“Esta madrugada no hemos podido dormir mucho”, admitió ayer Pedro Sánchez, antes de participar en la cumbre de la Comunidad Política Europea en Copenhague, tras haber permanecido la víspera muy pendiente, hasta altas horas de la noche, de la suerte que corría la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza, una vez interceptada por buques militares israelíes.

El jefe del Ejecutivo ya instó el día anterior a Benjamin Netanyahu a no atacar a la flotilla, que ayer reiteró que “no representa ningún peligro para el Gobierno de Israel”, por lo que confió en que la reacción del Estado hebreo “no represente ninguna amenaza tampoco para la flotilla”. Pero, una vez ya detenidos y pendientes de deportación sus integrantes –entre ellos, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau–, Sánchez reclamó a Netanyahu que respete “los derechos” de los activistas.

En todo caso, advirtió: “Desde España vamos a garantizar la protección diplomática y de los derechos que puedan ser menoscabados por la acción del Gobierno israelí”. El mundo, recordó, está mirando: “Todas las sociedades del mundo están manifestando su solidaridad humanitaria con la tragedia que se está viviendo en Gaza”.

“Estudiaremos cualquier tipo de acción”, advierte el presidente, cuando regresen los activistas

Miles de estudiantes, de hecho, se manifestaron ayer, en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, en la Puerta del Sol de Madrid y en otras muchas ciudades españolas, ante la detención de la flotilla, para exigir el fin del “genocidio” en Gaza.

Pero la detención de la flotilla, como ya ocurrió ante el plan de paz para Gaza de Donald Trump, está reabriendo las tensiones en el seno del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar. Unas discrepancias que habían quedado solo en parte superadas con el acuerdo del decreto ley para el embargo total de armas a Israel, que se votará el próximo martes en el Congreso –justo cuando se cumple el segundo aniversario de los ataques terroristas de Hamas– sin garantías de convalidación por la posición muy crítica que mantiene Podemos.

La formación que lidera Yolanda Díaz condenó “el ataque de Israel contra la flotilla”, y lo consideró “una violación de la legalidad internacional”, ante lo que volvió a demandar la ruptura de todas las relaciones de la UE con el Estado hebreo. Y sus ministros salieron en tromba: Ernest Urtasun denunció el “acto de piratería” de Israel, Sira Rego pidió la expulsión de la misión diplomática hebrea en España, y Pablo Bustinduy zanjó: “Ni el Gobierno español ni ningún Gobierno ha hecho lo suficiente para impedir este lamentable desenlace”.

El ministro Bustinduy resalta la discrepancia desde Sumar: “El Gobierno no ha hecho lo suficiente”

Preguntado por las demandas de Sumar, Sánchez optó por la prudencia: “Vamos a estudiar todos los aspectos de esta cuestión”, alegó. Sin descartar nada, no obstante. “Para nosotros, ahora mismo, lo más importante es la seguridad de nuestros compatriotas y que regresen pronto a casa. A partir de ahí, estudiaremos cualquier tipo de acción”, admitió.

Por lo pronto, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, volvió a convocar a la encargada de negocios de la embajada israelí en Madrid, Dana Elrich, para protestar por la detención de los activistas. Prosigue así la escalada de tensión diplomática abierta entre ambos países hace ya dos años. Netanyahu, de hecho, ya retiró a su embajadora, Rodica Radian-Gordon, en mayo del 2024, cuando España reconoció al Estado de Palestina.

Albares también anunció el desplazamiento del cónsul español en Tel Aviv, junto a dos miembros de la Guardia Civil –uno de ellos, agregado de Interior–, para atender a los 65 activistas españoles. El titular de Exteriores resaltó así el objetivo de preservar “su integridad física y sus derechos”, y que regresen lo antes posible a España “en total libertad”, dijo en TVE.

El Ejecutivo rechaza las burlas sobre la flotilla que atribuye a una “derecha cruel y extremista”

La Fiscalía, por otra parte, incluyó la interceptación de la flotilla en su investigación sobre posibles crímenes contra la humanidad del Ejército hebreo en Gaza. Estas actuaciones del Ministerio Público, que arrancaron a petición de la fiscal de sala de Derechos Humanos, la exministra Dolores Delgado, en el marco de los procedimientos abiertos por la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, ya fueron bienvenidas por el Gobierno.

La crisis de la flotilla agitó el ya convulso escenario político, y provocó la suspensión del pleno en el Parlament de Catalunya al tiempo que generó una enorme bronca en la Asamblea de Madrid. Isabel Díaz Ayuso se burló de lo que tachó de “asamblea de facultad flotante”, y su portavoz, Carlos Díaz-Pache, de la “batucada por el Mediterráneo”. El secretario general del PP, Miguel Tellado, aprovechó para criticar que Sánchez encontró en la flotilla una nueva “cortina de humo” para “tapar las miserias de su Gobierno”.

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“Ninguna duda de que esta derecha cruel y extremista se habría burlado de Rosa Parks cuando la sacaban a la fuerza de aquel autobús”, replicó a su vez el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños.

Contra Colau y la flotilla
Ayuso lidera las mofas del PP 

El pleno de la Asamblea de Madrid estalló ayer con Gaza como telón de fondo y una bandera palestina como detonante. El emblema, colocado sobre el escaño vacío de la diputada de Más Madrid Jimena González –embarcada en la flotilla interceptada por el ejército de Israel–, acabó siendo retirado por orden del presidente de la Cámara, Enrique Ossorio (PP), entre protestas de la oposición. Pero el ambiente ya venía caldeado por las mofas de los populares a costa de los activistas asegurando que, con los arrestos, “se está poniendo fin a la batucada del Mediterráneo”. Isabel Díaz Ayuso capitaneó las burlas asegurando que, ahora que los integrantes “ya se han dado el baño” , podrán vivir de “subvenciones para chiringuitos, teatro y cine”. Y su portavoz, Carlos Díaz Pache, amplió las chanzas bautizando a Más Madrid como “Hamas Madrid” por participar de una expedición fletada “para hacer el indio”. Incluso ironizó con Ada Colau –la exalcaldesa de Barcelona es una de las arrestadas– ridiculizándola como “esa gran heroína que se ha sacrificado por todos para bañarse en las calas de Ibiza y las islas griegas”. En su réplica, la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, hizo su propio diagnóstico de “la huida hacia adelante” del PP para no reconocer el “genocidio” del Gobierno de Netanyahu. Y advirtió a la presidenta de la Comunidad de que cada vez está “más alejada” de la ciudadanía. / Asier Martiarena