De la peor forma y en un derbi de más tensión en la grada que en el campo, el Real Valladolid encajó la segunda derrota … de la temporada, la segunda seguida y en menos de siete días. El equipo de Guillermo Almada cayó ante la Cultural Deportiva Leonesa, en un partido que terminó con fiesta en la grada visitante y frustración en la local. Frustración, no solo por perder en un derbi de más rivalidad geográfica que futbolística, sino porque certifica que la derrota de Albacete no fue flor de un día, y los fantamas comienzan a aflorar en un equipo que ha olvidado sus supuestas señas de identidad: presión y físico, a falta de juego.
Real Valladolid
Guilherme; Bueno (Garri, min. 58), Alejo (Trilli, min. 83), Tomeo, Torres; Lachuer (Alani, min. 72), Ponceau (Tenés, min. 58), Meseguer, Amath (Peter, min. 40), Biuk (Tenés, min. 72); y Latasa.
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Cultural y Deportiva Leonesa
Edgar Badía; Víctor García (Bazic, min. 72), Hinojo, Tomás, Rodri Suárez; Bicho (Yayo, min. 72), Thiago Ojeda, Collado (Larios, min. 72), Pastoriza (Diallo, min. 80), Chacón; y Sobrino.
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Árbitro:
Álvaro Moreno (Colegio madrileño). Amonestó a Hinojo, Tomás y Collado, por los visitantes; y a los locales Latasa, Meseguer y al técnico Guilermo Almada. Expulsó al segundo técnico local, -
Gol:
0-1 Collado controla en el corazón del área y bate con la otra pierna a Guilherme (min. 6). -
Incidencias:
Partido correspondiente a la jornada séptima de la Liga Hypermotion, disputado en el Estadio José Zorrilla ante xxx espectadores.
Empezó muy mal el equipo, con la misma cara que hace siete días en Albacete. Sin ideas y, lo peor, sin esa intensidad que le dio el zurrón de puntos en las primeras cinco jornadas. Sin la presión asfixiante del día del Ceuta, del Almería… El Pucela era el equipo ramplón del Carlos Belmonte.
Y en ese guión, sin fútbol y de imprecisiones, aún así el equipo fue capaz de crear peligro de la nada, pero sin la efectividad necesaria que se le debe exigir a jugadores como Stipe Biuk o Jules Ponceau, dos futbolistas llamados a marcar la diferencia.
El extremo croata tuvo la posibilidad de mantener el hilo sonoro del las dulzainas que entonaron el himno del Pucela, coreado a capela por un estadio lleno… Sin embargo –de nuevo– el extremo balcánico la mandó por encima.
No falló la Cultu en la primera que tuvo, y en el minuto 6, con Lachuer protestando una posible falta en la salida, se convirtió en el tanto visitante. Robo, con los locales mirando al árbitro, y Collado, de manera magistral, controlaba con una pierna en el corazón del área y fusilaba con la otra de manera acrobática a Guilherme.
El tanto apagó las dulzainas y silenció las más de 20.000 gargantas… y lo que sí que hizo fue encender más alarmas. Y no hubo sirenas porque la Leonesa, o no apretó, o no tuvo más armas para hacerlo. Fue un rival que apenas amagó, para más desgracia de los locales, que con un rival de entidad delante podían haber sufrido un descosido mayor que llegar con el 0-1 al descanso.
Desesperaron con el enésimo pase al limbo de Meseguer. El tirito de Ponceau, o la falta de puntería de Biuk, que al borde del intermedio –otra vez– tuvo la oportunidad de hacer el tanto de la igualada. Su golpeo franco delante de Edgar Badía se estrelló en el travesaño. Reincidente el croata que tampoco tuvo el desborde de otros partidos.
No hubo cambio de guión con respecto a Albacete, pese a la semana de reflexión; y no hubo novedades en ese intento de Almada de imprimirle algo más de fútbol o combinación a su equipo. Lachuer salió en la foto del gol leonés, y no hubo muchas más noticias del centrocampista de Martinica, pese a que se le esperaba con ansia por parte de la parroquia local.
El poco peligro del Real Valladolid llegaba por la banda de Amath, que al contrario que en Albacete donde se fue a la caseta en el descanso, fue el más incisivo por la derecha. Forzó la tarjeta de Hinojo –de color naranja–, pero le faltó esa contundencia de la que adolece para haber hecho la igualada, cuando un balón servido desde la izquierda le dejó solo para empujarla. Se levantó medio estadio para celebrar el tanto, pero… Hinojo se jugó la segunda amarilla y le quitó el balón de la bota. Solo tenía que empujarlo o haber subido de revoluciones una décima de segundo antes y meter la pierna… El lateral leonés anotó el segundo tanto para su equipo, porque su acción valió su peso en oro.
En la jugada siguiente, para desgracia del propio Amath, el senegalés se marchó lesionado con conmoción cerebral, y entró Peter Federico al que apenas se le vió antes del descanso, y lo que se le vio en la segunda parte fue para olvidar, y cuanto antes.
Aquí no juega ni Messi
El paso por el vestuario dejó esa imagen tan repetida la pasada campaña, de corrillo blanquivioleta con conjura incluida, pero que no pasa de eso… No cambió nada, porque al Pucela se le ha humedecido la pólvora, y lo que antes entraba de forma aislada o por jugada individual, ahora termina en el limbo… Badía terminó el encuentro con una parada, sin necesidad de tener que exhibir que es uno de los mejores de su equipo.
Por contra, en la Cultural destacaron esos futbolistas a los que les va el otro fútbol, ese balompié que criticó con dureza Almada hace poco más de diez días antes de perder sus dos primeros partidos como técnico blanquivioleta.
El equipo de Ziganda convirtió la segunda mitad en una batalla de trincheras en la que cada jugada terminó con un jugador leonés por los suelos, sin la capacidad del colegiado para cortar ese subterfugio desde prácticamente el minuto 46 del segundo acto. Lo calcó a la perfección Rodri Suárez, capitán del equipo visitante, único leonés en la Cultu, y al que seguro que los tres puntos le supieron a mucho más que a tres puntos.
Desactivó a Latasa y completó un partido excelso para los suyos, dejando de nuevo a cero al ‘9’ pucelano, llamado a marcar la diferencia… Lo mismo hizo Vallejo hace siete días, lo que también enciende las alarmas, cuando tu otro delantero ‘titular’ sigue en la enfermería sin capacidad para dar la alternativa a nadie más.
Es precisamente ese debe de variaciones, el que de nuevo se le achaca al técnico uruguayo, que está vez si rotó el banquillo con presteza, pero no la idea, sin una sola variación ofensiva, más allá de la intención y los detalles de Sergi Tenés. Debutó el del Valencia CF, y lo hizo con hechuras de que puede ser alternativa y, por qué no, algo más para Biuk o Amath en las bandas. La mejor noticia de los de casa, junto con el partido de Iván Alejo.
Para ‘Ivi’, vallisoletano también –como leonés en el caso de Rodri–, el partido también fue de más tres puntos. De derrota dolorosa en el caso de consumarse; o victoria anímica… Histórica en el caso de los de Ziganda, que lograron un triunfo en color en Zorrilla, que hincha las velas de su nuevo proyecto; y deshincha las blanquivioleta a la espera de la que será una nueva semana de reflexión y petición de cambios.