AlienPlanetaTierraPotada

Género: Ciencia Ficción, Terror.
Creador Noah Hawley.
Reparto: Sydney Chandler, Alex Lawther, Essie Davis, Samuel Blenkin, Babou Ceesay, Timoty Olyplant, Adarsh Gourav, Erana James, Lily Newmark, Jonathan Ajayi, David Rysdahl, Diêm Camille G., Moe Bar-El y otros.
Producción: FX Productions, Scott Free Productions, 20h Television, 26 Keys Productions, Brandywine Productions y Living Films.
Canal: Disney Plus

El mes de Septiembre ha pasado y con él ha llegado el fin del último producto relacionado con la franquicia Alien, que comenzara en aquel lejano 1979 cuando Ridley Scott sorprendió a propios y extraños con la magistral Alien: El Octavo Pasajero.

La franquicia vive ahora uno de sus mejores momentos, al menos en lo que a popularidad y ganancias se refiere, pues cada poco tenemos en cines productos relacionados con ella, siendo el más reciente en este sentido Alien: Romulus de 2024 y, en televisión, bajo esa Fox que desde ya unos años es propiedad de Disney, Alien: Planeta Tierra.

Como showrunner detrás de esta serie y como creador de la misma, tenemos a Noah Hawley, uno de los pesos pesados en televisión a la hora de aportar a la pequeña pantalla ideas nuevas y frescas sobre universos previos ya existentes.

Pues bien, habiéndose estrenado ya los ocho episodios que forman esta primera (y de momento) única temporada, y dado que, como es habitual en este tipo de productos la serie ha generado una clara división de opiniones, dos de nuestros aguerridos redactores han decidido dar un paso al frente y medir sus diferencias en lo relativo a esta serie no a través del camino de la violencia (como quizás ellos querían) sino mediante una reseña doble en la que cada uno se posiciona en un extremo, aportando sus opiniones sobre esta serie.

A FAVOR
Alien: Planeta Hawley, por Raúl Gutiérrez.

Quien conoce a Noah Hawley a través del visionado de sus distintos productos, sabe que el escritor y productor neoyorkino tiene una visión muy particular de aquellas historias que adapta, en las que prima su idea sobre el universo en cuestión que el ser fiel a un canon preestablecido.

Más allá de que eso pueda molestar más o menos a espectadores más puristas, la realidad es que si acudimos a Legión, serie de tres temporadas emitidas entre 2017 y 2019 en las que se narraba la turbulenta historia (y los problemas mentales) de David Haller, el mutante hijo de Charles Xavier, en la misma tenemos un viaje psicodélico y lisérgico a través del perturbado cerebro de Haller, en el que las referencias a los cómics Marvel protagonizados por La Patrulla X eran constantes, pero siempre al servicio de la historia, y no al revés.

De este modo, teníamos la Rey Sombra como absoluto villano de la función, pero este personaje distaba mucho de aquel que fue concebido en 1979 por Chris Clraremont y John Byrne.

Del mismo modo, en el año 2014 Noah Hawley llevó a la televisión su adaptación de Fargo, la película homónima de los hermanos Coen estrenada en cines de todo el mundo en 1996. Sin embargo, si bien las referencias a la primera película estaban ahí y eran más que evidentes, a lo largo de sus (por el momento) cinco temporadas, la serie ha creado su propio universo sobre delincuencia y miseria humana en el que apenas queda nada de la película con la que todo empezó.

Y así llegamos a esta Alien: Planeta Tierra, serie en la que Hawley pretende llevar la franquicia a sus orígenes pero de una forma distinta a lo que hacen películas como Prometheus o la inolvidable Alien: El Octavo Pasajero.

En esta ocasión, Hawley nos narra el primer encuentro de los terrícolas con un xenomorfo, no solo con el Alien clásico sino con toda una pléyade de criaturas alienígenas del más diverso tipo (algunas ya vistas antes en otros productos de la franquicia y otras completamente nuevas) a raíz de el aterrizaje accidentado de una nave espacial de Weyland Yutani en la Tierra, concretamente en las instalaciones de la empresa rival, Prodigy.

Desde el inicio, lo que Hawley realiza es llevarnos más cerca de los orígenes de este mundo en el que empresas como Weyland Yutani tienen soberanía total y práctica sobre los ciudadanos, y lo hace contándonos como hasta cinco compañías mercantiles salvaron la Tierra de su colapso haciéndose cargo de su mandato.

alien

En esta primera temporada conocemos a Yutani y a Prodigy, si bien de haber futuras entregas de la serie, esperamos conocer a las tres restantes. A través del forzoso aterrizaje antes narrado seremos testigos de la pugna entre Yutanti y Prodigy por el dominio de las criaturas xenomorfas con las que la nave espacial en cuestión iba cargada, aprovechando Prodigy para realizar con ellas todo tipo de experimentos.

