Catorce años sin el torero que amó a Atrevido como «se ama a una mujer», casi tres lustros sin Antoñete, sin el maestro del mechón blanco sin monumento… Hasta que Morante de la Puebla echó la pata p’alante para organizar un festival y … elevar una estatua inmortal para Chenel en un homenaje el día de la Hispanidad en el que el Genio ha pensado en todos los detalles: su toro también será blanco, como aquel de aquella mítica faena al de Osborne en mayo del 66, una de las más cantadas en la historia de Las Ventas. «Cuando pasaba bajo mi mando, el placer me inundaba y gocé como nunca», contaba Antoñete. Presumido se llamará el de Morante, pariente lejano según el ganadero de aquel famoso Atrevido.
Es imposible entender a Madrid sin Chenel, y a Chenel sin Atrevido, aquel bravo toro de la histórica ganadería gaditana. Y el Genio, que mira con mimo todo lo que ocurra el próximo 12 de octubre por la mañana, pidió que el novillo fuera también ensabanado. «Fue muy emocionante cuando nos llamó el maestro», cuenta a ABC el ganadero.
Además, Emilio González de San Román Osborne, confirma que Presumido, el novillo para Las Ventas, tiene «el mismo pelo que Atrevido», y un detalle más romántico aún: «Muy por atrás, es descendiente directo de Atrevida». Volver a Madrid es «mucha responsabilidad, y a ver si sale un toro como otros toros célebres que han salido en la ganadería, y lo disfrutamos».
La única pega que encuentra Osborne es que, siendo ensabanado, «como es un pelo recesivo, tenemos menos para elegir». Pero el cigarrero quería que fuera así. «La abuela daba muy bien, la madre es la primera vez que vemos un producto de ella, y como querían ensabanado, tenemos menos posibilidades…». Además lidiarán un solo ejemplar (el de rejones será de El Capea, y los demás de Garcigrande, cuarto, que será de El Vellosino): «Si hubiera sido entero el festival con nuestra ganadería, habría sido más bonito. Pero que Morante nos haya elegido para nosotros es un privilegio y un orgullo para nosotros».
Chenel y el toro blanco de Osborne
Botán
El Atrevido de Chenel ya despertó mucha expectación en los corrales del Batán. Expectación y polémica, porque nadie parecía ponerse de acuerdo sobre su variada capa. El toro blanco, coincidieron en llamarlo, cuando en realidad era «berrendo en negro, alunarado y botinero. Sutilizando más diríamos que es negro en berrendo, porque predomina lo blanco, y casi es capirote en cárdeno; pero el blanco llega a la quijada y la cabeza no acaba de ser totalmente distinta del resto del cuerpo: lo dejaremos en cari-cárdeno entrepelao». Así se trataba de zanjar la polémica en la revista ‘El Ruedo’.
«Vamos a ver ese toro que dicen que es blanco. ¡Qué cosas! ¡Un toro blanco! ¡Ahí está! No me gusta», escribió el crítico de ABC, Antonio Díaz Cañabate. Y relataba: «Oye, pero ¿estás viendo? Este Antoñete está superior, está por encima del toro. ¡Chico, qué manera de torear! ¿No se te cae la baba de admiración? A mí, sí. Esto es diferente, esto no tiene nada que ver con lo que vemos todos los días, con lo adocenado, con lo trivial, con lo grotesco». «Esto no es toreo de ayer, ni de hoy, sino de siempre; eso es torear sencillamente, pero con la sencillez de la elegancia, de lo delicado, de lo fino, de lo sutil», seguía la crónica abecedaria.
Ovación de salida: ¡qué pintura!
Seguro que Presumido, una pintura que el ganadero muestra para ABC, se lleva una ovación de gala cuando aparezca por chiqueros. Además, «si sale bueno, es espectacular, porque un toro ensabanado, toreándolo Morante sería histórico». Ya lo será, pase lo que pase. «Es un lujo estar. Esperemos que salga muy bueno, lo disfrutemos, y sea un novillo célebre», espera el ganadero, que bromea: «Al menos que le den una ovación de salida, porque es bonito». Cuenta además que «es un espectáculo verlo en el campo, sobresale por encima de los demás, porque es bajo, fino, bien rematado y armado de pitones».
Curiosamente, hace unos días Álvaro Lorenzo estuvo en Puerto Acebuche y tentó a un hermano de Presumido por parte de padre, de la misma camada además, y también ensabanado, «y fue espectacular cómo humilló. Como salga como éste…», desea el ganadero, que ve que ahora «salen cosas muy buenas, porque estamos trabajando mucho».
Se refiere el ganadero a la temporada histórica del cigarreo: «Está en un momento impresionante. Da gusto verle, lo bien que torea, lo rápido que vea los toros, el partido que les saca, cómo lo da todo… ¡Qué barbaridad!». Además, José Antonio ya sabe lo que es cuajar a un toro de esta ganadería: toreó uno en Málaga en 1999. Cuajó una extraordinaria faena de la que se sigue hablando por las bodegas de la ganadería a ese Estrella, número 80. Cosas del destino, el utrero de Madrid también viene de ahí: «Como fue tan bueno, le saqué tres tres sementales a la madre, que los tenté en el campo. Y viene de esa reata». Las referencias de Presumido no son malas.
Osborne espera poder dar un toque de atención de cara a la temporada que viene: «Nos gustaría volver a Madrid. Hay que tener muchos toros para ir, porque es una plaza muy exigente y con un tipo de toro con mucha cara, con peso… No todos los años tenemos toros para plaza de primera, pero esperemos que para el 2026 sí». Sobre todo, con la tauromaqua tan viva: «Estamos resurgiendo y cada vez más. También gracias a Morante, que está haciendo mucho por la Fiesta. Se ve en que se acabó el papel en Madrid el primer día. Yo tengo familia allí y voy a ver cómo los meto, porque no nos dio tiempo a comprarlas», cuenta entre risas el ganadero.