El sangrado rectal debe tomarse muy en serio, especialmente en adultos jóvenes. Investigadores de la Universidad de Louisville (Estados Unidos) han demostrado que los pacientes menores de 50 años que se someten a una colonoscopia debido a este síntoma tienen un riesgo significativamente mayor de ser diagnosticados con cáncer colorrectal.

La investigación, presentada en el Congreso Clínico 2025 del Colegio Americano de Cirujanos (ACS) en Chicago y recogida por EuropaPress, concluye que el sangrado rectal aumenta 8,5 veces la probabilidad de un diagnóstico de cáncer colorrectal de aparición temprana. Este hallazgo subraya la necesidad urgente de considerar seriamente una colonoscopia en pacientes jóvenes sintomáticos, incluso si no cumplen con los criterios de edad para la detección de rutina.

El estudio retrospectivo analizó a 443 pacientes menores de 50 años que se sometieron a una colonoscopia entre 2021 y 2023. De estos, el 44% fue diagnosticado con cáncer colorrectal de aparición temprana.

La autora principal, la doctora Sandra Kavalukas, cirujana colorrectal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville, enfatiza que los síntomas son la clave. «Muchos de los cánceres colorrectales de inicio temprano que veo no tienen antecedentes familiares. Si una persona menor de la edad de detección presenta sangrado rectal, debería considerar seriamente una colonoscopia», defiende.

Los datos lo confirman: la gran mayoría (88%) de los pacientes que fueron diagnosticados con cáncer colorrectal se sometieron a la colonoscopia debido a síntomas (principalmente sangrado).

Los antecedentes familiares de cáncer colorrectal, si bien son un factor, solo se asociaron con un aumento del doble en la probabilidad de diagnóstico, una cifra mucho menor que el riesgo que confiere el sangrado.

Además, solo el 13% de los casos de cáncer de inicio temprano presentaban marcadores genéticos asociados a síndromes hereditarios.

Otro factor de riesgo identificado fue el tabaquismo, ya que los pacientes diagnosticados con cáncer tenían casi el doble de probabilidades de ser exfumadores.

El estudio busca ofrecer una guía clara a los médicos. La doctora Kavalukas ejemplifica: «Si tienen 35 años y acuden con dolor rectal, probablemente no necesiten una colonoscopia. Pero si acuden con un síntoma de sangrado, tienen 8,5 veces más probabilidades de tener cáncer colorrectal.»

Los hallazgos son cruciales para abordar una brecha crítica en la atención de los adultos jóvenes, cuyas tasas de cáncer colorrectal son las que más crecen, a pesar de no ser elegibles para las pruebas de detección de rutina.

La investigación no solo proporciona datos que respaldan la necesidad de la cobertura de colonoscopias diagnósticas en pacientes jóvenes sintomáticos, sino que también está sentando las bases para el desarrollo de una calculadora de puntuación de riesgo para ayudar a los médicos a tomar decisiones más precisas.