Sin pausa, pero sin prisa. Así está reconstruyendo su vida Irene Rosales tras haber puesto fin a su matrimonio con Kiko Rivera, una unión que ha durado 11 años y de la que han nacido dos hijas, Ana y Carlota. Tras los comunicados separados con los que anunciaron su ruptura, el intercambio de pullitas e indirectas entre los ex en redes sociales ha sido continuo. De hecho, el DJ anunció que escribirá una canción sobre lo sucedido, al más puro estilo Shakira. Ahora, la sevillana ha dado un paso al frente y ha tomado la delantera al hijo de Isabel Pantoja firmando un nuevo proyecto profesional que la lleva, de nuevo, a la televisión.
Según Poco pasa TV, Irene acudirá próximamente como invitada al programa Bailando con las estrellas, donde coincidirá con Anabel Pantoja, la prima de Kiko, con la que siempre han mantenido muy buena relación. Por el momento, Irene no se ha pronunciado al respecto pero sí ha compartido un mensaje en Instagram: «Enfocada en lo que sí hay, en lo que sí tengo, en lo que sí soy, en los que sí están». Se trata de un primer paso, un acercamiento a la cadena de Fuencarral en la que ya trabajó Irene (Viva la vida en 2021 y Fiesta en 2024) y podría recuperarla con una nueva colaboración o incluso con una entrevista De Viernes, donde le pagarían una jugosa cifra.
Irene continúa en la residencia familiar en Castilleja de la Cuesta con sus dos hijas, mientras que Kiko se ha instalado en un piso en Sevilla. Su relación, por el momento, parece cordial por el bien de las niñas, a las que acompañaron hace un par de semanas en el primer día de colegio. Ambos han hecho borrón y cuenta nueva en sus vidas: ella, rodeada de familiares y amigos que se han convertido en su principal apoyo; él centrado en su carrera musical: «Se vienen muchas sorpresas y no solo de videojuegos. Estaré más activo en redes aunque veáis que he borrado todas fotos. Lo hice porque los buenos recuerdos ya están dentro de mí y siento que es hora de empezar de cero», dijo a principios de mes.
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