalo».
También lo ve así Víctor Hernández, que denominó su vuelta como una «bendición». Cortó una oreja de mucho peso a un toro de El Pilar: «Mi pasada tarde me encontré dos toros que no lo pusieron fácil, pero con ambos pude encontrar el toreo en algunos momentos. Me sentí realizado y me dio la oportunidad de estar aquí el domingo», como recompensa «al esfuerzo diario, porque el toreo te da muchas cosas buenas, pero también mucha incertidumbre». Se siente entendido por la afición madrileña, porque «entiende el toreo puro, y eso tiene su calado y su recompensa».
Cuando todo empezaba a ir rodado para Víctor, una fea cogida en Torrejón le dejó fuera de los ruedos mes y medio: «Cuando un toro te coge y te tiene parado, se te pasan muchísimas cosas por la cabeza. Pero cuando un toro te coge toreando encajado, como uno persigue, eso pasa a un segundo plano». El torero aprovechó ese tiempo para descansar, y volvió en Málaga, en una de las mejores tardes de su campaña: «Todo pasa por algo. Dios te pone las cosas para que aprendas. Estoy muy orgulloso de la temporada que he echado», a la espera del domingo.
En La Malagueta también cuajó una importante tarde Saúl, mencionándola como «la faena de mi temporada en la Corrida Picassiana». Orgulloso se muestra ahora recordando su año: «He tenido la fortuna de haber podido torear un buen número de festejos, que, sin ser una cifra alta, han sido de mucho compromiso en ferias y plazas de relevancia. No ha sido la temporada deseada en cuanto a triunfos, pero sí en ese camino que busco».
Madrid sonaba una y otra vez en la conversación, moderada por Marta Manzano, y en la que el público pudo intervenir y agradecer a los diestros la capacidad de emocionar a cuantos les ven, algo que correspondió José Ignacio, porque «Madrid ha sido mi motor por el apoyo que me ha dado». Ahora espera desorejar al toro de sus sueños: «Todos mis entrenamientos, desvelos y pasión por el toreo están en cuajar un toro en Madrid a mi forma, y si sigo con ilusión es gracias a esta plaza».
«Rotundidad» es lo que buscará Jiménez Fortes, que «de alguna manera ponga el broche bonito a esta temporada, y que todo lo que se quedó en puertas en san Isidro se remate». Los toreros siempre dicen que entrenan pensando en triunfar en la Cátedra del toreo, y el domingo será «una nueva oportunidad para poder conseguirlo» para Víctor. Pero, «como es muy difícil, al menos espero torear como siento, y que sea lo que Dios quiera».
¿Por qué gusta tanto al aficionado este cartel? Hernández dio en el clavo con la respuesta: «Este público tan increíble tiene unas características que no tiene ningún otro. Somos tres toreros a los que nadie nos ha regalado nada, y nos merecíamos estar con una corrida buena». Si un toro embiste, pueden salir los presentes toreando por Alcalá.