Cuando un deportista se relaja delante de un micrófono, y si además lo hace en su zona de confort, de vez en cuando aparecen entrevistas … que rezuman sinceridad y cercanía. Algo alejado de los vídeos de medio minuto en las redes sociales, que es la tendencia. Es lo que sucedió con Jean Montero, en Santo Domingo, en el podcast de Abriendo Sports. Allí, durante casi hora y media, el base del Valencia Basket se abrió. Con todo. «Este año tuve ofertas de la NBA pero no es lo que andamos buscando, en uno o dos años saldrán mejores. Hablaron con mi agente Houston y Boston pero no es lo que andamos buscando, ahora tenemos otras cosas», se sinceró cuando fue preguntado por ese tema, dejando claro que «la idea de ir a la NBA está ahí porque esa es la meta». De momento, rechazó esa idea para acabar ampliando su contrato con el Valencia Basket hasta 2028. ¿Por cuánto? «Es mucho dinero», resumió con una amplía sonrisa. «El tema del dinero no es algo que me mueva mucho. Yo me aferro a mi gente y a mis amigos del barrio. Si puedo ayudar, ayudo. Trato de mantener los pies en la tierra y ser humilde».

Una de las partes más interesantes de la entrevista fue la referida a su relación con los entrenadores. Por ejemplo, que le gusta sugerirles jugadas: «Me creo jugadas y se las cuento a los entrenadores para probarlas, porque van a salir. Siempre trato de tener una buena relación con el entrenador, como ahora con Pedro Martínez. Si les das confianza en la relación, ellos te la dan a ti. La gente no lo sabe pero hacer que los entrenadores confíen en el jugador es muy importante. Trabajé en Dominicana con sistemas desde los 12 años y es muy fácil aprenderme cualquier jugada».

Sobre su forma de expresarse en la pista dejó claro que «es mi forma de jugar y lo hago siempre sin faltar el respeto», reconociendo que le ha creado algún conflicto: «Tuve un problema en Murcia y me dijeron de todo, sin razón, por hacer el gesto en la cancha del ‘too small’. Me querían matar y el entrenador me sacó de la pista». Eso sí, reconoció que «a Pedro Martínez no le gusta eso, me dice que no lo haga, que cuando meta una canasta me vaya a defender rápido. Es su forma de ser y le respeto».

Para Montero, el pabellón más caliente de la ACB es el Nou Congost: «La pista más dura para jugar en España es la de Manresa. No es grande y los aficionados están muy encima, con todos voceando. En Manresa sientes un ambiente que es a fuego. En Madrid, por ejemplo, no es un ambiente tan exigente en ese sentido». De la última temporada en Valencia, donde el conjunto taronja llegó a la final de la Liga Endesa, su mejor recuerdo es haber hecho disfrutar a la gente: «Esta temporada la afición del Valencia Basket se ilusionó por el estilo de juego. La gente me paraba por la calle y me decían que se iban a sacar las entradas porque le habíamos dado ilusión».

El lado más personal de la entrevista le hizo confesar sus rutinas. «Me cuesta despertarme temprano», admitió, «y en un día normal en Valencia lo hago entre las ocho y media y las nueve cuando entrenamos a las once. Mi rutina del día de partido nadie me la cambia. Después de comer tengo que dormir una hora y media o dos horas. Eso nadie me lo puede quitar. Cuando me despierto, me ducho y me tomo un café. Si no me bebo el café es que no va bien la cosa. Llegamos dos horas antes de cada partido y una de las cosas que hago es hacer 300 tiros, contando las ‘flotadoras’ o los tiros libres». Seguirá siendo ‘el problema’ taronja.

Sobre su trabajo en las vacaciones, los entrevistadores se sorprendieron con su rutina: «Tiro hasta que me canso, en un día relajando puedo hacer 300 y 400 tiros metidos desde todas las posiciones de la pista». Algo que llevó a hablar del diferente estilo de juego entre Estados Unidos, que el dominicano probó cuando estuvo en la academia Overtime, y en Europa: «El baloncesto americano es más de talento, de lo que tú trabajas en el uno por uno, y el europeo es una combinación de eso más el juego colectivo y organizado. Ahora se está jugando más rápido en Europa y eso le está dando buenos resultados pero sigue siendo más tranquilo».

En la charla le apretaron la la vida social en España. Uno de los temas más tabú en cualquier entrevista con un deportista profesional. ¿Jean Montero sale por Valencia? «A mi nadie me va a grabar gracias a dios, tal vez no lo haga o tal vez lo haga y nadie sepa. Los días después de partido siempre te dan libre, si quieres salir para tomarte una cerveza tienes que haber ganado porque si pierdes y sales te llaman los de arriba. Puede ser que si ganas te puedas tomar tu cervecita». Eso sí, despejó claramente la duda al reconocer a lo que dedicó buena parte de su tiempo de ocio en Valencia la pasada temporada: «No salgo mucho porque me enganché en noviembre a jugar a Call of Duty, con los compañeros o amigos de Dominicana. Soy siempre de lo que rescata. Cuando se conecta Joel Soriano siempre lo mando al frente. Me paso hasta cinco horas relajando».

El taronja confesó admirar al actual MVP de la ACB: «Me encanta ver jugar a Marcelinho Huertas porque cuando sale del pick and roll me gustaría estar en su cuerpo y en sus ojos para saber qué es lo que él ve en esa situación para hacer todo lo que hace después. Pasa, tira y hace cualquier cosa». Y sobre Campazzo, con el que vio las caras en la reciente final de la ACB, reconoció que «siempre han saltado chispas, también con la selección. Pero siempre desde el respeto. Es muy incómodo de defender porque es muy rápido y se te mete por donde quiera».