Este miércoles 1 de octubre pasará a la historia por la inauguración del último tramo de la A-22 (Huesca-Lleida) tras casi 21 años de obras, desde que comenzara su construcción con la variante de Monzón. En concreto, el nuevo tramo de 12,8 kilómetros que entra en servicio se ubica entre Siétamo y Huesca capital ha estado en obras los últimos siete años y ha supuesto una inversión de más de 61 millones de euros, según informó el Diario del Alto Aragón. 

Además, la finalización de la autovía supondrá su conexión directa con otras vías de alta capacidad como la A-23 (autovía Mudéjar) y la A-21 (autovía del Pirineo), así como, el desdoblamiento de uno de los tramos más peligrosos de la N-240, el Estrecho Quinto. 

¿Por qué se ha demorado tanto la construcción de esta autovía? 

Pese a que la distancia entre Huesca y Lleida es de solo 113 kilómetros y no existen grandes dificultades geográficas, este último tramo se ha retrasado debido a que en primer lugar fue el último en realizarse el estudio informativo, y no fue hasta el año 2007, cuando el Ministerio de Medio Ambiente emitió una declaración de impacto favorable.

Posteriormente, con la llegada de la crisis económica del 2008, se paró la redacción del proyecto y hasta el verano de 2018 no comenzaron de nuevo las obras de este último tramo. Además, hubo problemas durante la construcción que prolongaron el plazo de ejecución de 36 a 87 meses y un aumento de la inversión final en más de un 30 %. 

Características del nuevo tramo entre Siétamo y Huesca 

En total, serán 12,76 kilómetros, de los que cuatro son un desdoblamiento de la N-240 y los otros ocho de nueva construcción. En concreto, la autovía contará con dos carriles en cada sentido con arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de uno. 

Además, existirán cuatro salidas y entradas de vía: Loporzano, Montearagón, Centro de Ronda Norte y Oeste de Ronda Norte. Asimismo, el tramo dispondrá de dos viaductos sobre los ríos Botella y Flumen, así como, también, contará con tres radares fijos de velocidad que estaban ubicados en la antigua carretera nacional. 

¿Cuándo entraron en funcionamiento el resto de tramos? 

El primero fue la variante de Monzón (Huesca) en el año 2008. Posteriormente, en 2009, entraron en servicio los tramos de Lleida a la variante de Almacelles y El Pueyo-Ponzano. 

En 2010, por su parte, solo se abrió al tráfico el tramo entre el río Alcanadre y Siétamo, y la Variante de Barbastro. Ya en 2011, se finalizaron las obras desde el límite provincial de Lleida/Huesca hasta Monzón, y el pequeño tramo entre Ponzano y el río Alcanadre. Por último, en 2012 se completó el tramo entre la variante de Almacelles y el límite provincial.