El Club Baloncesto Canarias debutará como local en la Basketball Champions League el próximo martes, 14 de octubre, frente al Bnei Herzliya. Un encuentro que ha suscitado polémica debido a la presencia del equipo israelí en suelo tinerfeño con el conflicto que azota este territorio y el de Palestina.
El encuentro se disputará en el Santiago Martín, pero el momento se desconoce en que condiciones se hará, pues la directiva aurinegra sopesa celebrar la segunda jornada de la BCL a puerta cerrada. Aniano Cabrera, presidente del CB Canarias, señaló durante la mañana de este miércoles en los micrófonos de Cope Tenerife que el consejo de administración busca la medida que «mayor seguridad» pueda garantizar a todos.
Desde la entidad lagunera no se descarta ningún escenario para el partido ante el Bnei Herzliya salvo jugar en una cancha neutral. La decisión se tomará con poca antelación, según se vayan conociendo más detalles sobre lo que rodeará el encuentro. La máxima de la directiva aurinegra es velar por la seguridad ciudadana.
«Hay muchos aficionados que se desplazan con sus hijos, y de una edad, que se pueden ver envueltos en una situación comprometida. Puede que no pase nada o que pase«, reflexionó Aniano Cabrera sobre lo que puede deparar el encuentro. El presidente de La Laguna Tenerife indicó estar a disposición de lo que dictamine la FIBA y la Subdelegación del Gobierno.
Polémica con la presencia del deporte israelí en Tenerife
El azar del sorteo de la Basketball Champions League se suma a la polémica que ha suscitado la presencia de La Vuelta Ciclista a España en Tenerife para 2026. En la última edición, las protestas propalestinas se sucedieron en el entorno de la carrera debido a la presencia en el pelotón del Israel Premier-Tech.
Fotomontaje con una imagen de La Vuelta de este año (EFE) con corredores del Israel Premier-Tech y banderas de Palestina de fondo. En el centro, unos ciclistas con las vistas al Teide. / EFE / E.D.
La Vuelta sufrió distintos parones y tuvo que cambiar su recorrido por las protestas. Hay un principio de acuerdo entre Gobierno de Canarias, Cabildos de Tenerife y Gran Canaria y la dirección de una de las mejores competiciones ciclistas del mundo para que las etapas finales se vivan en suelo canario después de más de cuarenta años. Un acuerdo que se tambalea ante la posible presencia del IPT.