La animadversión entre Barça y PSG ha pasado por muchas fases a lo largo de la última década. El fuego se ha ido avivando continuamente con nuevos episodios. Todo empezó el verano de 2017. La entidad presidida por Al-Khelaïfi rompió la banca pagando la cláusula de 222 millones de euros de Neymar Júnior al FCBarcelona. El astro brasileño, ídolo entre el barcelonismo, decidió enfrascarse en un nuevo proyecto que le multiplicaba el sueldo y en el que iba a ser el faro, el gran referente.

Abandonaba a Messi y Suárez, a un tridente que iba camino de hacer historia, para trasladarse a la ciudad de la luz. Terremoto histórico el que provocó en la Ciudad Condal, semejante al que 15 años antes había provocado la marcha de Figo al Real Madrid (bueno, un par de peldaños por debajo). Empezaban unas hostilidades entre los dos clubes que irían tomando formas diversas. Hasta ese momento, entre Barça y PSG tampoco había existido una relación turbulenta ni de odio o rechazo entre los lados. Indiferencia, probablemente, sería lo más adecuado para definir la convivencia. Todo se torció con lo de Neymar. Quizás era un poco la ‘venganza’ del propietario catarí del Paris Saint Germain por aquella remontada surrealista con el gol de Sergi Roberto.

LA FAMOSA REMONTADA

El 6-1 que daba la vuelta al 4-0 de la ida en el Parque de los Príncipes y que dejaba al borde de la depresión a toda la parroquia parisina. Tras lo de Neymar, se siguieron sucediendo los encontronazos en varias manifestaciones. No solo la remontada, sino que aquel señalado 2017 el Barça ya intentó abordar en junio el fichaje de Verratti. El jugador, que pasó las vacaciones en Ibiza, llegó a reunirse con Javierd Bordas, directivo del Barça por aquel entonces. La remontada y la ofensiva por Verratti fueron demasiado para Al-Khelaïfi, que se lo tomó como algo personal. En 2021 culminaría su ‘obra maestra’ el catarí. El Barça no pudo (o no supo) renovar a Leo Messi. Se acabó el contrato del argentino y ¿quién pescó en río revuelto? Bingo, Al-Khelaïfi.

Al-Khelaifi, presidente del PSG se dirige a su afición

Al-Khelaifi, presidente del PSG se dirige a su afición / El Confidencial

La leyenda azulgrana, que solo había vestido hasta aquel entonces la camiseta del Barça, fichó por el PSG. Para jugar junto a Neymar. Muy doloroso para el barcelonismo. En 2023 Barça y PSG se enfrentaron en cuartos de final. Y saltaron chispas por todos lados. El odio entre aficiones quedó patente. Ya estaba Luis Enrique al frente de los parisinos, algo que ‘azucaró’ un poco la animadversión del barcelonismo hacia el club parisino.

Con el paso el tiempo, la sensación es que aquella tensión casi insoportable se ha rebajado un poquito. Ya no están ni Messi ni Neymar. Luis Enrique es una leyenda para la afición del PSG y en el Barça también hay un respeto general y un recuerdo imborrable hacia el asturiano. ‘Lucho’ vuelve a Barcelona como campeón de Europa este miércoles. Sigue habiendo rencillas, pero las aguas bajan bastante más tranquilas.