Una entrevista inédita con John Lennon, grabada hace medio siglo y redescubierta recientemente en un sótano por el joven musicalizador que la realizó, será emitida este miércoles, en la víspera de lo que habría sido el cumpleaños número 85 del ex Beatle.

El autor de la grabación es Nicky Horne, quien tenía 24 años y comenzaba a destacarse como DJ en la radio Capital de Londres cuando fue invitado al departamento neoyorquino del músico para una entrevista en profundidad.

Algunas partes de aquella charla se difundieron en 1975, pero Horne encontró hace poco las cintas originales de carrete a carrete (reel to reel) guardadas en una caja polvorienta en su casa y pensó: “Esto es oro en polvo”.

Según contó el propio Horne en una entrevista especial con Boom Radio –donde se transmitirá el material completo–, Lennon habló de su temor a que el gobierno de Estados Unidos estuviera interceptando sus llamadas telefónicas, en el contexto de su batalla legal contra la administración de Richard Nixon, a la que había demandado por vigilancia ilegal mientras intentaba evitar su deportación.

“Sé cuándo el teléfono suena normal y cuándo, cada vez que lo levanto, hay muchos ruidos”, dijo Lennon, quien sospechaba que lo vigilaban por su activismo contra la guerra de Vietnam. “Venían por mí de un modo u otro; me hostigaban. Abría la puerta y había tipos parados del otro lado de la calle. Me subía al auto y me seguían sin disimulo”.

El músico también bromeó con que no podía demostrar que le pinchaban el teléfono, pero insinuó: “Solo sé que hay muchas reparaciones en el sótano [del edificio Dakota, en Nueva York]”. Allí, el ex Beatle fue asesinado en diciembre de 1980.

De acuerdo con un artículo de The Guardian, firmado por la periodista Caroline Davies, Lennon comentó además que no era el único artista en la mira del gobierno estadounidense: “Mick [Jagger] tuvo que hacer verdaderos malabares para lograr que Keith [Richards] y los demás pudieran entrar a hacer una gira. Todos tenemos problemas. Solo que yo quería quedarme aquí”.

En la entrevista, Lennon también se refirió a Walls and Bridges, su cuarto álbum solista, escrito y grabado durante su separación temporal de Yoko Ono. Contó que al principio quiso “tirarlo a la basura” porque no soportaba escuchar las grabaciones de estudio, pero que luego de mostrárselas a sus amigos cambió de opinión: “Me dijeron: «Está bien». Así que pensé: ‘No está mal, me gusta algo de esto. OK, publiquémoslo’”.

En una frase que hoy suena conmovedora, también expresó que su mejor música aún estaba por llegar: «Salvo por actos de Dios, seguiré aquí otros 60 años, haciendo esto hasta el final».

Sobre su vida cotidiana en Nueva York, resumió: “Básicamente, es un dormitorio, un estudio, la televisión, una salida nocturna y de nuevo a casa”.

Horne recordó que estaba nervioso antes del encuentro, pero Lennon lo hizo sentir cómodo e incluso le preparó galletas de chocolate. “Estábamos sentados en la alfombra blanca, yo en el suelo, y me di cuenta de que había dejado caer algunas migas. Trataba desesperadamente de recogerlas una por una para que no se diera cuenta”, contó el locutor, entre risas.