La boca alberga una comunidad compleja de bacterias, hongos y otros microorganismos que conviven de manera habitual sin causar problemas, pero cuya alteración se ha relacionado en los últimos años con distintas enfermedades. Más allá de las encías y los dientes, la investigación científica está descubriendo que este ecosistema oral podría tener efectos en órganos alejados de la cavidad bucal.

Un reciente estudio publicado en JAMA Oncology aporta nuevas evidencias de que ciertos microbios presentes en la saliva están asociados con un mayor riesgo de cáncer de páncreas, uno de los tumores más agresivos y difíciles de detectar en etapas tempranas. La investigación, de carácter prospectivo, abre una vía prometedora para utilizar los microorganismos orales como posibles biomarcadores de alerta temprana.

El estudio se basó en datos de dos grandes cohortes epidemiológicas de Estados Unidos (la Cancer Prevention Study II Nutrition Cohort y el Prostate, Lung, Colorectal, and Ovarian Cancer Screening Trial). En total, se analizaron muestras de saliva de 122.000 participantes, a quienes se les hizo un seguimiento promedio de casi nueve años.

Durante ese período, 445 personas desarrollaron cáncer de páncreas; cada una de esas fue comparada con un ‘control’ apareado que no tuvo cáncer, emparejando edad, sexo, raza y momento de la recolección de la muestra oral. Para caracterizar los microorganismos, los investigadores emplearon secuenciación de genoma completo (para las bacterias) y secuenciación ITS (para hongos).

Entre los hallazgos más relevantes:

  • Se identificaron tres bacterias periodontales (Porphyromonas gingivalis, Eubacterium nodatum y Parvimonas micra) asociadas con un riesgo mayor de cáncer pancreático.
  • También, mediante un análisis más amplio del microbioma (a nivel bacteriano y fúngico), se encontraron 24 especies adicionales que individualmente mostraban asociación con aumento o disminución del riesgo.
  • En cuanto a los hongos, el género Candida (un tipo de levadura) apareció relacionado con un mayor riesgo de cáncer de páncreas.
  • Los investigadores calcularon un “índice de riesgo microbiano” (Microbial Risk Score, MRS) basado en 27 especies orales. Por cada aumento de una desviación estándar en ese índice, el riesgo de cáncer pancreático aumentaba aproximadamente 3,4 veces.

En conjunto, tener esas combinaciones microbianas se relacionó con más del triple de riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.

Limitaciones

Los autores del estudio insisten en que estas asociaciones no prueban causalidad: es decir, no podemos afirmar que esos microorganismos “causen” directamente el cáncer. Sin embargo, la naturaleza prospectiva del estudio (el microbioma se evaluó antes de que los casos de cáncer aparecieran) fortalece la hipótesis de que los cambios microbianos podrían preceder al desarrollo tumoral, en lugar de ser un efecto del cáncer o sus tratamientos.

La población del estudio es estadounidense, lo que plantea interrogantes sobre la aplicabilidad de los resultados a otras regiones o grupos étnicos. No se examinaron los virus orales, que podrían también influir en el riesgo.

¿Qué implica para el futuro?

Este trabajo sugiere que el perfil microbiano en la boca podría convertirse en una herramienta no invasiva para identificar personas con mayor riesgo de cáncer de páncreas, particularmente en un contexto donde no hay métodos de detección temprana ampliamente efectivos.

También refuerza la importancia de la salud bucodental: aunque no se ha demostrado todavía que el cepillado o el hilo dental prevengan directamente el cáncer pancreático, mantener las encías sanas puede tener beneficios más allá de una buena dentadura.