
El centro de Sevilla suma una nueva propuesta gastronómica difícil de pasar por alto. Desde el pasado 25 de septiembre funciona en la calle Cuna una cafetería de especialidad que rompe con todos los esquemas: no tiene acceso al interior, no cuenta con mesas y la atención se realiza únicamente a través de dos agujeros en la pared.
Una idea provocadora que ya está dando de qué hablar tanto por su estética como por su concepto.
Una cafetería de especialdiad diferente en pleno centro
El establecimiento ocupa lo que antes era una tienda de ropa, junto a las conocidas Galerías Madrid. Su fachada es un muro liso en el que se abren dos agujeros: uno para realizar el pedido y otro para recoger la bebida. Con el paso de los días, los clientes han ido dejando dedicatorias, frases y mensajes, de manera que la pared se ha convertido en un improvisado mural lleno de firmas y recuerdos.
Los responsables del proyecto lo definen como «mucho más que una experiencia», jugando con un eslogan tan sugerente como polémico: «Aquí te daremos placer por el agujero». La referencia, ligada al mundo sexual, busca provocar y a la vez asociar el café con sensaciones intensas.
Precios y carta del local
La cafetería ofrece café de especialidad con precios en la línea de otros locales del centro:
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Doble espresso (S): 2,20 €
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Cortado (S): 2,20 €
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Latte (M): 2,70 €
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Capuccino (L): 3 €
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Flat white (M/L): 2,50 / 3,20 €
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Latte macchiato (L): 3,20 €
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Las versiones frías tienen un suplemento de +0,30 €.
Además, la carta incluye cafés especiales bautizados como «fetiches», con sabores como pistacho, galleta Lotus, caramelo o mocha. Su precio es de 4,50 € en tamaño grande, también con recargo si se piden fríos. La propuesta se completa con tés matcha, frappés y una selección de leches vegetales y siropes para personalizar las bebidas.
Una propuesta arriesgada
La estética moderna y provocadora no convence a todos. El hecho de que un local tan llamativo se ubique en una de las calles más icónicas de Sevilla genera opiniones encontradas: mientras algunos celebran la originalidad de la propuesta, otros consideran que desentona con el entorno tradicional de la zona. Como ya pasó con el famoso local de gofres con formas de partes íntimas.
Lo que es indiscutible es que la cafetería ha conseguido atraer la atención en muy poco tiempo. Los curiosos se acercan tanto para probar el café como para fotografiar el peculiar muro, lo que ha convertido el espacio en un pequeño fenómeno en redes sociales.
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