Lo que parecía que iba a ser un partido normal, correspondiente a la jornada 1 de la División de Honor Plata femenina, terminó siendo un encuentro con mucha polémica extradeportiva. El choque entre el BM Leganés y el Fuentes Carrionas finalizó con victoria por 45-20 a favor de los locales, sin embargo, lo más llamativo fueron los testimonios de ambos clubes y afición sobre el estado de uno de los árbitros.
Según el comunicado del Fuentes Carrionas, uno de los colegiados «mostraba claros síntomas de haber consumido alcohol». Incluso, antes de llegar, el colegiado incumplió los tiempos reglamentarios de preparación, ya que llegó a las instalaciones con apenas 15 minutos de antelación.
Además, durante el propio partido protagonizó «actitudes impropias». Según el club norteño «mantuvo conversaciones con jugadoras en momentos de juego, perdió atención al partido y pronunció expresiones por pinganillo totalmente fuera de lugar».
Varias jugadoras que pasaron por su lado pudieron escuchar frases como «he venido aquí para pitar esta puta mierda de partido».
Pese a todo, lo que más malestar produjo dentro del club es que las incidencias no fueron recogidas en el acta arbitral.
Ante esta situación, el Fuentes Carrionas considera estos hechos «una falta de respeto hacia los equipos, jugadoras y aficiones, poniendo en riesgo la seguridad de las deportistas, ya que dañan la imagen de este deporte».
Por ello, desde la entidad se ha solicitado al Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Balonmano que investiguen lo ocurrido, «adoptándose las medidas necesarias para que no vuelva a repetirse».
«Nuestro club seguirá defendiendo los valores del respeto, la seriedad y el juego limpio, pilares fundamentales del balonmano y del deporte en general», finalizan en el comunicado.
«Desde el Fuentes Carrionas no estamos buscando una sanción ejemplar, sino que nuestra reclamación está orientada a evitar este tipo de situaciones», destaca el entrenador del equipo, Iker Díaz, en declaraciones a Diario Palentino. El técnico subraya que lo que más le molestó fue «la negativa a reflejar lo que ocurrió en el acta por parte del otro árbitro». «Es algo que comentamos con el otro equipo y la gente que estaba allí por si era solo cosa nuestra, pero todos estaban de acuerdo», indicó.