Especialistas advierten sobre el hábito de revisar el teléfono mientras se está sentado en el baño y las consecuencias que puede traer para la salud.

Para muchos, nada más relajante que revisar correos, leer las noticias, enviar mensajes de WhatsApp o incluso ver TikTok en el celular mientras está sentado en el sanitario. Sin embargo, ese hábito ‘inocente´ puede llegar a pasarnos una factura dolorosa, molesta y preocupante, pues lo que está en juego es nuestra salud intestinal.  

Un estudio reciente reveló que las personas que pasan más tiempo del necesario sentadas en el inodoro mirando el celular tienen un 46% más de posibilidades de sufrir la aparición de hemorroides debido al aumento de presión en las venas del recto.

El estudio, liderada por Chethan Ramprasad en el centro médico Beth Israel Deaconess de Estados Unidos, examinó la correlación entre el uso de teléfonos inteligentes en el inodoro y la prevalencia de hemorroides.

El informe fue difundido por Conrado Estol, neurólogo y especialista en enfermedades cardiovasculares, formado en la UBA y en hospitales de Nueva York, Pittsburgh, Boston y Harvard.

LA INVESTIGACIÓN

Para la investigación, se realizó un estudio con 125 pacientes adultos que se sometieron luego a una colonoscopia de detección. Los participantes de la prueba completaron preguntas de una encuesta sobre sus hábitos con el celular mientras usaban el inodoro y comportamientos adicionales, como el esfuerzo que realizaban, la ingesta de fibra y los niveles de actividad física.

Según Trisha Pasricha, gastroenteróloga del Centro Médico Beth Israel Deaconess y coautora del estudio, “el siguiente Reel, el siguiente TikTok empiezan a reproducirse automáticamente”, lo que hace que la gente se quede demasiado tiempo en el sanitario, y se ejerce una presión prolongada sobre los tejidos rectales.

Del total de 125 participantes adultos que completaron la encuesta, el 43% presentó hemorroides visualizadas en la colonoscopia, según los resultados de los análisis publicados en la revista científica PLoS One a principios de septiembre.

Además, se indicó que el 37,3% de los usuarios de teléfonos inteligentes pasaron más de cinco minutos por visita en el baño. Solo un 7% de los encuestados no usaban su celular.

En este sentido, el uso del celular, mientras la persona estaba sentada en el inodoro se asoció con un aumento del 46 % en el riesgo de hemorroides

La actividad más común realizada en el baño fue leer noticias (54,3 %), seguida de redes sociales (44,4 %).

El estudio sugiere que el uso prolongado del celular mientras se va al baño podría estar asociado con una mayor prevalencia de hemorroides.

OTROS EFECTOS

Los autores explicaron que estar sentado durante mucho tiempo en el inodoro podría aumentar la presión sobre las venas del área, lo que favorecería la aparición de hemorroides. Esto se debe a que la postura en el inodoro hace que el suelo pélvico no tenga sostén, algo que no ocurre cuando, por ejemplo, la persona se encuentra sentada en un sillón o silla.

Aunque apenas se han realizado otras investigaciones sobre el tema, los médicos afirman que las hemorroides pueden no ser el único motivo para pensárselo dos veces antes de llevar el teléfono al baño, pues sentarse en el inodoro encorvado sobre el teléfono también podría hacer más probable el estreñimiento, dijo Eamonn Quigley, presidente de gastroenterología del Houston Methodist.

Cuando estás encorvado, cambias lo que los expertos denominan ángulo anorrectal, o ángulo en el que el recto se une al ano. Esto hace que el conducto sea más estrecho y se dificulte el paso de las heces, explicó Quigley.

Estar mucho tiempo sentado en el sanitario —especialmente si estás haciendo fuerza— también puede aumentar la probabilidad de un prolapso rectal, que se produce cuando el recto (la parte inferior del intestino grueso) se colapsa y sobresale por el ano, dijo Lynn O’Connor, jefa de la división de cirugía de colon y recto del Centro Médico Mercy y del Hospital St. Joseph de Nueva York.

El prolapso rectal es poco frecuente y afecta a una de cada 400 personas, en su mayoría mujeres, dijo, y el esfuerzo al ir al baño puede hacerlo más probable. “Es algo que de verdad no quieres tener”, dijo O’Connor, ya que puede requerir intervención quirúrgica.

Pero además llevar el teléfono al baño también puede ser antihigiénico, dijeron los expertos, incluso su¿i te lavas las manos. La materia fecal —y las bacterias que contiene— puede llegar a tus manos al limpiarte, y puedes transferirla a tu teléfono. Tirar de la cadena con la tapa abierta también puede hacer que la materia fecal se pulverice en el aire y caiga en el teléfono, dijo O’Connor.

No está claro hasta qué punto es probable que este tipo de contaminación provoque enfermedades —todavía no hay estudios que relacionen los celulares con brotes de enfermedades infecciosas—, pero en cualquier caso, “es asqueroso”, dijo la investigadora Pasricha.