Los accionistas minoritarios de Duro Felguera huyen despavoridos de su capital tras la decisión del Juzgado de lo Mercantil nº 3 de Gijón de no conceder una nueva prórroga del preconcurso de acreedores a la industrial asturiana. Tras conocer la resolución, los inversores agrupados … en la Sindicatura de Accionistas Minoritarios (SAM) de Duro Felguera, que suman alrededor del 8% de la compañía, vendieron ayer el 90% de sus títulos en una jornada negra en Bolsa para la empresa en la que sus acciones perdieron más de un 30% de valor (a media mañana del viernes las acciones habían recuperado un 20%).

Duro Felguera comunicó ayer a la Comisión Nacional de los Mercados y Valores (CNMV) que todavía puede evitar la situación de concurso de acreedores porque la Ley Concursal le da margen hasta el 31 de octubre para presentar la solicitud de homologación judicial del plan de reestructuración, «siendo la voluntad de la Sociedad presentarla tan pronto como se obtengan las mayorías necesarias, con la finalidad de evitar el concurso de acreedores». Sin embargo, a los minoritarios de la compañía rescatada por la SEPI se les ha agotado la paciencia y han decidido no esperar más, tras meses solicitando al consejo de administración que les hiciera partícipes del plan de reestructuración.

«Tras 4 años de enorme trabajo, no hemos podido lograr unir a los accionistas para evitar todo lo ocurrido», ha expresado en la red social X el presidente del SAM Duro Felguera, Eduardo Breña y Breña. «Ojalá nos equivoquemos, pero no hay futuro sin honestidad al timón», ha añadido en el mismo mensaje. En el SAM también había temor a que los principales accionistas de la empresa, los mexicanos Grupo Prodi y Mota Engil, acometieran una ampliación de capital y vieran diluida su participación. «No aceptaremos que los accionistas de control aporten 10 millones vía ampliación privándonos a los minoritarios que aportamos con ellos los 90 millones. O esa aportación se produce vía préstamo de socios sin ampliación o vía ampliación pero con derecho de suscripción, sólo faltaba una dilución a quienes suscribimos la ampliación y aportamos capital junto con los socios de control», expresaron el pasado lunes en un comunicado.

La situación de Duro Felguera es ahora más crítica que nunca y acaba de entrar en una cuenta atrás que si nada lo evita dejará en la estacada también a accionistas y acreedores, entre ellos al Estado que rescató con 120 millones de euros a la empresa durante la pandemia a través de la SEPI. La asturiana entró en preconcurso de acreedores en el mes de marzo, tras verse obligada la compañía a provisionar 100 millones de euros por un arbitraje en Argelia. Desde entonces la empresa ha activado un plan de viabilidad para tratar de reflotar su situación patrimonial en el que se han tomado medidas como la venta de ‘El Tallerón’ a Indra y un ERE para 180 empleados.