La SEPI, a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), se lame las heridas de las empresas que fueron rescatadas durante el Covid-19 y no se han recuperado hasta el punto de no garantizar que puedan devolver a tiempo las ayudas recibidas. La empresa pública estatal presidida por Belén Gualda ha compensado la mala dinámica de estas empresas ingresando anticipadamente la financiación otorgada a las empresas turísticas y grupos industriales como Ferroatlánica y recientemente Técnicas Reunidas. Así, el holding estatal dependiente del Ministerio de Hacienda ha recuperado ya 1.206 millones de euros, el 45% del total desembolsado (2.681 millones de euros) entre febrero de 2021 y junio de 2022.
La ingeniería participada por la familia Lladó ha sido la última en comunicar que desembolsará los 257,5 millones de euros que tiene pendientes con el próximo 1 de diciembre (en febrero hizo un primer pago de 49,5 millones de euros). El objetivo es poder volver así a la senda del dividendo en el próximo año -se ha comprometido a retribuir a sus accionistas con el 30% de los beneficios obtenidos en 2026- una política que el Gobierno como financiador imposibilita mientras no se haya devuelto la ayuda del FASEE.
Lo cierto es que Técnicas Reunidas no es el único grupo industrial que ha liquidado ya la ayuda de la SEPI. Ferroatlántica canceló este verano la ayuda pendiente con el Estado que ascendía en su caso a 17,25 millones de euros [ver gráfico]. Esta cifra correspondía al segundo pago del préstamo establecido por calendario, sumando los intereses correspondientes.

El otro gran sector que ha protagonizado el goteo de devoluciones anticipadas es el turístico. Aquí la prueba: Hotusa ha repagado 56 millones de euros, más intereses, en agosto y ha agotado así lo que le quedaba del préstamo de 241 millones de euros recibido en 2021. Lo mismo hicieron anteriormente Ávoris, del grupo turístico Barceló, Wamos (ahora rebautizado como Travel Live), Hesperia y Soho Boutique. Todas ellas suman 620 millones de euros de préstamos participativos y ordinarios que han ido a parar a las arcas públicas antes de lo esperado.
El buen momento que vive el turismo y las empresas que sí se han recuperado contrasta con otras compañías que siguen arrastrando los pies desde 2020. El caso más conocido es Duro Felguera, que recibió 120 millones y negocia in extremis para evitar el concurso de acreedores. También se encuentra Imasa en fase preconcursal, proceso que también han atravesado la maderera Losán, el grupo de restauración Serhs y Meeting Point, esta última con motivo de la entrada en suspensión de pagos de su matriz.
Otros casos han llevado a empresas a renegociar el calendario de pagos y lograr más vencimiento, como Airtificial, la empresa de Lalo Azcona, o Vivanta, del fondo de capital privado Ares. Vicinay, líder mundial en diseño, ingeniería y fabricación de cadenas y líneas de fondeo de alta tecnología para estructuras flotantes, también ha atravesado turbulencias en los últimos meses.
Deterioro
Con todo, la SEPI ha aplicado un deterioro de solo 89,4 millones -cifra poco significativa a la vista de los más de 2.800 millones concedidos- a los créditos del FASEE e incide en su último informe anual que «hasta la fecha ningún beneficiario ha desatendido el pago de sus compromisos vencidos».
WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky