‘La Promesa’ no habría ganado un Emmy a mejor telenovela si no hubiese sido por los secretos de la familia Luján o los amores imposibles que terminaron siendo posibles. En cualquier historia que se precie, hay personajes que conquistan al público, pero también hay otros que consiguen ser odiados por la mayoría. Ella es la marquesa Cruz Ezquerdo. Ha complicado el día a día de cualquiera que se cruzaba con ella por el palacio. Sin embargo, en marzo sorprendía con una inesperada salida tras ser acusada y encarcelada por el asesinato de Jana Expósito

Aunque no aparezca en pantalla, la marquesa sigue presente en ‘La Promesa’. Hace apenas unas semanas veíamos cómo la familia Luján recibía un inquietante retrato de ella. Su ausencia ha dejado muchas preguntas sin respuesta. Eva Martín, la actriz que la interpreta, ha dado un paso al frente para hablar sobre su repentina marcha: «Yo hubiera seguido porque estaba muy feliz haciéndolo». Ha desvelado el verdadero motivo de su salida de la ficción y ha adelantado que sí que existen posibilidades de que regrese –en algún momento–. 

Lo ha hecho en una distendida charla con la periodista costarricense Glenda Umaña. ‘La Promesa’ tiene adeptos más allá de las fronteras españolas; Cruz Ezquerdo, también. La marquesa de Luján ha sido parte imprescindible en la ficción. Eva Martín la ha interpretado durante más de 550 capítulos, lo que para ella ha supuesto un desgaste físico y emocional.

La Promesa RTVE
El verdadero motivo por el que abandonó ‘La Promesa’

La actriz es consciente de que en una ficción coral como ‘La Promesa’ es habitual que haya rotación en los personajes. La llegada de nuevos protagonistas permite el descanso de aquellos que llevan más tiempo, algo que tanto ella como Ana Garcés habían solicitado. «Me sorprendió que tanto Ana Garcés, Jana en La Promesa, como yo pedimos a la producción ejecutiva sacarnos de la trama para descansar un tiempo y quizás hacer otras cosas», relata, dejando claro que su salida no tiene que ver ni con problemas con la productora ni por exigencias del guion. «Obviamente, había que armar un argumento para hilar todo eso», añadía.

Cruz y Jana La Promesa

Eva Martín y Ana Garcés pidieron que se sacaran a sus personajes de la trama «para descansar un tiempo y quizás hacer otras cosas”

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Esta petición se tradujo en uno de los momentos más complejos de ‘La Promesa’. Los espectadores tuvieron que afrontar la muerte de Jana y la detención de la marquesa de Luján. Se trató de un giro inesperado en la trama, pero uno que justificaba la salida de ambas actrices.

El reto que supuso interpretar a Cruz Ezquerdo

Las jornadas de rodaje de ‘La Promesa’ son maratonianas. Sacar adelante una serie diaria supone «un trabajo intenso». «Después de dos años y medio sin parar, necesitas descansar, dejar de estudiar un tiempo, atender tu vida personal y familiar y hacer diferentes personajes», añadía en la citada entrevista. No fue una decisión fácil. «Yo lo disfruté mucho y me costó despedirme de todo el equipo», aseguraba, dejando constancia de lo agradecida que está de haber formado parte de ‘La Promesa’. 

Eva Martín lleva desde marzo sin aparecer en las emisiones de ‘La Promesa’. Sin embargo, los espectadores de la ficción siguen preguntándose si Cruz regresará a palacio o no. La marquesa de Luján está encarcelada por el asesinato de Jana, aunque la verdadera culpable es Leocadia. Según adelanta la propia actriz, todo apunta a que la condena que tendrá que cumplir va a ser larga: «En principio esta etapa está concluida para mí, pero no se sabe». 

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«Cruz está en la cárcel porque ha sido muy mala. ¿Que esté pagando justo por algo que no cometió? Es cierto, pero se merecía un escarmiento», reflexionaba la actriz en la citada charla. El hecho de que siga viva –aunque esté encarcelada– mantiene viva la posibilidad de que regrese a la ficción. «En una serie diaria, un personaje que no muere puede reaparecer en cualquier momento si la historia lo requiere. (…) Mientras haya Promesa, hay marquesa. La marquesa, en la cárcel, ha hecho de las suyas. Da señales», concluye, dejando entrever que aún le queda guerra por dar.