La relación entre J.K. Rowling y Emma Watson, así como con la mayoría del reparto de la saga Harry Potter, se ha deteriorado en los últimos años debido a la postura de la escritora británica sobre el extremismo trans y su firme defensa de que las mujeres transexuales no son mujeres. La creadora del famoso universo mágico ha recibido un buen número de amenazas de muerte del colectivo LGTB, así como acoso diario en las redes sociales.
Resulta sorprendente que ahora, la actriz que saltó a la fama por interpretar a Hermione Granger, haya reconocido que tiene aprecio por Rowling a pesar de sus profundas diferencias y de las críticas que ha lanzado hacia su persona. Fue en el podcast ‘On Purpose With Jay Shetty’ donde confesó que no quiere que sus discrepancias borren los buenos recuerdos compartidos en el pasado. «No creo que tener las opiniones que tengo signifique que no pueda valorar a Jo ni a la persona con la que tuve experiencias personales. Nunca creeré que una cosa invalida a la otra y que no pueda conservar y apreciar mi experiencia con esa persona (…) Espero que quienes no comparten mi opinión me quieran y espero poder seguir queriendo a quienes no necesariamente comparten mi opinión», expresó en un tono conciliador que no ha terminado de convencer a Rowling.
Tras varios días de silencio, J.K. Rowling ha roto su silencio con un largo texto dirigido a Watson en el que da a entender que no está dispuesta a acercar posturas ni con ella ni con Daniel Radcliffe, el actor que dio vida a Harry Potter. «Veo bastantes comentarios sobre esto, por eso quiero señalar un par de puntos. No tengo derecho a la aprobación eterna de ningún actor que haya interpretado un personaje que yo haya creado. La idea es tan absurda como consultar con mi jefe a los veintiún años sobre qué opiniones debería tener ahora. Emma Watson y sus coprotagonistas tienen todo el derecho a abrazar la ideología de identidad de género. Dichas creencias están protegidas legalmente y no quisiera ver a ninguno de ellos amenazado con perder su trabajo, sufrir violencia o morir por ello», destaca, una situación que ella misma ha tenido que vivir.
«Sin embargo, Emma y Dan en particular han dejado claro en los últimos años que creen que nuestra antigua asociación profesional les otorga un derecho —o incluso la obligación— de criticarme a mí y a mis opiniones en público. Años después de terminar su participación en Potter, siguen asumiendo el papel de portavoces de facto del mundo que creé. Cuando conoces a alguien desde los 10 años, es difícil desprenderse de cierta protección. Hasta hace muy poco, no había logrado deshacerme del recuerdo de niños que necesitaban ser persuadidos con delicadeza para que hablaran en un gran estudio de cine. Durante los últimos años, he rechazado repetidamente invitaciones de periodistas para comentar específicamente sobre Emma, sobre todo sobre los juicios de J.K. Rowling», continúa.
«Irónicamente, les dije a los productores que no quería que la acosaran por nada de lo que dijera. La presentadora de televisión del vídeo adjunto destaca el discurso de Emma y la verdad es que fue un punto de inflexión para mí, pero tuvo una postdata que me dolió mucho más que el discurso en sí. Emma le pidió a alguien que me pasara una nota escrita a mano que contenía una sola frase: ‘Siento mucho lo que estás pasando’ (tiene mi número de teléfono). Esto ocurrió cuando las amenazas de muerte, violación y tortura contra mí estaban en su apogeo, en un momento en que mis medidas de seguridad personal tuvieron que reforzarse considerablemente y yo estaba constantemente preocupada por la seguridad de mi familia. Emma acababa de echar más leña al fuego públicamente, pero pensó que una expresión de preocupación de una sola línea me confirmaría su profunda compasión y amabilidad».
En este sentido, recuerda que Emma Watson ha crecido en una cuna de oro. «Como otras personas que nunca han experimentado la vida adulta sin el respaldo de la riqueza y la fama, Emma tiene tan poca experiencia de la vida real que ignora lo ignorante que es. Nunca necesitará un refugio para personas sin hogar. Nunca la colocarán en una sala mixta de un hospital público. Me sorprendería que hubiera estado en un vestuario de una calle principal desde la infancia. Su ‘baño público’ es para una sola persona y tiene un hombre de seguridad montando guardia fuera de su puerta. ¿Ha tenido que desnudarse en un vestuario recién creado para hombres en una piscina municipal? ¿Es probable que alguna vez necesite un centro de crisis por violación administrado por el estado que se niega a garantizar un servicio solo para mujeres? ¿Para encontrarse compartiendo una celda en la prisión con un violador que ha sido identificado en la prisión de mujeres?», denuncia.
«Yo no era multimillonaria a los catorce años. Vivía en la pobreza mientras escribía el libro que hizo famosa a Emma. Por lo tanto, comprendo por experiencia propia lo que significa para las mujeres y niñas que no tienen sus privilegios la destrucción de los derechos de las mujeres, en la que Emma ha participado con tanto entusiasmo. Lo más irónico es que, si Emma no hubiera decidido en su entrevista más reciente declarar que me ama y me aprecia (un cambio de rumbo que sospecho ha adoptado porque se dio cuenta de que condenarme a viva voz ya no está tan de moda como antes), tal vez nunca hubiera sido tan honesta», dice sobre el inesperado buenismo de la actriz.
Para concluir, denuncia la hipocresía de Watson: «Los adultos no pueden esperar aliarse con un movimiento activista que pide constantemente el asesinato de un amigo y luego reivindicar su derecho al amor de su examigo, como si este fuera en realidad su madre. Emma tiene toda la libertad de discrepar conmigo y, de hecho, de expresar sus sentimientos hacia mí en público, pero yo tengo el mismo derecho y finalmente he decidido ejercerlo».