Los resultados de un ensayo de fase II indican que el tratamiento neoadyuvante con tislelizumab y quimioterapia ofrece beneficio en pacientes con cáncer de cuello de útero en estadios IB3/IIA2. La combinación terapéutica, aplicada durante tres ciclos antes de la cirugía, se asoció a una tasa de respuesta objetiva del …


Los resultados de un ensayo de fase II indican que el tratamiento neoadyuvante con tislelizumab y quimioterapia ofrece beneficio en pacientes con cáncer de cuello de útero en estadios IB3/IIA2. La combinación terapéutica, aplicada durante tres ciclos antes de la cirugía, se asoció a una tasa de respuesta objetiva del 90%, con respuesta completa en casi el 57% de las pacientes. Notablemente, el 66% presentó respuesta patológica completa y el 13% respuesta patológica mayor, resultando en una respuesta patológica óptima del 80%. 

Wenxin Liu, científico de la Universidad Médica de Tianjin y codirector del estudio, afirma que a los 18 meses el 90% de las pacientes siguió libre de enfermedad, sin que se registraran fatalidades ni se llegara a alcanzar la mediana de supervivencia global. El investigador prosigue indicando que aunque la respuesta se correlacionó con la expresión de PD-L1 en el tumor, una paciente con niveles bajos de este punto de control inmunológico también se benefició significativamente del tratamiento. 

Éste mostró un perfil de seguridad aceptable, ya que sólo el 26% de las pacientes experimentó efectos adversos de grado 3, sin ningún caso de toxicidad de grado 4. Liu señala que aunque la quimioterapia con cisplatino y la radioterapia son la opción de tratamiento establecida en este tipo de cáncer, la recurrencia local y las metástasis distantes ocurren en hasta el 10 y el 30% de las pacientes, respectivamente. Adicionalmente, el valor de la terapia neoadyuvante con cisplatino en tumores localmente avanzados sigue siendo materia de debate, lo que hacía necesario un ensayo como el actual, concluye el investigador.


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