Desde el primer momento, Rafael ha estado seguro de que su hermano Julio había sido asesinado, y siempre ha tenido claro quién era la culpable: Úrsula. El Gálvez de Aguirre ha investigado quién sirvió aquella merienda, y desde que supo que había sido Ana, el joven ha estado presionando a la doncella para que confesar el crimen. Sin embargo, siempre que tenían una conversación entre ellos, Úrsula aparecía, lo que provocaba que la criada no dijera nada. Pero finalmente, la culpa ha podido con Ana, que no puede más y ha confesado a Rafael el crimen. ¿Te has perdido el momento? ¡Te contamos todo lo que le ha contado!

Ana confiesa toda la verdad sobre la muerte de Julio

Tras la sentida conversación que Rafael tuvo con Ana en la capilla, la criada se ha presentado en la biblioteca para hablar con el Gálvez de Aguirre. «Sé muy bien lo que es perder un hermano, don Rafael», comienza diciendo, confirmándole que perdió a dos de los suyos por el tifus: «Somos una familia pobre, no podíamos costear un galeno que los atendiera. Murieron consumidos por las fiebres ante nuestros ojos sin que pudiéramos hacer nada».

El hijo del duque lamenta la pérdida de la criada, pues tuvo que ser terrible para ella y su familia, aunque le confirma que sus hermanos sufrieron tanto que para ellos casi fue un alivio verlos morir: «Por eso comprendo su dolor». Rafael se lo agradece, pero lo que no esperaba el Gálvez de Aguirre es que por qué le cuenta todo esto. «Quiero hablar con usted en confianza, sin el riesgo de que vuelva a sorprendernos la señorita Úrsula, ni nadie», termina diciendo.

El joven anima a la doncella a cerrar la puerta y continuar con la conversación en privado. «¿Sabe por qué puse las flores en la tumba de don Julio? Su hermano era un buen hombre, y su muerte, como la de mis hermanos, nunca tuvo que acaecer por injusta», empieza su discurso, unas palabras que provocan la emoción de Rafael, de acuerdo con lo que ha dicho, y volviéndole a preguntar si fue Úrsula quien provocó el fallecimiento de Julio: «Ana, sé que has venido a contármelo. Sé que has venido a limpiar tu alma, tu conciencia. Es el momento de hacerlo. Ana, por favor, mírame. No puedo más, no puedo vivir con esta sensación que también conoces. La sensación de perder a un hermano injustamente y no poder hacer justicia, y con tu ayuda sí podré. Por favor, dime, ¿fue Úrsula o no?».

Al principio, parece que Ana va a echarse atrás en sus intenciones, pero finalmente termina confesando lo que todos sabemos: «Perdóneme don Rafael, nunca tuve que provocar tanto dolor. Nunca tuve que aceptar lo que me propuso. Fui yo, yo serví la merienda y, en contra de lo que le dije, sí estaba emponzoñada, y lo sabía. Fue la señorita Úrsula quien puso el veneno en la bebida».

El plan de Úrsula para eliminar a Ana

Tras confesar que ella había matado a Julio, Úrsula regresa a la alcoba de su tía para reunirse con Victoria, que no se sorprende de verla allí. «¿Ya has hablado con ellos, verdad? Es lo único que justifica que me estés aquí esperando cuando ya deberías estar en tu alcoba», le dice. La joven le confirma que ha hablado con los hombres que le indicó y que está todo hablado con el cabecilla. La duquesa de Valle Salvaje se interesa por el plan, y la Salcedo de la Cruz no duda en hacérselo saber: «Mañana Ana irá al pueblo con la excusa de realizar un recado. Será un camino solo de ida. Cuando menos se lo espere, la asaltarán y acaben con ella».

Victoria, preocupada porque extremen las precauciones para que no haya testigos, se relaja al saber que Úrsula lo tiene todo controlado: «Por eso no se preocupe. En cuanto terminen con el trabajo desaparecerán como alma que lleva el diablo. Nadie los relacionará con su muerte cuando encuentren el cuerpo». Sin embargo, la duquesa va más allá, y aconseja a su sobrina que no dejen pruebas, ni si quiera el cadáver de la criada,. «Al parecer hay una fosa cerca del pueblo, donde los lobos y los buitres…», le confirma Úrsula, aunque Victoria no deja que termine.

Valle Salvaje – El plan de Úrsula para eliminar a Ana

Ana revela a Rafael los planes de Úrsula

Ana le explica a Rafael los motivos por los que hizo caso a la señorita Úrsula: su madre está muy enferma y ella le dio todo el dinero que necesitaban para contratar a un galeno. «Y también me amenazó, me dijo que si contaba algo haría daño a mi familia, y yo sé que lo que he hecho es imperdonable, pero póngase en mi lugar», añade nerviosa. El Gálvez de Aguirre le pide tranquilidad y que le cuente cómo sucedieron los hechos desde el principio.

«La señorita Úrsula me dijo que me necesitaba para un remedio, y me dio un papel para que se lo diese al mozo del boticario. Me pidió discrepción y que todo el asunto quedara entre ella y yo. Y yo le traje el remedio», comienza diciendo la doncella, que es cortada por Rafael cuando intenta adelantarse a ella llegando a la muerte de Julio, pero en realidad eso no es lo que le dijo: «Al principio me hizo creer que quería darle un susto a alguien, a alguien diferente a Julio: a su prima, a doña Adriana«.

Rafael no puede creer que Úrsula quisiera darle un escarmiento a Adriana a la vez que Ana se defiende: «Yo no soy una asesina, tiene que creerme, fue la señorita Úrsula quien planeó todo, quien puso el veneno en la copa y quien decidió dárselo a don Julio». La doncella recibe todo el apoyo del Gálvez de Aguirre, al que confirma que no le contó por qué se lo dio realmente a Julio en vez de Adriana. «Yo solo serví la merienda como ella me ordenó, y ahora estoy involucrada en el asesinato del primogénito de los Gálvez de Aguirre», dice antes de hundirse.

Valle Salvaje – Ana revela a Rafael los planes de Úrsula

¿Qué hará ahora Rafael con toda la información que tiene? ¿Le contará a la Santa Hermandad las sospechas confirmadas que ha conseguido? ¡No te pierdas los próximos capítulos de la serie!