Santi y Álvaro Vega de SeoaneSanti y Álvaro Vega de Seoane

Hay competiciones que son mucho más que una sucesión de torneos. El Audi quattro Cup, el circuito amateur por parejas más importante del mundo, que lleva más de tres décadas siendo un catalizador de pasiones, amistades y experiencias únicas que trascienden lo puramente deportivo. En España, pocas familias simbolizan mejor ese espíritu que los Vega de Seoane. Han hecho del circuito una auténtica tradición familiar.

En la casa de los Vega de Seoane, el Audi quattro Cup ha sido el centro de cientos de conversaciones y planes de fin de semana. Lo cuenta Álvaro, hijo, con la perspectiva de quien ha crecido viendo a su padre y a sus hermanos involucrados en la competición. “Para nosotros nunca fue solo golf. El circuito se convirtió en un espacio donde compartir tiempo, ilusiones y viajes. Nos ha dado la oportunidad de conocer rincones increíbles del mundo y vivir experiencias que de otra manera hubieran sido imposibles”, recuerda. De hecho, todavía se recuerda en casa con humor el doble bogey de Álvaro en el hoyo 18 de la final que se celebraba en Australia y que les impidió hacerse con el título por un sólo golpe.

Porque lo cierto es que el Audi quattro Cup no se limita a ser un calendario de pruebas locales, territoriales, nacionales e internacionales. Lo que lo convierte en especial es la forma en la que consigue que los jugadores se sientan parte de algo más grande, que saboreen el juego en un entorno cuidado al detalle y que, al mismo tiempo, lo compartan con las personas más cercanas. En el caso de los Vega de Seoane, eso significa familia.

El patriarca, Álvaro padre, jugó durante más de dos décadas en el circuito, inculcando a sus hijos esa mezcla de competitividad y compañerismo que caracteriza al torneo. Los tres hermanos —Álvaro, Santi y Javi— crecieron en ese ambiente, empapándose de la pasión de su padre. Con el tiempo, pasaron de acompañarle a ser protagonistas en los torneos, y juntos fueron tejiendo una historia marcada por el Audi quattro Cup. Eso sí los Álvaros reconocen que no pueden jugar juntos porque se ponen muy nerviosos. No hay historia más familiar que esa.

Uno de los puntos álgidos en las últimas dos décadas llegó con la victoria de Santi y Javi en la Final Nacional. Aquella gesta les abrió las puertas de la Final Internacional en Mayakoba, México. “Fue una experiencia inolvidable”, coinciden en señalar. “No se trataba solo de competir, sino de representar a tu país, de vivir una semana donde todo estaba pensado para que te sintieras especial. El circuito nos regaló la posibilidad de viajar, conocer a jugadores de todo el mundo y compartirlo como hermanos. Es de esos recuerdos que quedan para siempre”.

La lista de destinos recorridos gracias al circuito habla por sí sola: República Dominicana, México, Las Vegas, Australia… Lugares que cualquier aficionado al golf sueña con conocer y que, para esta familia, llegaron de la mano de la competición. Cada viaje fue un capítulo de una historia común que ha reforzado los lazos entre padres e hijos, entre hermanos, entre generaciones.

Ese es quizá uno de los mayores valores del Audi quattro Cup: su capacidad para unir a las personas en torno a una pasión compartida. Lo demuestra la historia de los Vega de Seoane, donde el golf se convirtió en un lenguaje común con el que transmitir valores, compartir experiencias y acumular recuerdos que traspasan la frontera del deporte.

Hoy, con el paso de los años, la tradición continúa. Los nietos ya miran al circuito con la misma ilusión con la que lo hicieron sus padres y sus tíos. La tercera generación de Vega de Seoane se está preparando para recoger el testigo y mantener vivo ese legado.

Más allá de tarjetas, festejos o trofeos, lo que queda es el espíritu de un circuito que ha sabido convertirse en un punto de encuentro para familias enteras. De hecho, en la Final Territorial Oeste de la presente edición Ignacio y Antonio Morillo-Velarde Fuentes, los hermanos Manuel y Vital Hevia Palacios Juan Alcántara jugando con su madre Carmen Domínguez se ganaron el pase a la Final Nacional y en la Territorial Este también fueron otras tres parejas de padre e hijo los que consiguieron el pase, Luis García del Campo, Luis García Gutiérrez, Jordi Serrano Santafé y Josep Serrano Alsina y, otros históricos del circuito, Juan Luis Gnecco Suárez y Jesús Gnecco Lorente.

Esa es la realidad. Audi quattro Cup no es solo la historia de un circuito amateur, es también la de tantas familias que, como los Vega de Seoane, han encontrado en él una forma única de compartir vida y deporte. Y esa es quizá la victoria más importante de todas.