Herminia Rodríguez nació en la localidad canguesa de Carballo y desde muy niña sintió fascinación por la pintura. Sin embargo, no fue hasta que se afincó en Madrid por razones laborales cuando pudo empezar a formarse y a dar rienda suelta a su creatividad. Precisamente hoy clausura su última exposición en Cangas, una selección de cuadros donde los rincones y las gentes de su concejo natal están muy presentes. «Lo que más me gusta hacer es pintar y mi zona, donde me gusta vivir, siempre tiene un papel destacado», relata.
Este mediodía desmontará una exposición que ha tenido muy buena acogida y críticas entre sus vecinos. «Mis cuadros suelen gustar, pero aquí más porque son mucho de aquí», relata. Óleos, acuarelas y también grabados y esmaltes conforman la muestra que se ha visto durante todo julio en la casa de cultura canguesa.
Cuenta Rodríguez que mientras trabajaba pintaba siempre por las noches, si bien ahora, jubilada, tiene más tiempo para dedicar a su afición. «Trabajé de comercial en una empresa de aparatos de hostelería y entre el trabajo, la casa, los hijos… si quería hacer algo tenía que ser de noche. Suelo ir a los sitios, me quedo con los detalles, pero también hago fotos para luego hacer los cuadros», relata esta mujer que, tras jubilarse, no solo pinta, sino que va a clases de solfeo y acordeón y trata de mantenerse activa.
La pintura, cuenta, le sirve para evadirse y olvidarse un rato de todo: «Cuando tengo un problema me pongo a pintar y me olvido de todo… es que no me entero y más cuando estoy con un trabajo que me gusta». La canguesa cierra su exposición satisfecha por la buena acogida, si bien no sabe cuándo podrá volver a exponer en casa. Sigue residiendo en Madrid, en Fuenlabrada, aunque es fiel a Cangas y regresa todos los veranos. Su lugar especial es su querido pueblo Carballo, donde se crio junto a sus nueve hermanos y sus padres. «Ahora desgraciadamente hay poca gente, pero para mi Carballo es muy grande y siempre lo llevaré conmigo», relata.
Este miércoles recibió la visita del alcalde, José Luis Fontaniella, que recorrió la exposición de Rodríguez en la Casa de Cultura. La muestra ha estado abierta al público durante casi todo el mes de julio.