Hay conversaciones en el paddock que trascienden la rivalidad del día a día y nos recuerdan por qué amamos este deporte. Y la más reciente la han protagonizado dos de los mayores talentos que ha visto la Fórmula 1: Fernando Alonso y Max Verstappen. El asturiano no solo ha aplaudido la decisión del neerlandés de competir en Nürburgring en su tiempo libre, sino que ha reavivado el sueño de muchos aficionados: la posibilidad de verlos juntos en un mismo equipo, luchando por la gloria en las 24 Horas de Le Mans.
La escapada al “Infierno Verde”: Verstappen busca la pureza
La noticia de que Max Verstappen había aprovechado el parón de la F1 para competir (y ganar) en una carrera de GT3 en el temible Nürburgring Nordschleife al volante de un Ferrari, no sorprendió a Fernando Alonso. De hecho, lo entiende a la perfección.
“Soy un gran aficionado al automovilismo fuera de la Fórmula 1”, reconoció Alonso. “Creo que es más puro, más limpio, más divertido“.
Para el español, que ya tiene en su palmarés dos victorias en las 24 Horas de Le Mans y experiencia en la IndyCar y el Dakar, estas “aventuras” son una forma de reconectar con la esencia de las carreras, lejos de la política y la presión extrema del Gran Circo. “¡Es el primer paso para competir en las mejores carreras!”, bromeó, antes de alabar el desempeño de Max: “Lo hizo genial… pero su talento es innegable”.
La promesa de un regreso a la resistencia
Alonso, quien dedicó dos años a competir en el Mundial de Resistencia (WEC), aseguró que volverá a buscar retos lejos de la F1 en el futuro. “Lo seguiré haciendo. Ahora mismo, mientras estoy en la Fórmula 1, me resulta difícil compartir otros proyectos porque hay que dedicarle toda la vida”, comentó.
Foto: Facebook – F1
Esta declaración confirma que su sed de competición sigue intacta, y que su historia con pruebas míticas como Le Mans o la Indy 500 no ha terminado.
El ‘guiño’ que ilusiona a todos: ¿Alonso y Verstappen, juntos en Le Mans?
Pero el momento más emocionante de sus declaraciones llegó cuando le preguntaron por la posibilidad de compartir equipo con Verstappen. Lejos de ser una idea descabellada, Alonso abrió la puerta de par en par.
“Su talento está fuera de toda duda y las 24 Horas de Le Mans son la carrera de 24 horas más prestigiosa del mundo”, explicó. “Las carreras de resistencia son una parte divertida del automovilismo, donde compartes coche con otros pilotos. Un día, si surge la oportunidad, seguro que la exploraremos“.
Este no es el primer “guiño” entre ambos campeones. En repetidas ocasiones han expresado su mutua admiración y el deseo de competir juntos. La idea de un ‘dream team’ con dos de los pilotos más feroces y talentosos de las últimas dos décadas, luchando codo a codo por la victoria en La Sarthe, es una fantasía que, tras estas declaraciones, se siente un poco más cerca de la realidad.
La conexión entre Alonso y Verstappen trasciende la rivalidad generacional. Es el encuentro de dos puristas, dos pilotos que entienden que, más allá de los títulos y los contratos, el automovilismo es, en esencia, la simple y pura alegría de ir más rápido que los demás.
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