Steven Spielberg en una charla sobre ‘Tiburón’ en Los Ángeles en 2025. (REUTERS/Daniel Cole)
Antes de Avatar y Los Vengadores. Antes, incluso, de la película de Titanic con la que James Cameron se proclamó el “rey” del mundo, la corona y el cetro del monarca de las taquillas en Hollywood pertenecían casi exclusivamente a una sola persona: Steven Spielberg.
El director estadounidense batió récords de recaudación en la década de los 70 con Tiburón, una de sus primeras películas, y volvió a romper todos los moldes establecidos siete años después con E.T. el extraterrestre. Sin embargo, su verdadero golpe en la mesa se produciría en la década de los 90 con otro título del que hoy muchos espectadores siguen disfrutando y que ha dado paso a una enorme franquicia: Jurassic Park.
Steven Spielberg en el rodaje de ‘Jurassic Park’. (Twitter/@PrimeVideoLat)
Con un estreno arrollador en 1993, el filme dirigido por Steven Spielberg superó la barrera de los 900 millones de dólares en taquilla a nivel mundial —el equivalente a más de 1.600 millones de dólares actuales según criterios inflacionarios—, y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos hasta la llegada de Titanic. Por si fuera poco, la película dejó una huella indeleble en la cultura popular, situando a los dinosaurios en el epicentro del entretenimiento de masas.
Sin embargo, el propio Spielberg mantiene una perspectiva sorprendentemente fría con respecto a su obra más lucrativa. En una entrevista concedida al periodista Peter Biskind en 1997, el cineasta se distanciaba emocionalmente del proyecto al afirmar que Jurassic Park “ni siquiera está entre las cinco mejores” películas de su filmografía. Una confesión desconcertante para muchos admiradores que consideran la película un hito revolucionario, no solo por su éxito económico, sino por su impacto técnico. Al fin y al cabo, la película fue pionera en la integración de efectos digitales y animatrónicos, erigiéndose como un referente para generaciones posteriores de cineastas.
Imágenes de ‘Jurassic Park’
En cuanto a ese Top-5 del que quedaría fuera este clásico de ciencia ficción, el director alude a la conexión emocional que le vincula más a otras producciones. “ET fue una película muy personal para mí”, explicaba como ejemplo, y añadió que fue precisamente esta la razón por la que, cuando el estudio le propuso realizar una secuela, prefirió negarse categóricamente. “No quería arruinar algo que creía que era casi una película perfecta”.
En contraste, Spielberg no tuvo problemas a la hora de rodar una secuela de Jurassic Park, El mundo perdido, tras enfrentarse a una “gran demanda del público” y a miles de cartas de niños suplicando la continuación de la saga. “Después de todos esos años de negarles la secuela de E.T., no podía soportar al mismo niño de nueve años, ahora diciendo… ‘¿Por qué no están haciendo la secuela de Jurassic Park?’”. Sin embargo, al mismo tiempo reconoce que esta secuela solo fue posible por el hecho de que esta película “no le importaba tanto”.
El caso de Malasia se destaca por la rigidez con la que las autoridades aplicaron su normativa sobre contenidos audiovisuales.
En 1997, cuando Spielberg hizo estas declaraciones, su filmografía sumaba quince largometrajes, entre los que se incluían Tiburón, E.T. el extraterrestre, En busca del arca perdida, Encuentros en la tercera fase y La lista de Schindler. Faltaban aún por estrenarse otros grandes hits del director, como Salvar al soldado Ryan o Atrápame si puedes, entre muchas otras. Un hecho que hace aún más impactante el hecho de que Jurassic Park no lograra colarse entre sus favoritas.