El 9 de octubre de 2007, salía a la luz la resolución del juicio entre el Barça y el Arsenal. El motivo, era claro: el Barça reclamaba los derechos de formación de uno de los jugadores de su cantera. El nombre era Fran Mérida, una de las grandes promesas del club en ese momento y que compartía vestuario, ni más ni menos, que con Bojan Krkic.

«Yo llevaba 8 años en la cantera y jugaba mucho. Veía que se me daba bien el fútbol. En aquel momento no jugaba pensando que iba a llegar a Primera División. En mi generación, el que más destacaba era Bojan. Con 17 años, él jugaba en la Sub-21, iba muy sobrado. También estuve con Iago Falqué… era muy bueno», contaba Fran Mérida en el pódcast ‘Los Fulanos’.

Mérida entró en los equipos inferiores del FC Barcelona con 8 años, pero dejó el club en septiembre de 2005 y se marchó al Arsenal sin recibir su equipo anterior ninguna compensación económica, tal y como sucedió anteriormente con Cesc Fàbregas, ya que ninguno de los dos había firmado contrato profesional con el club catalán.

El Barça reclamaba sus derechos de formación

Todo giró el 9 de octubre de 2007, cuando Mérida fue obligado por los juzgados a pagar una indemnización de 3,2 millones de euros al FC Barcelona como compensación por no cumplir el acuerdo firmado en un precontrato. La decisión podría haber tenido serias implicaciones en clubes ingleses, donde los jugadores pueden firmar contratos profesionales con 16 años, dos antes que en España. También, por los derechos de formación, en los que el club azulgrana le reclamaba a Fran y al Arsenal una indemnización.

«A nosotros nos reunían año a año en el club para decirnos si continuábamos. Una situación incómoda, tenías que ir con tus padres a escuchar la decisión del club. En ese momento yo quedo libre, pero llega una denuncia del Barcelona. Tuvieron que ir mis padres a juicio porque yo era menor. Recuerdo ese día, en el que yo estuve presente pero fuera de la puerta de los juzgados y fue un día muy desagradable. Tenía a mis padres ahí dentro y a mí me daba miedo pensar que les podía suceder algo», contaba Fran Mérida.

«El Barça reclamó derechos de formación hacia el Arsenal y tuvo que pagar una cantidad de 2,5 millones aproximadamente, entre dos y tres millones de euros. Me acuerdo en aquel momento que, mi padre, llamó a Francis Cagigao y le dijo: ‘A ver, nosotros no tenemos ese dinero’. Y el Arsenal se hizo cargo sin ningún problema. El Barça se puso en contra del Arsenal, no mía, pero mis padres tenían que ir a declarar en mi nombre», decía Fran.

La decisión de dejar La Masía y la cumbre con Arsène Wenger en su oficina

El centrocampista tomó la valiente decisión de marcharse lejos de casa. Se fue rumbo a Londres, en busca de ampliar sus posibilidades de llegar a la primera división. «Me fui al Arsenal porque veía que me iban a dar la oportunidad de ser profesional, cosa que en el Barça era muy complicado porque se firmaba a mucha gente de fuera. Las cifras ya cambiaron, fueron barbaridades, pero realmente era mi sueño poder llegar al fútbol profesional», decía.

«Arsène Wenger nos citó en su oficina a mí y a mi familia. Éramos cuatro. Yo entro allí a la sala y el míster coge una tiza y empieza a escribir en una pizarra las cantidades que iba a cobrar año a año hasta final de contrato. Mi madre se echó a llorar porque era un gran cambio para mi familia. Pasé de cobrar 800 euros a millones», confesaba.

Fran terminó completando una carrera profesional muy amplia. Estuvo en el Arsenal hasta el 2010 (pese a que se marchó en forma de préstamo a la Real Sociedad en 2008, para regresar con Wenger en 2009), Atlético de Madrid (2010-12), Sporting de Braga (2011), Hércules (2012-13), Atlético Paranaense (2013-14), S. D. Huesca (2015-16); C. A. Osasuna (2016-20) y RCDE Espanyol (2020-22). A partir de ahí, tras varios años en España, y su aventura por Portugal y Brasil, decidió volver a jugar en el extranjero y en julio firmó por el Tianjin Jinmen Tiger. Allí estuvo una temporada y media y en enero de 2024 fichó por el Lugo con un contrato de año y medio.

Sin embargo, el siguiente mes de julio acordó su desvinculación y en septiembre anunció la retirada.