El pasado 1 de octubre de 2024, el PSG afrontaba un difícil partido ante el Arsenal sin Ousmane Dembélé. Un año después, los de Luis Enrique se preparan para visitar al FC Barcelona de nuevo sin el ‘Mosquito’, aunque los motivos detrás de esta ausencia son radicalmente distintos.

El flamante ganador del Balón de Oro y principal amenaza del PSG no podrá formar parte de la expedición parisina hacia Barcelona por culpa de una lesión en el isquiotibial de la pierna derecha que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego desde inicios de septiembre. Si bien es cierto que el propio futbolista ha afirmado que su recuperación avanza a buen ritmo y su regreso está cada vez más cerca, no podrá estar disponible en uno de los partidos más importantes de la temporada.

La baja de Dembélé, sumada a las de Marquinhos, Désiré Doué y Khvicha Kvaratskhelia, es celebrada por los azulgranas y profundamente lamentada por los parisinos, pues supone no poder contar con uno de los jugadores más determinantes del mundo. Si bien es cierto que el ‘Mosquito’ siempre ha sido un elemento desencadenante, nunca había logrado infundir tanto terror entre sus rivales.

La vida de Dembélé ha dado un vuelco en el último año, y el principal desencadenante de este cambio se produjo en un partido que también se disputó un 1 de octubre. En aquellos tiempos, sin embargo, existía una versión mucho más díscola de Dembélé que Luis Enrique no dudó en castigar.

Luis Enrique y Dembélé intercambian impresiones antes de la final de la Champions de 2025

Luis Enrique y Dembélé intercambian impresiones antes de la final de la Champions de 2025 / Martin Meissner

La no convocatoria que desencadenó la redención de Dembélé

El gran cambio en la vida de Ousmane Dembélé comenzó a fraguarse en un PSG-Rennes que no parecía destinado a pasar a la historia. Corría el minuto 82 cuando Luis Enrique optó por dar entrada a Ibrahim Mbaye en detrimento del ’10’ parisino, que no tuvo la mejor reacción posible. Los medios franceses se hicieron eco de una discusión acalorada entre jugador y entrenador en el vestuario que terminó teniendo consecuencias.

Apenas unos días después se dio a conocer la convocatoria para el partido de Champions ante el Arsenal, lista en la que no figuraba el nombre de Ousmane Dembélé. Esta sonada ausencia despertó todo tipo de rumores, aunque estos no tardaron en ser aclarados por un siempre sincero Luis Enrique.

«Si alguien de manera grave no cumple con las obligaciones que tiene en el equipo, eso para mí significa que no está preparado. En una semana tan importante como esta, necesitamos que estén a disposición. Si alguien no cumple con esas expectativas, no hay problema, pero mi objetivo es buscar lo mejor para el equipo. Ayer tuve que tomar una decisión difícil, pero creo que es lo mejor para el equipo. Lo volvería a hacer 100 veces más«, explicó el asturiano en la rueda de prensa previa al partido.

El técnico parisino aprovechó la comparecencia para desmentir los rumores sobre una disputa entre ambos. «No ha habido ninguna discusión entre el jugador y yo. No hay un problema con el entrenador. Hay un problema con sus obligaciones en un equipo, pero se subsana en cinco minutos»

El resto, como se suele decir, es historia. Si bien es cierto que el cambio no fue de la noche a la mañana, aquella no convocatoria puso la primera piedra en el cambio de Dembélé. El extremo francés ha ofrecido una versión colosal en los últimos meses para coronarse como el mejor jugador del mundo, algo difícilmente imaginable para el gran público hace apenas un año.