Aquí entramos en una de las innovaciones a esta franquicia que introduce esta serie, la de la transferencia de “almas” a falta de mejor definición de niños a cuerpos adultos perfectos y muy superiores al cuerpo humano clásico, técnica con la que se nos introduce a Marcy/Wendy (Sidney Chandler), una de las protagonistas de esta historia, siendo el carácter de niños de ella y del resto de los personajes uno de los mayores atractivos de la serie.

Será su hermano Joe (Alex Lawther), médico que acude al rescate de la nave accidentada quien poco a poco trate de asimilar la situación, así como la existencia de su hermana (a la que creía fallecida) y la lucha contra el ansia megalómana de Prodigy y de su CEO, Boy Kavalier (Samuel Blenkin).

A lo largo de la serie vamos siendo testigos del peligro que tiene encerrar a varias criaturas xenomorfas en un mismo lugar repleto de humanos (normales y mejorados) al tiempo que vamos comprendiendo qué clase de mundo despiadado (y desgraciadamente preconizador de lo que pudiera acontecer en nuestro mundo) es este en el que el ansia acaparadora de las grandes empresas lo es todo, anteponiéndose a cualquier moral o buena costumbre.

Si bien la premisa es similar a la de Alien: El Octavo Pasajero o Alien: Romulus, Noah Hawley aprovecha muy bien el formato de serie para dar más trasfondo a cada personaje y aspecto de la trama y desarrollar la supervivencia contra los xenomorfos de una forma más psicológica menos orientada al enfrentamiento directo, dotando de un trasfondo más que necesario a la franquicia.

De este forma, Alien: Planeta Tierra construye una trama muy solvente y bien ejecutada, combinando misterio con acción y todo ello con un muy buen aderezo de efectos especiales.

Desde luego, y para quien esto escribe, una de las mejores series del año que sin duda, se va a mi top 10 particular.

EN CONTRA
PROMETHÍAS, por Sergio Fernández Atienza.

Tras el sinsabor que supuso Alien: Covenant, la trilogía iniciada con Prometheus por Ridley Scott quedó en suspenso. Era cuestión de tiempo que la franquicia se reactivase. Lo que no podíamos pensar en aquel momento, ni los más optimistas del lugar, es que las propuestas (como los Petit-Suisse) iban a venir por partida doble. Si bien abusó del fanservice y la mayoría de los personajes carecían de carisma alguno, Alien: Romulus nos regaló varios escenones, devolviendo al redil a la oveja descarriada. Los amantes de los xenomorfos estábamos de enhorabuena. Lo mejor estaba por venir, pensaba. No podía estar más equivocado.

Más allá de que una de las criaturas más terroríficas de la historia del cine diera el salto a la pequeña pantalla, resultaba imprescindible que un mandamás de primer nivel estuviera al frente del proyecto. No solo el mencionado Scott, cabe recordar que James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeunet se pusieron detrás de las cámaras en Aliens, Alien 3 y Alien: Resurrección, respectivamente. El nombre de Noah Hawley parecía toda una garantía. Este escritor neoyorquino había llevado a buen puerto Legión, arriesgadísima serie de culto con Dan Stevens encarnando al desequilibrado David Haller. No solo eso, sino que Hawley consiguió mantener el espíritu de los hermanos Coen ampliando el universo de Fargo a lo largo de cinco temporadas con un auténtico all-star interpretativo (Billy Bob-Thorton, Martin Freeman, Ewan McGregor, Carrie Coon, Chris Rock, Jon Hamm, Juno Temple, Kirsten Dunst, Jesse Plemons, Patrick Wilson, David Thewlis, Mary Elizabeth Winstead…). Si bien su debut en cine (Lucy in the Sky) puede considerarse como fallido, el romance de Noah Hawley con la televisión (casi) le hacía parecer boleto ganador.

De esta guisa, el pasado 13 de agosto llegaban a la plataforma de Mickey Mouse los dos primeros episodios para ser engullidos consecutivamente. Mis primeras impresiones fueron realmente buenas. Como ya era sabido, una nave se estrellaba en nuestro planeta y su interior guardaba más sorpresas que un huevo Kinder. Más allá de nuestro xenomorfo favorito, otras especies habían sido capturadas para tener sus particulares capítulos de gloria. Alien: Planeta Tierra fue concebida como precuela de Alien: el octavo pasajero. El hecho de que el escenario principal fuera nuestro mundo (y no el espacio), era un aspecto más que atractivo a la hora de desarrollar la historia. Con las limitaciones típicas de las precuelas, Hawley podía expandir la mitología más terrenal. Por supuesto que Weyland-Yutani ya era una poderosísima corporación pero, por el momento, la competencia resultaba feroz. Hasta cinco corporaciones se repartían los restos de las antiguas democracias caídas en desgracia. Una de ellas, Prodigy (con el insoportable Boy Kavalier a la cabeza) recibe como agua de mayo la accidentada nave de Yutani.

