El Mirandés sigue por el mismo camino desde que comenzó la temporada: lo que consigue como visitante no lo logra consolidar como local. Los rojillos aún no han puntuado delante de su público y Mendizorroza no sienta bien al equipo de Fran Justo. En estos momentos, el cuadro burgalés es el peor equipo en casa, junto al Granada, y el segundo mejor visitante de la categoría solo superado por el Deportivo de La Coruña, líder de la Segunda División y equipo que aún no conoce la derrota en esta campaña.
Aunque el análisis de lo que le está sucediendo al Mirandés va más allá de los fríos números. Está claro que no carbura cuando juega en su feudo y que le cuesta crear peligro cuando tiene que llevar la iniciativa, aunque también uno de los problemas lo tiene en su área. En tres partidos en casa ha encajado 7 dianas, una cifra excesiva que supone recibir más de dos goles por partido.
Si se profundiza más en la estadística, se puede comprobar que es el conjunto de toda la Liga Hypermotion al que más le chutan. La portería rojilla ya ha recibido 113 disparos, lo que significa que en cada partido son más de 16 veces las que el contrario intenta batir a la escuadra rojilla.
Es el peor local, junto al Granada, y el segundo mejor visitante, solo superado por el Deportivo
Este dato no solo tiene que ver con la línea defensiva, sino con la contención de todo el equipo. El balón merodea demasiado el área mirandesista, por lo que las probabilidades de que llegue el gol del rival son más amplias.
Otro de los datos que hace entender lo anterior es que el Mirandés es el equipo que menos porcentaje de posesión tiene en estos primeros encuentros ligueros. El conjunto de Fran Justo no tiene el balón, lo que complica su juego en cada choque. La media en este apartado es de poco más del 40%, lo que permite que sea su oponente el que tenga más minutos el balón.
Además, el conjunto burgalés también está en la parte de abajo en cuanto al número de pases buenos y solo el Leganés está por debajo en esta tabla. Este cúmulo de números impide que se pueda ver el verdadero potencial del equipo.