Al terminar el curso, Jero, un adolescente madrileño, se ve obligado a pasar el verano en el viejo caserón que su abuela posee junto al mar, en Burriana. La casa parece desmoronarse poco a poco, al igual que los secretos que guarda y que comienzan a revelarse desde las primeras páginas de la novela. Allí deja atrás su nueva relación con Sara para encontrarse con su prima Irene, skater como él, y un grupo local de surferos, los Cullerots, enfrentados a otra pandilla llamada Smugies. Son jóvenes que valoran por encima de todo la amistad: «Este mar, esta playa, nuestra amistad… que resiste a todo».
Edebé (2025). 194 páginas
Nunca amanece en la isla de los alacranes
Junto a su casa vive Irta, una joven enferma que no sale y con quien Jero entabla comunicación a través del seto del jardín, a pesar de la prohibición de la abuela de la muchacha, que parece resentida por un turbio y raro asunto del pasado. Mientras se conocen, descubren que un tesoro pirata permanece oculto desde hace décadas, y se ven atrapados en una muerte sin resolver, por lo que comienza así un verano lleno de misterio, peligro y descubrimientos.
Estos dos son los protagonistas principales de la novela, que cada noche se encontrarán para intentar avanzar en los secretos que los rodean, entre ellos, el asesinato del abuelo de Irta, sucedido cincuenta años atrás. Jero pasará así de ser un chico urbano, preocupado únicamente por su monopatín, a convertirse en alguien capaz de conectar con otras personas, afrontar los numerosos problemas que se le presenten y tomar decisiones propias. Irta, por su parte, aporta a la novela una profunda carga emocional: aislada por su enfermedad, vivirá por primera vez un verano lleno de esperanza, pese a su confinamiento. Por otro lado, aparecerán diversos personajes secundarios que quedan sin ningún tipo de profundidad, cumpliendo una mera función de relleno.
Como temas centrales, hallamos los clásicos de una novela juvenil de verano: el surf, las rivalidades entre bandas, las aventuras y fiestas nocturnas, el primer amor, la verdadera amistad, la intolerancia, los encuentros inesperados y antiguos secretos escondidos. La búsqueda de un legendario tesoro perteneciente a una guerrera visigoda –cuyo recuerdo aún pervive en las leyendas y canciones del lugar– se entrelaza con la relación entre Jero y su vecina, dando origen a un mundo de descubrimientos y empatía entre ambos.
La novela, como todas las juveniles publicadas por la editorial Edebé, propone entre sus páginas valores educativos tales como la amistad, la educación para la igualdad, el respeto familiar y la moral cívica. Esta lectura está pensada para alumnos de doce a catorce años y fue ideada por su autor como ideal para lecturas colectivas en clase; de hecho, muchos adolescentes la fueron leyendo en tiempo real mientras el autor escribía algunos capítulos.
Algo positivo de esta obra es su agilidad rítmica, se lee en apenas hora y media, así como su frescura juvenil, desde el ambiente mediterráneo con su trama fresca y veraniega, hasta los ingredientes que más aprecian los jóvenes en sus lecturas: romance, misterio, secretos y aventuras dinámicas y peligrosas. Sin embargo, es posible que este estilo tan juvenil no atraiga a adultos al carecer de profundidad y dejar muchos conflictos sin resolver, pues está pensada para crear una saga juvenil, sin mucha complejidad.
Lo más auténtico de sus páginas es la capacidad del autor para recrear una atmósfera veraniega en el Mediterráneo, poblada de secretos y pandillas, y para tejer, al mismo tiempo, una odisea juvenil que combina elementos de thriller y romanticismo. Por ello, la considero una lectura entretenida para motivar a jóvenes lectores a que sigan leyendo, pues Nunca amanece en la isla de los alacranes es solo el primer libro de la trilogía juvenil Surferránea de Ángel Gil Cheza, continuada por Alguien silba en la niebla y Nadie lee la misma carta dos veces. Estas continuaciones retoman la historia con Jero, que regresa al pueblo un año después y profundiza su relación con Irta, con nuevas aventuras en la costa mediterránea, y con más misterios que tendrán que resolver.