Finding Neverland. Una de las principales novedades de Alien: Planeta tierra es que un nutrido grupo de sus personajes son niños que, estando en estado terminal, han dejado sus cuerpos finitos en pos de la inmortalidad. Estos híbridos “perdidos” están liderados por Wendy en un claro paralelismo con Peter Pan. Sydney Chandler (Wendy), hija del también actor Kyle Chandler, llama poderosamente la atención en los primeros episodios gracias a su presencia y determinación. Sin embargo, según han ido pasando las semanas, el aumento de sus poderes tecnológicos, así como la comunicación que ha mantenido con los xenomorfos han lastrado al personaje por culpa de una narrativa descuidada. A pesar de las buenas interpretaciones tanto de Adarsh Gourav, Lily Newmark, Erana James, como de Jonathan Ajayi, el flojo desarrollo de sus personajes así como las cuestionables decisiones que han tomado en puntos concretos de la serie, no han ayudado a que el interés creciese, si no todo lo contrario.

Del resto de protagonistas, dos han destacado por encima del resto. El Kirsh de Timothy Olyphant recuerda al Roy Batty de Blade Runner. Esta adaptación de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Philip K. Dick) revolotea en el ambiente cuando Noah Hawley y compañía se ponen sesudos tratando de dar mayor profundidad a un producto que, en ocasiones, coquetea con la serie B. He visto cosas que no creeríais, pero no ha sido, en absoluto, para bien. Nada que objetar con la intención, pero si con la ejecución, un tanto superficial. Un guion perezoso tampoco ha ayudado a que la trama gozara de una férrea coherencia interna. No hace falta afilar en exceso el bisturí para dejar al descubierto momentos que han dado absoluta vergüenza ajena y que han preferido (o evitado) explicar.

Species (Especies mortales). Ojete con lo que te digo. “El pulpojo” gana el concurso de criaturas letales capturadas para poner en riesgo de extinción a una humanidad que lo va pidiendo a gritos. Pese al claro peligro que presentan, ni en la nave, ni una vez que Prodigy se hace con ellos, la seguridad parece que sea algo capital. Es casi imposible desconectar el cerebro y dejarse llevar por la cantidad de sinsentidos absurdos que tienen lugar en esta primera temporada. Samuel Blenkin, como el citado Kavalier, es un genio (o eso insisten en decir), que se comporta como una versión preadolescente de Timothée Chalamet. Como si de Frankenstein se tratara, el creador entrando en conflicto con sus creaciones, no es la quintaesencia de la originialidad, pero podría haber dado mayor juego de estar tratado con mayor mimo. Una verdadera lástima.

En cuanto al xenomorfo… podemos afirmar que, a nivel visual, es la versión más pobre y menos aterradora de cuantas hemos visto en pantalla. Un CGI dañino a la vista y un disfraz para ir con los colegas en Carnaval no han hecho justicia a esa criatura que, teóricamente, es un organismo cuya perfección estructural solo está igualada por su hostilidad. Qué decir de haber rebajado al alien a una domestificación bajo el “Cucurrucucú Paloma” que silva Wendy cuando pintan bastos. En una de las escenas finales, con Xenomorfo y Xenomorfito formando tándem no pude evitar recordar aquello de ”Capitán Cavernícola… e hijo”. Un auténtico cúmulo de despropósitos.

Género: Ciencia Ficción, Terror. Creador Noah Hawley. Reparto: Sydney Chandler, Alex Lawther, Essie Davis, Samuel Blenkin, Babou Ceesay, Timoty Olyplant, Adarsh Gourav, Erana James, Lily Newmark, Jonathan Ajayi, David Rysdahl, Diêm Camille G., Moe Bar-El y otros. Producción: FX Productions, Scott Free Productions, 20h Television, 26 Keys Productions, Brandywine Productions…

#ZNCine – Crítica Doble de Alien: Planeta Tierra, de Noah Hawley

#ZNCine – Crítica Doble de Alien: Planeta Tierra, de Noah Hawley

2025-10-01

Sergio Fernández Atienza

Raúl Gutiérrez – 8

Sergio Fernández Atienza – 4

60

6
Dual

Alien: Planeta Tierra suscita opiniones muy opuestas entre los dos redactores de nuestra web que se han atrevido a verla y a hablar de ella, lo cual es una muestra muy clara, de que quizás como especie humana estamos acabados, y necesitamos que un xenomorfo acabe con nosotros de una vez.

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