Una idea se viene rumiando durante toda la semana: la OPEP se prepara para abrir los grifos al máximo y concluir su plan de aumentar la producción en tiempo récord, mucho antes de lo que anticiparon los mercados. Si bien había rumores, los principales medios ya anuncian que se está preparando un aumento de 500.000 barriles diarios por reunión a partir de este mismo mes de octubre, lo que llevaría al cártel a bombear al máximo este mismo año tras un largo periodo de recortes con los que intentaba limitar el mercado. En un momento donde ya se planteaba un superávit petrolero que estaba hundiendo los precios, los analistas y observadores del mercado creen que esta traca final producirá un gran desplome en el barril.

La OPEP retiró un total de 3,66 millones de barriles entre 2022 y 2023, y el plan era volver muy suavemente a estas cifras desde el arranque de 2025. El planteamiento inicial hablaba de aumentos progresivos de 130.000 barriles, pero la furia de Arabia Saudí contra los rebeldes (que llevaban años saltándose la cuota) como Kazajistán e Irak, sumado a la voluntad de recuperar parte de la cuota de mercado perdida tras años de inacción, provocó un enorme cambio de paradigma. Cuadruplicando el ritmo, la alianza cerró en verano la primera fase de flexibilización devolviendo 2,2 millones de barriles al mercado, cuando se esperaba en un principio no llegar ahí hasta finales de 2026.

Con la primera fase de su objetivo ya cumplida, la siguiente etapa que tiene por delante el cártel mantiene el objetivo de incrementar la oferta de petróleo en otros 1,65 millones de barriles diarios. A partir de ahora, todos los aumentos de producción que haya se enmarcarán dentro de este objetivo, y esta semana ha surgido el rumor de que la Organización está planeando llevar a cabo un incremento de producción de medio millón de barriles diarios, a partir del mes de noviembre, en fases de tres meses en tres meses, por lo que el objetivo total quedaría cumplido, de confirmarse esta operación, antes de que termine el año que viene. Este aumento se confirmará, o se desmentirá, en la reunión del 5 de octubre, el próximo domingo.

La misma OPEP habló de esta opción calificándola como «noticias engañosas», y alegan que «rechazamos de forma firme las piezas periodísticas que apuntan a que se está discutiendo un aumento de la producción de 500.000 barriles. Son afirmaciones inexactas y engañosas. Actualmente las conversaciones pertinentes no han comenzado, por ello la OPEP insta encarecidamente a los medios de comunicación a actuar con responsabilidad para evitar especulaciones innecesarias en el mercado».

Los precios que esperan los analistas

A pesar de este mensaje, los mercados no descartan la opción y las caídas que se han visto los últimos días no se han repuesto. Uno de los últimos en hablar del tema ha sido Macquarie. La consultora anticipa que el petróleo caerá al rango de los 50 dólares el barril de Brent en los próximos trimestres debido a las expectativas de que se «castigue el exceso de oferta» a medida que se expande la producción. «Seguimos siendo fundamentalmente bajistas respecto al complejo energético», afirmaron analistas, entre ellos Marcus Garvey, en una perspectiva trimestral para una amplia gama de materias primas.

En concreto, la firma habla abiertamente de unos 57 dólares el barril ante «un exceso severo de oferta», para posteriormente seguir bajando en los años posteriores salvo grandes cambios. Desde ING definen lo que está pasando como «ruido de la OPEP en crecimiento». La firma neerlandesa explica que «si las afirmaciones son ciertas, esto incrementará la magnitud del superávit durante el cuarto trimestre de este año y el próximo. El mercado debería tener más claridad el 5 de octubre, cuando el grupo decida los niveles de producción para noviembre».

Unicredit, por su parte, explica que «los precios del petróleo bajaron tras los informes de que la OPEP+ probablemente volverá a aumentar la producción en noviembre». La firma italiana comenta que espera importantes bajadas. «Mientras la OPEP+ busca recuperar terreno, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha reintroducido una agenda energética estadounidense con un enfoque firme en la oferta, centrada en la desregulación y la expansión de los combustibles fósiles».

Según la Agencia Internacional de la Energía, tras los últimos aumentos de producción de la OPEP, se espera que haya un superávit de 2,1 millones de barriles diarios en la segunda mitad del año y 3,3 millones de barriles diarios en 2026. Macquaire da por hecho un excedente de 3 millones de barriles el último trimestre y Rystad Energy lo mismo pero con 2,2 millones de barriles diarios. Esto solo con las cifras iniciales de la OPEP. Sin embargo, si se añaden estos 1,5 millones de barriles diarios, estaríamos hablando de un abismo mucho mayor.

La IEA ahora espera que el crecimiento de la demanda se mantenga en los 700.000 barriles diarios el año que viene, la misma cifra que en 2025, mientras que, en la parte de la oferta, el aumento será mucho mayor, de 2,1 millones de barriles diarios, contribuyendo a alimentar la sobreoferta récord en la que se encuentra el mercado en este momento.

Actualmente los precios se mantienen sin cambios ante una gran acumulación de China, que está aprovechando los precios para comprar compulsivamente y llenar sus reservas estratégicas. Desde S&P Global destacan que China ya acumula cerca de 540.000 barriles diarios en inventarios en lo que va de año. Se trata del mayor ritmo de almacenamiento visto desde 2020 en el país.

Cuando esta demanda se disolvió, los analistas ya daban por hecho un desplome generalizado de los precios entre el final de este año y el inicio del siguiente. Concretamente, desde S&P Global hablan de un riesgo inmediato de que se pierdan 10 dólares por barril y un descenso acelerado hacia los 55 dólares».

De media, el consenso de analistas que recoge la agencia Bloomberg espera que el precio del barril siga acercándose hacia el entorno de los 60 dólares en los próximos años. En el caso del Brent europeo, desde los 66 dólares actuales, los expertos esperan que el barril cierre el año 2026 en el entorno de los 62,8 dólares, un descenso cercano al 5% en los próximos 14 meses.

El consenso de analistas espera que el precio del barril se acerque al entorno de los 60 dólares en los próximos trimestres

Norbert Rücker, director de investigación económica de Julius Baer, señala cómo «la subida del petróleo por encima de 70 dólares fue aparentemente efímera y los precios han vuelto al rango de cotización reciente». Rücker considera que «el mercado petrolero debería registrar superávit a medida que crece la producción en Sudamérica y Oriente Medio, mientras que la demanda del mundo occidental se estanca. Prevemos que el petróleo cotizará hacia los 60 dólares y mantenemos nuestra opinión neutral».

Hay analistas, como es el caso del equipo de expertos económicos de Bloomberg, que lo ven por debajo de los 60 dólares en los próximos años. Su estimación es que la producción se incremente en 2,98 millones de barriles diarios en 2026, «asumiendo que la OPEP+ aumente su oferta en 137.000 barriles diarios cada mes, y que alcance su objetivo de 1,65 millones de barriles diarios en septiembre de 2026». En este contexto, el superávit de 2025 se quedará en 1,14 millones de barriles diarios, y crecerá hasta los 3,3 millones el año que viene.

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